Capítulo 6: El charro negro

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Un escalofrío recorrió el cuerpo de Lucifer, un frío diferente a lo agradable que se había sentido cuando recién salió del establecimiento.  Era una sensación que te recorre cuando te das cuenta de que estás en grave peligro o has sido testigo de algo paranormal. En ese momento, ese preciso instante, su mente no pudo descifrar por qué exactamente, pero después de sentir una punzada en sus pulmones no tardó en descubrir que ya era tarde, un sentimiento se había estado cultivando dentro de él durante lo últimos 2 años; una palabra, que en las circunstancias actuales, daba terror: Amor.

Lucifer trató de disimularlo, lo más que pudo, en el corto trayecto que aún quedaba para llegar a su casa y despedirse de Alastor; sin embargo, para él se sintieron como kilómetros de distancia, y por más que avanzaba mientras platicaban, sus pies parecían pesados, enraizados en el pavimento, incapaces de moverse realmente de la situación en la que estaba. Se adelantó a Alastor, tratando de no ver su cara y así continuar su charla:

— Ya, ahora entiendo tu reacción —dijo el rubio— en realidad lo entiendo, Lilith también trabaja ahí, en algún punto le veremos —confesó sin tanta preocupación.

— Pero es diferente, tú si la amaste al grado del hanahaki —respondió Alastor mientras seguía el paso de Lucifer para ponerse de nuevo a su nivel.

— Es cierto, pero... —hizo una pausa reflexionando, eso significa que él no siente nada por Vox ¿Verdad? Se preguntó así mismo, solo podía confirmarlo si se atrevía a hablar— ¿Entonces por qué te preocupa verlo? —cuestionó tratando de no sonar invasivo. 

— No estoy preocupado —reclamó algo ofendido el más alto— Simplemente, no creo que para nadie sea agradable ver a una persona con la que tiene años de no hablarse.

No es molesto si no sientes nada por él... se decía para sus adentros sin saber la verdad de su amigo, que en realidad solo quería proteger su frágil ego de volver a verse vulnerable y a merced de alguien. 

— Tienes razón —se limitó a decir— Pero, si te es problema verlo, podemos buscar otra disquera.

— ¡Jamás! —interrumpió Alastor algo molesto, Lucifer lo miró sorprendido y entonces recobró su postura— No es necesario, él es asunto del pasado y esto es un tema profesional. No tiene por qué afectar nuestros planes, Luci.

— Entiendo —respondió algo confundido, pero no iba a cuestionar más a su amigo— Igualmente, si necesitas hablar, estoy aquí para ti Al, ¿Lo sabes? —preguntó dudoso, necesitaba la afirmación más que para el consuelo de Alastor, para sí mismo. 

— Lo sé Luci —respondió y coloco una de sus manos en su cabeza para despeinarlo— Te lo agradezco. 

Siguieron su camino en silencio. Alastor decidió irse a su casa, ya que le quedaba cerca, y mejor volver mañana temprano para preparar nuevamente todo e irse juntos a la disquera. Acordaron verse más tarde que ese día, y ciertamente eso, alivio un poco los sentimientos que Lucifer tenía que asimilar. Al se despidió y atravesó el parque que separaba ambas casas. Luci no se esperó a verlo macharse, entró de inmediato a su edificio, corriendo, subió las escaleras hasta el departamento, sus manos temblaban tanto por el miedo que apenas podía sostener las llaves, se le cayeron, una, dos, e incluso tres veces. Sentía que iba a ahogarse conforme no entrara a su casa y dejase atrás el estrecho pasillo. Finalmente, consiguió meter la llave al cerrojo con torpeza, abrió de golpe la puerta haciendo un gran ruido, cerró con paranoia la puerta, colocando el seguro, huyendo de su realidad. Su pánico era tal que aventó su guitarra sin darse cuenta, aventó su mochila y su traje en el sillón y avanzó hasta el baño de su habitación mientras desabotonaba su camisa y decía entre murmullos que fueron aumentando de volumen hasta que todo su departamento se inundó de su voz temblorosa y aterrada, pero no se dio cuenta. Competía contra su propio miedo, contra sus propios pensamientos intrusivos.

Dueto de Flores || Appleradio AU HanahakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora