A la mañana siguiente Xie Yan se aseó y vistió con una camisa blanca de escote en “v” y un pantalón suelto de mezclilla celeste que acentuaba su cintura. Pasó mucho tiempo frente al espejo arreglándose el cabello. Usó un pasador de plata para sujetar sus rizos a un lado de su cabeza. Cuando se sintió listo llamó a la sirvienta Xu para que le llevara el desayuno a su habitación.
Al terminar llamó al guardaespaldas Ye y suavemente extendió una caja pulcramente diseñada hacía éste. Con su ojos y labios sonrientes le dijo:
– Ten, es para ti, un regalo de mi parte para darte la bienvenida.
Esto sorprendió a Ye Liang, quien al reaccionar rápidamente se negó.
– No puedo aceptarlo, joven maestro.
Xie Yan no aceptó un “no” por respuesta y cogió la mano con cicatrices de éste y colocó la caja en su palma.
– Por favor acéptalo, lo elegí especialmente pensando en ti. Estaremos juntos por un largo tiempo, solo espero que nos llevemos bien.
Ye Liang observó las lechosas manos con dedos largos y rosados que sujetaban su tosca mano. El tacto era suave y cálido.
– Está bien, gracias, joven maestro.
Entonces las delicadas manos se retiraron de la suya, dejando la sensación aún persistente. Su gran mano cubrió la caja y su pulgar acarició la suave cubierta. Cuando levantó la vista vio los brillantes ojos del joven mirándole con expectación. Entendiendo el significado abrió la caja y dentro había un reloj. El diseño era simple, pero con detalles que denotaban la buena mano de obra. La saco del estuche y la puso en su muñeca bajo la feliz mirada del chico.
– ¡Te queda muy bien!
Dijo satisfecho mientras juntaba sus delicadas manos cerca de su lindo rostro sonriente. Ye Liang lo observó desde sus delicadas manos hasta el rostro junto a estos. Así es como es el joven maestro frente a él, todas sus emociones se expresan abiertamente en su cuerpo y su rostro…en especial en esos dos ojos celestes.
Salieron de la casa, con Xie Yan al frente y Ye Liang detrás de él. En un espacio donde el hombre no lo vio, lo ojos de Xie Yan cambiaron a una mirada escrutadora y sus labios de flor estaban ausentes de sonrisas. Luego se dibujó una sonrisa condescendiente acompañada de dos ojos malvados. El joven de “corazón honesto” solo existía para ser visto por Ye Liang.
Ambos hombres se dirigieron al Conservatorio Apolo en el corazón de Zenit. Xie Yan fue al lugar exclusivo de Luo Meng, necesitaba ver a su mayor. En el camino muchos estudiantes y profesores le miraron con curiosidad y asombro. No era para menos, ya que Xie Yan nació con una belleza de gran calidad. Incluso algunos quisieron acercarse a él, pero fueron repelidos por el corpulento hombre que le seguía.
– Bueno, es útil tenerlo cerca, fue igual en el centro comercial.
Cuando llegó tocó la puerta con decisión y recibió una respuesta de una melodiosa voz femenina. Entró primero y Ye Liang se quedó afuera esperándolo.
– Solo denme un momento más pronto…
Luo Meng dijo amablemente de espaldas a quien entró. Antes de terminar se dio la vuelta y se sorprendió al ver al joven de pie en la entrada.
– Hola, hermana Meng.
– …¡Ah! Xiao Yan.
Estaba gratamente sorprendida y abrazó al joven con alegría.
– Ven, rápido, no estés de pie.
Dijo llevándole a sentarse en el sofá junto a ella. Le sostuvo sus manos con las suyas y le miró de arriba a abajo con preocupación maternal.
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Disfraz de ángel
RandomPfff jajajaja...¡Ha sido difícil aguantar la risa al ver sus caras estúpidas a diario! Exclamó con locura desbordante en su distorsionada mirada y una sonrisa de regocijo que era simplemente perturbante. ¿Quién es un ángel? Ya está muerto hace much...