Disfraz de ángel

Misión

Al otro lado del universo, una gran nave de guerra se dirigía a gran velocidad hacía las estrellas gemelas. En esta se encontraba Gu Xian y un grupo selecto de la legión de Ares.

Gu Xian observaba el frente, mientras recordaba su reunión con el Almirante, su padre, Gu Xun.

(Inicio del recuerdo)

En una habitación privada en el hospital militar, rodeado del sonido de los aparatos médicos estaba Gu Xun. Era un señor mayor con cabello mayormente blanco y una tez enferma. Su voz estaba algo desgastada y sus ojos un poco opacos. Sin embargo, conservaba el orgullo del Almirante.

~ Esta misión es la más importante, está misión decidirá tu futuro, Gu Xian.

Dijo al hijo frente a él, quien le escuchaba con actitud respetuosa y atenta.

~ La legión Hades está ahora en la zona sur junto a su líder, ese mocoso. Al igual que las otras legiones están demasiado lejos, solo nuestro Ares puede tomar la misión encomendada por el mismísimo emperador.

Los ojos de Gu Xian vibraron imperceptibles ante las palabras de su padre.

~ ¿Entiendes lo que esto implica? El próximo camino lo define está misión. Entonces, esos viejos huesos en la legión y la familia Gu no tendrán nada que decir en el futuro. No necesitaremos bajar la cabeza ante la orgullosa y decadente familia Luo. Nadie será un obstáculo y nuestro poder se consolidará al fin.

Su rostro se volvió aún más serio y dio una orden.

~ Regresa con la victoria como a de lugar.

~ ¡A la orden, Almirante!

(Fin del recuerdo)

Gu Xian reunión a su gente de confianza y el equipo necesario en poco tiempo. Ahora se encuentran en un viaje para llegar a las estrellas gemelas. Cerca de estas apareció un agujero de gusano de donde salieron los zerg. Seguramente está misión será larga y peligrosa, pero la recompensa por ella vale cualquier riesgo.

~ ¡Cállate! ¡No quiero oírte! ¡No quiero verte!

La última vez que lo vio estaba tan diferente a como era antes. Recordó al Xie Yan del que se separó en el apartamento y el del hospital.

– Sigue siendo tan hermoso, no, incluso más.

Pensó mientras observaba las luces difusas frente a él.

– Solo un poco más, Yanyan, solo será un poco más.

Por su parte, Xie Yan había estado muy cómodo en la mansión estos últimos días. Luego de que la cena aquel día terminara abruptamente tuvo que reformular sus planes. También, se estuvo comunicando con Luo Meng y supo que su estado no era bueno. La partida de Gu Xian le afectó bastante.

– Siempre que intento contarle tiene que suceder cualquier cosa, tsk, que molesto.

Ahora era, probablemente, el peor momento para revelar la verdad. Mientras pensaba si ser un malvado sin corazón o no, recibió el mensaje del maestro de Xie Yan del Conservatorio Apolo. En este le instaba a regresar, ya que había estado ausente por un tiempo y su permiso finalizó hace unos días.

– Lo había olvidado, es cierto, Xie Yan hace música.

Se levantó de su cómodo sillón que cada día tenía más cojines encima y alrededor. Con pequeños saltos fue a alistarse. A veces le gustaba vestir recatado como un puro angelito y otros como un principito coqueto. Hoy, eligió el último en delicados tonos lavanda y blancos. Con cortes que revelaban parte de sus brazos y una fina línea en la espalda. También se interesó en los pendientes. Por ello, usó unos delgados y largos de oro.