Capítulo 22: Las dos mujeres de Hoseok.

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Dae García.

Mientras termina un capítulo de "la teoría del big bang" escucho que la puerta principal se abre y a continuación ingresa Jungkook con su maleta y unas bolsas de regalo. Me siento aliviada de comprobar que no tiene golpes o alguna señal de que se metió en problemas estando en Seúl.

—Hola, preciosa

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—Hola, preciosa. —Deja las bolsas en el sofá y se acerca a la mecedora para besarme la frente y después la punta de mi pancita— ¿Están bien? ¿Todo en orden? ¿Qué tal tu presión?

—Hola, Kook. —Lo miro expectante—. Tranquilo, solo fueron cuatro días los que te fuiste y te prometo que todo sigue igual.

—No es cierto. —Entrecierra los ojos—. Te noto más gordita. —Ruedo los ojos con gracia y termino esbozando una sonrisa cuando veo su rostro juguetón—. Traje muchos regalos para ustedes. —Toma asiento en el sillón junto a mi mecedora, fijando su vista en la pantalla.

Muerdo mi mejilla en el interior, reprimiendo las ganas que tengo de preguntarle por Hoseok. No merece la pena, pero no puedo evitarlo.

—Y... ¿qué tal el vuelo? —intento sonar casual— ¿qué tal Seúl? ¿Hiciste todo lo que tenías planeado? Quiero decir si fuiste a visitar la tumba de tu padre, si viste a tus antiguos colegas, si te... te divertiste...

Jungkook suspira antes de responder. —Si, cumplí con el objetivo principal de mi viaje, preciosa, no te preocupes por eso.

—Ah... —ahora muerdo mis uñas esperando a que me diga algo más, pero eso no sucede— ¿Viste a... Taehyung?

—Si, lo vi. Esta mas fuerte el hijo de perra. —sonríe como si nada.

—Ah, ¿en serio? —Carraspeo. —Qué bueno por él.

Kook asiente divertido, mirando el capitulo que acaba de empezar. Yo intento hacer lo mismo y casi me muerdo la lengua para no cometer la tontería de preguntar por...

—¿Quieres saber qué pasó con Hoseok, no es así?

Escucho su nombre y mi corazón se acelera. —Bueno, en realidad me da igual —Mi respuesta fue poco convincente.

—Que bueno, Dae, porque lastimosamente Hoseok esta hecho mierda.

Me altero de inmediato. —¿Qué? ¿Por qué dices eso? ¿Está bien de salud? —Se me queda mirando un tanto reflexivo pues acabo de contradecirme— Sabes, olvídalo, ese no es asunto mío. —sostengo mi pancita aguantando el llanto.

—Creí que tu psicólogo te había aconsejado no evadir las situaciones, si no enfrentarlas, solo de esa forma podrás...

—Superarlas. —Decimos al unísono— o aprender a vivir con ellas... —musito.

Asiente mientras me toma de las manos. —Voy a ser honesto, Dae, las cosas son peor de lo que pensé porque Hoseok se esta hundiendo en depresión. Lo vi más delgado, ojeroso, ansioso y sobre todo infeliz.

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