El sonido de la alarma me despertó de mi sueño, del sueño que se había repetido múltiples veces a lo largo de la semana. Lisa estaba en él, protegiéndome, tomándome de la mano. Me decía que me amaba, como lo había hecho hace unos 3 años y medio. Casi cuatro años.
Escuché el llamado de Jung en su habitación. Me levanté de la cama y apagué el tintineo de la alarma que se repetía múltiples veces. Me acomodé el cabello en una coleta rápida y corrí por el pasillo hasta llegar a la habitación del pequeño Jung.
– Hola, angelito. – le dije mientras veía como se extendía por la cama y estiraba sus brazos a mi posición.
– ¡Mami! – gritó con entusiasmo. Me senté en la orilla de su cama y él se sentó a un lado de mí.
– ¿Cómo estás, mi vida? – le pregunté poniéndolo encima de mis piernas.
– Bien. – dijo con su tono inocente. – Quiero ir a la escuela. – chilló.
– Hemos dicho que en Octubre, ¿recuerdas? – acaricié su cabello despeinado y tracé una línea suave en su rostro. – Además, la tía Rosé y Nayeon te llevarán a ti y a Tom al parque acuático todo el día, ¿recuerdas?
Jung asintió animosamente y me abrazó por el pecho. Lo acurruqué en mi regazo y canté la canción que le había cantado desde el día de su nacimiento, aquella canción que memoricé el día que Lisa me mostró sus habilidades musicales. Me había aprendido la letra para mi bebé. Aún no le daba un nombre a la canción, pero pronto lo haría.
– Me gusta la canción. – comentó Jung.
– ¿Sí?
Jung movió su cabecita de arriba abajo y se aferró a mi cuello.
– ¿Mami te la enseñó? – me preguntó.
Su pregunta me tomó totalmente desprevenida. Jung había preguntado varias veces por su padre, le dije que era en realidad mami, pero ni una de manera tan directa lo hizo.
– ¿Mami? Sí, mami me la cantaba todas las noches, así como yo lo hago contigo.
– ¿Cuándo regresará de trabajar, mami?
Separé a Jung de mi regazo y lo puse en una posición donde pudiera ver sus hermosos ojos miel, idénticos a los de su mami. Su cabello era un rubio oscuro, sus labios eran gruesos y llenos como los de su madre y el color de su piel era como el mío. Tenía todo de su madre.
– ¿Por qué lo preguntas, Jung? – dudé impaciente.
– Tom dijo que cuando su otra mamá no está fue a trabajar. Mi mamá está trabajando, por eso no le he visto.
Intenté ocultar el dolor que eso me provocaba, sus palabras eran dolorosas y crueles al igual que sus pucheros y la inteligencia que había adoptado.
– Pronto regresará, mi amor. – lo abracé delicadamente hasta que el timbre resonó por toda la casa. – Ahora, ayúdame a escoger tu ropa para irte al parque. Anda. – lo bajé de la cama con sumo cuidado y le di una nalgadita amorosa para que se apurara a escoger su ropa.
Bajé las escaleras rápidamente y abrí la puerta de la entrada para dejar pasar a Rosé, Jeongyeon, Nayeon y Tom.
Jeongyeon llevaba a Tom en brazos y a Nayeon tomada de la mano con la suya. Eran una familia encantadora. Nayeon me había ayudado muchísimo con Jung, cuando yo estudiaba ella lo cuidaba y es por eso que conseguí mi título y pude conseguir un trabajo.
– Hola, Jennie. – me saludó Jeongyeon para después plantar un beso delicado en mi mejilla.
– Hola, Jeongyeon.
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sex instructor; jenlisa g!p
Fanfic"La primera clase es gratis." ADAPTACIÓN LISA G!P - 08.05.21//21.06.21- Créditos a ourseok.