Capítulo 14

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Esa mañana era evidente para Cyno que algo no iba bien en lo absoluto, algo estaba ocurriendo pero no sabía a ciencia cierta que era ese algo. Fue a hablar con Tighnari en su lugar, una de las salas de reuniones que jamás la usaban por la mala iluminación, consecuencia del enorme edificio de junto y por esa razón siempre olía a humedad, de vez en cuando ambos se escondían allí.

-¿No has visto a Kaveh?- Pregunto el peliblanco, Kaveh era siempre puntual a las grabaciones gracias a Faruzan, si no fuera por ella, el joven cantante llegaría tarde a todos sus compromisos.

-¿Por qué me preguntas a mi?- respondió Tighneri en un tono molesto.

-Siempre están juntos últimamente.- el productor sabía que provocaría el enojo de su amado pero aun así lo dijo, al ver su ceño fruncido, él sonrió al haber logrado su adjetivo.

-Oh por favor no tú también- se quejó el pelinegro, se dirigió al otro hombre con paso firme y se acercó a él. Redujo lentamente la distancia entre ambos hasta que Cyno se chocó contra la mesa de la sala de reuniones, hasta que llegó un punto que la distancia entre ambos era casi inexistente- acaso debo pasar tiempo con Kaveh para finalmente llamar tu atención del trabajo?

-Por supuesto que no, tu siempre tendras mi atención Nati- Cyno, vio la oportunidad para jugar un poco con su pelinegro favorito. Así que cuando este se acercó para besarle, este movió su rostro, haciendo que este besara su mejilla y soltó una pequeña risa.

-Eres cruel.

-Pero me amas, ¿ No es así?- dijo y beso la clavícula de Tighnari, el cual suspiro mientras todo su cuerpo temblaba, ellos jamás eran tan osados. Nunca fuera de la seguridad de sus hogares. Pero aquella adrenalina de ser besado por Cyno en su lugar de trabajo le provocaba electricidad en cada lugar en la cual Cyno lo había besado.

Entonces Tighnari empujó a su amante a la mesa y lo beso como hacía ya tanto tiempo no lo hacía. El trabajo los había mantenido a ambos tan alejados el uno del otro, ya no tenían momentos así entre los dos. Y Tighnari realmente extrañaba el calor del cuerpo de Cyno, realmente lo extrañaba, extrañaba el sabor de sus labios tanto que quería ahogarse en ellos.

-Nari, espera- dijo Cyno casi dolorido- estamos en el trabajo.

Pero al pelinegro no le importó, Cyno fue quien había empezado aquel peligroso juego, y debía hacerse responsable, Tighnari era un hombre muerto de hambre e iba a devorar a su amante. A pesar de las quejas, fue Cyno quien comenzó a tocar a Tighnari por debajo de la ropa. Tan perdidos el uno en el otro que no notaron la puerta abrirse. Desde el otro lado de la sala de reuniones un par de ojos los miraban sorprendidos.

-Lamento la interrupción- dijo una voz en la puerta de la sala de reuniones, era Alhaitham que los observaba perplejo y cerraba la puerta tras de sí. Ambos hombres miraban con horror a su observador accidental retirarse en silencio.

-Tendremos que matarlo- se apresuró a decir Cyno mientras se separaba de Tighnari. Este camino hacia la puerta hasta que su amante lo tomó de la mano deteniendo su paso.

-No, esa no puede ser la solución que encuentres para todos tus problemas Cyno- respondió con fastidio el pelinegro- siempre podemos pretender que absolutamente nada ocurrió y listo.

Ambos estuvieron de acuerdo con esa solución si Alhaitham quería saber sobre la naturaleza de su relación este hablaría con ellos, pero hasta entonces fingir demencia era lo único que se les había ocurrido a parte de matar a Alhaitham.

Tan pronto como pudieron asomaron la cabeza por la puerta para ver al hombre más alto marcharse por el largo y luminoso pasillo el cual chocaba con Kaveh. Este de inmediato lo tomaba del brazo y se marchaba con el rubio a rastras, haciendo que finalmente se perdieran de la vista de los dos productores.

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⏰ Última actualización: Apr 12 ⏰

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