Disfraz de ángel

Su primer amor...su único amor

~ Tú y la hermana Meng…son prometidos, respóndeme, Gu Xian.

Preguntó (o más bien afirmó) con la voz llorosa al hombre que entró al apartamento. El mismo lugar en el que compartieron tan bellos e íntimos momentos.

~ Así es.

Él solo le respondió ligeramente mientras se sentaba en el sofá.

~ T-ú…¿Por qué?...¿Cómo pudiste?

Realmente estaba sorprendido por la ligereza del hombre frente a él, trataba la infidelidad como si estuviera hablando del clima o algo así. Era en verdad muy doloroso ¿Quién era éste hombre? La persona que le sonreía y le miraba solo a él, quien le abrazó y besó con tanta ternura, el mismo que le susurraba palabras dulces al oído…era alguien así. Sintió como el corazón se le desgarraba. Entonces pensó en la hermana mayor que era tan amable y cuidadosa con él.

~ …La hermana Meng…es tan buena, ella…no se merece esto…

Antes de terminar de hablar fue interrumpido por la alegre voz femenina en el comunicador. En algún momento Gu Xian hizo una llamada.

~ Gu Xian, tú realmente…¿De dónde sacaste tantos tulipanes? Jajaja No sé que haré con tantos y los demás aprendices no dejan de hacer bromas jajaja

~ Son tus favoritos ¿Ya abriste tu regalo?

~ ¿Eh? ¿Hay algo más?...¡Ah! ¡Cariño! Jajajaja ¡Me encanta!

~ Me alegra que te guste, lo elegí pensando especialmente en ti.

~ Mira cómo hablas jajaja

~ Pasaré a recogerte más tarde. Tengo otra sorpresa para ti.

~ ¿Hay más?...vaya…Gu Xian, te amo tanto.

~ Yo también te amo, nos vemos más tarde.

~ Muy bien, hasta entonces.

Gu Xian colgó el comunicador y observó al joven que ni siquiera pudo reaccionar.

~ Será mejor que pienses bien lo que harás. Luo Meng es feliz ahora, no lo arruines.

Salió del apartamento sin mirar atrás. Xie Yan estuvo parado sin mover un músculo, hasta que reaccionó y se desmoronó sobre el suelo. Lloró amargamente cubriendo su pecho con sus manos, como si de algún modo pudiese salvar al menos un pequeño trocito de su corazón. No funcionó. Sintió un dolor desgarrador al descubrir el verdadero rostro del hombre que amó y una culpa profunda por la hermana mayor que cuidó de él con tanta sinceridad.

Su primer amor…su único amor, resultó ser solo una sucia infidelidad y él solo era el vergonzoso amante de Gu Xian.

(Fin del triste recuerdo ಥ⁠‿⁠ಥ)

Xie Yan había regresado a la habitación y se tumbó sobre la cama.

– Jajajajajajaja

Rio llenó de satisfacción.

– Incluso esa escoria puede hacer un mirada tan estúpida ¿eh? ¿Cómo pudo llegar a ser capitán siendo un desgraciado idiota? Jajaja…

Pero la risa se detuvo y la sonrisa se desvaneció en instante. Su expresión se enfrió y su mandíbula se tensó.

– ¿Fue divertido? Seguro que sí. Debió ser muy “divertido” tenerlo como un idiota de corazón devoto.

A diferencia de la familia Xie, que le causaba intriga, Gu Xian solo le dio asco.

– ¿Lo veías como a un tonto mientras te decía lo mucho que te amaba? ¿Fue tan divertido pisotear su amor? Bien…bien…ahora es mi turno. Sabrás lo que se siente que destruyan tu corazón sin piedad. Más que eso…lo perderás todo – dijo con saña.

Pero había alguien que le preocupaba: Luo Meng. La hija mayor de la poderosa familia Luo. Es la superior de Xie Yan en el Conservatorio Apolo y quien lideraba la nueva generación. Una mujer alta y delgada con impresionantes rasgos orientales. Además de increíbles dotes musicales. No solo fue amable con Xie Yan, sino que lo cuidó como a un hermano menor.

– Tsk ¿Cómo es que se enamoró de ese idiota?

Xie Yan se sentó frustrado y revoloteó su cabellera dorada con la mano.

– Es inevitable, Luo Meng también saldrá herida de todo esto.

Lo pensó y lo mejor sería decirle la verdad. Pero ¿Qué decirle? ¿Solo se presentaría como el amante de su prometido? ¿Qué sucederá entonces? Todavía está esa persona, Luo Ming, el hermano menor de Luo Meng.

– Pero es como Xie Yan, no le dijo nada a Luo Meng sobre la infidelidad. Ambos le han estado ocultando este asunto para protegerla, idiotas.

Volvió a recostarse sobre la cama lleno de pensamientos y frustración. Justo en ese momento tocaron la puerta, era la sirvienta Xu. Al poco tiempo salió del hospital y fue recibido por un hombre desconocido.

– Joven maestro, me presento, soy Ye Liang, desde hoy seré su guardaespaldas personal.