Capitulo 20: De los infortunios nacen cosas hermosas.

461 67 35
                                    




Dae García.

Los maullidos de Bowie consiguen sacarme de aquel profundo sueño en el que me encontraba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los maullidos de Bowie consiguen sacarme de aquel profundo sueño en el que me encontraba. Con mucho trabajo me quito la sabana de encima y tallo mis ojos cuando compruebo en el reloj que son las ocho de la mañana.

—¿Hoseok? —Miro a todas direcciones al percatarme que no está junto a mí— ¿Amor?

Al no tener respuesta, me levanto para colocarme una bata de descanso, en seguida me dirijo al sanitario y después a las otras dos recamaras pero Hoseok no está por ningún lado. Busco mi teléfono entre la sábana y tampoco tengo ningún mensaje, así que le llamo. Al tercer intento ya ni siquiera enlaza la llamada.

Permanezco de pie sin saber exactamente qué está pasando hasta que escucho que llaman a la puerta. Corro para abrir pensando que se trata de él, quizá fue por un café o por algo de ropa, que se yo. Pero mis ilusiones decrecen cuando me encuentro con Namjoon. Su rostro parece apenado y antes de que pueda decir cualquier cosa, yo soy quien toma la palabra.

—Nam... —miro detrás de él y a sus costados esperando encontrarme con algo que me dé esperanzas—, Hoseok te envió para que me lleves con él, ¿verdad?

—No, no voy a llevarte con Hoseok. —Da un paso firme para ingresar a la habitación y cierra la puerta detrás de él— Necesito que me escuches y que permanezcas tranquila, Dae.

—¿Le pasó algo? —Llevo ambas manos a mi pecho con la preocupación a tope— ¿El está bien?

El moreno respira hondo y en seguida me lleva a uno de los taburetes en donde tomamos asiento.

—Si, él esta bien. —Me aclara con un rostro neutro y tras pensar en las palabras adecuadas, suelta lo siguiente. —Hoseok se fue esta madrugada rumbo a Seúl. Va a tomar el lugar del señor Park y... —hace una pausa al ver mis ojos infestados de lágrimas— ya no regresará.

Una serie de voces desesperadas despiertan en mi mente y no me dejan ni si quiera entender lo que acabo de escuchar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una serie de voces desesperadas despiertan en mi mente y no me dejan ni si quiera entender lo que acabo de escuchar.

—No, él no me haría algo así. —Musito totalmente descompuesta— Seguramente se fue para darse un tiempo y pensarlo mejor pero volverá. —limpio mis lagrimas— Él siempre lo hace, como cuando me encontró en el cementerio y en el bosque.

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora