Capítulo 9: Y esa fue la noche más linda del mundo

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— ¡Chicos! Buenos días para ambos —caminó hasta ellos, se colocó en medio de los dos y los tomó del brazo con naturalidad— Andando, tenemos mucho trabajo por hacer, hay que recoger sus trajes y alistarlos para su sesión de fotos.

— ¡Wow Vox! Te ves muy animado el día de hoy —Luci se veía nervioso por la repentina confianza, pero no puso resistencia.

— Es un grandioso día Lucifer —exclamó Vox mientras caminaba con ellos hasta el ascensor— Hay mucho que hacer y esto solo es el inicio.

Los tres entraron en el elevador, se dirigieron hasta el primer piso del edificio, dónde estaba el departamento de arte, vestuario y atrezzo. Vox tarareaba la canción del elevador, aun habiendo salido de él. Tenía un aura radiante, que nadie ni nadie podía arruinar, o eso pensaba. A decir verdad quería llevarse bien con Alastor, pero también quería darse la oportunidad de conocer a Lucifer, fuera por estrategia o porque genuinamente lo deseaba, Vox tenía cierta curiosidad por saber cómo cautivó a Alastor para volverse un dueto, en vez de seguir como solista, así que iba a aprovechar esa oportunidad para congeniar con él y conocerlo mejor.

— Muy bien caballeros, por aquí —indicó el manager mientras avanzaba por el pasillo central hasta una de las salas— Esta vez iré detrás de ustedes, no quiero perder de nuevo a nadie —bromeó.

Lucifer solo rio avergonzado, un sonrojo leve se asomó en sus cachetes y encorvó su postura, Vox lo notó, así que se acercó a él para colocar una de sus manos en su hombro, le ofreció una sonrisa amigable para reconfortarlo. Lucifer solo le devolvió la sonrisa, algo nervioso. Alastor vio aquello con cierta desconfianza, arqueó una ceja, pero se limitó a guardar silencio; al final él también quería que ambos trabajaran cómo un equipo.

Vox se adelantó para tocar la puerta y Velvet desde dentro le indicó que podía pasar. Una voz familiar se escuchaba desde el interior; apenas al escucharla, Lucifer sonrió sin ocultar la alegría de saber que alguien familiar estaría ahí. Alastor, por su parte, no podía decir lo mismo, pero había hecho una promesa, así que hizo su mejor esfuerzo para sonreír, portarse bien, y no explotar en cuanto viera a aquel desagradable sujeto. En seguida entraron a la habitación, Adam volteó hacia la puerta para verlos, en un segundo su cara se transformó, y sin reparo fue hasta Lucifer para abrazarlo, apartando a Vox y a Alastor del camino.

— ¡Lulú! ¡Mi pequeña musa! —exclamó mientras sofocaba con un fuerte abrazo al más pequeño— Al fin puedo verte aquí, que alegría.

Alastor mantenía una postura relajada, aunque por dentro sentía arder todo su cuerpo ¿Tu pequeña musa? ¿De qué carajos estás hablando bastardo?  Pensó mientras cerraba fuertemente sus ojos y una mueca que simulaba ser una sonrisa se asomaba de su cara.

— Yo también te extrañé —respondió apenas Lucifer, ya que su amigo lo sostenía con fuerza— anda, me vas a asfixiar.

— Cierto —Adam soltó a Luci, volvió hacia su manager, quien estaba al lado de Al— Voxy, buenos días —dijo con una sonrisa— Alan —bajó su cabeza a manera de saludo, pero el tono de su voz había cambiado a ser más serio.

— Vaya, veo que esta vez madrugaste —bromeó Vox sin inmutarse por el comportamiento de Adam— pero nuestra reunión es en unas horas ¿Qué haces aquí?

— Vino a pedirme ajustes para su traje del Hanafest —interrumpió Velvet, rodando los ojos por ser ignorada y cruzando los brazos— Ya le expliqué que no puede romper su temática, pero sigue sin entender.

— ¡Vamos Velvet! Las bugambilias no son flores que vayan conmigo —excusó Adam mientras se señalaba con un dedo y con su otra mano volvía a abrazar a Luci— Demasiado cursis para mi historia.

Dueto de Flores || Appleradio AU HanahakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora