Capítulo #4

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Tierra 3

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Washington DC

WILLIAM

El día había comenzado bien, sin necesidad de que Mia fuera a despertarme me levanté y cambie. La verdad es que siempre me a costado trabajo hacerlo.

Y siempre que me pasa recuerdo que mamá me platico la ocasión en la que ella se quedó dormida frente a papá y él se burló.
Supuestamente habían ido a nadar y ella se quedó dormida encima de una de las rocas que están a la orilla.

[ Tal vez por eso lo mencionó durante sus votos ]

Desayunamos huevos revueltos con tocino y jugo de naranja de caja porque natural no encontré. Y odio que sea de caja, los azúcares artificiales son por mucho dañinos.

Mia tararea una canción que desconozco completamente, está lavando los platos y se mueve de un lado hacia otro. Está ansiosa lo sé. Pero confío en que todo salga bien.

—Mia escúchame, necesito que estés preparada para lo que esté por pasar dentro del D.E.S.U.

—Estaré bien William —me dice—, mamá me hizo prometer que no entraría en problemas.

—Entonces déjame explicarte algunas de las cosas.

—No por favor —pide—, siempre me has prevenido de las cosas pero hoy no quiero que lo hagas, quiero experimentar lo que pase en el D.E.S.U. por mi cuenta, sin que nadie me allá dicho nada con anterioridad.

—Es que...

—Tú ya pasaré por esto solo, ahora déjame a mí hacerlo por favor.

—Prométeme que serás prudente y cautelosa.

—Lo haré.

No sé si sea buena idea no decirle nada, conociendo a Mia estoy seguro que haría lo que fuera por salir de las instalaciones e ir en busca de madre. Así como quise hacerlo yo.

—William... ¿Crees en el amor verdadero?

—En definitiva —digo sin pensarlo dos veces antes de levantar la vista hacia ella.

—¿Crees que algún día lo encontraremos?

—Yo espero que sí. ¿Por qué preguntas?

—Bueno, es que me encantaría encontrar a alguien que me ame con todos mis defectos, que no busque cambiar nada de mí y que me ayude a mejorar como persona.

—Pienso igual que tú.

—¿Aún recuerdas los votos? —pregunta emocionada al sentarse al lado de mi en el sofá.

—Claro que sí —digo al verla a los ojos, mamá siempre dijo que tenía el color de papá y es verdad, aquel azul era exactamente igual al de él—, cierra los ojos e imagina —le pido y ella obedece—, mamá vestida de blanco y papá de traje negro, los dos están tomados de las manos y ella es la primera en decir; Cuando te conocí tenía planes, tenía un objetivo y con él tiempo lo cambiaste, cambiaste mi manera de ver la vida y de hacer las cosas. Me encontraba en un lugar oscuro, un lugar del cual pensé que no saldría, pero con tu generosidad, compasión e inteligencia me regresaste a la luz, me mostraste que aún la merezco, porque tú eres la luz de mi corazón y de mi camino.

Mia sonríe aún con los ojos cerrados y me emociona la idea de que ella tenga estos recuerdos.

—Papá después dijo: tenemos claro que nuestra historia no comenzó como lo habría hecho otra, aún así, me has dado la oportunidad de ser tu amigo, tu amante y confidente. He sido el hombro en que te apoyas, la roca en que descansas y próximamente el compañero de tu vida. Sé que nuestro camino no ha sido fácil y me temo que no lo será en un futuro, no obstante, te ofrezco mi amor incondicional y sobre todo mi compromiso eterno, porque seré el silencio que te acompañe cuando estés en la oscuridad.

—Hermosos votos ¿Verdad?

—Totalmente.

—¿Sabes a qué se refería con que su historia no comenzó como otras?

—Bueno, por lo que sé ni papá ni Pamela se enamoraron a primera vista, su amor creció con el tiempo que compartían.

—Mamá es una mujer muy bella, ¿Crees que haya tenido más parejas a parte de papá?

—No lo sé, nunca lo pregunté. Lo que sí recuerdo, es que en ocasiones mamá decía que papá fue todo un Playboy en ciudad Starling —digo al sonreír por el recuerdo—, le gustaba incomodarlo.

—Harkness siempre ha dicho que papá era un hombre muy guapo.

—Y valiente.

Se que papá tomó la decisión de dar su vida para que nosotros tuviéramos una mejor, solo que, en ocasiones pienso igual que Pamela.

»Él no debió ser quien diera el chasquido.

Recuerdo

—¡Por favor Pamela, los niños van a escucharte! —le pidió Agatha.

—¡¿Que no lo escuchaste?! —grito—, ¡Oliver no debía morir! Él no debía...

—Pero lo hizo. Y debes aceptarlo.

Un hombre había estado en nuestra ubicación, dijo ser el Doc. Strange y tenía que ser sincero con Pamela, confesó que papá no era quien daría su vida. O al menos no era lo que su visión había revelado.

Aquello la desestabilizó por completo.

—¡No debía dejarnos!

—¡Tienes que ser fuerte!

—¡YA BASTA! —exclama Nyssa desde el otro lado de la habitación—, ¡YA DEJA DE LLORAR!

—¡NYSSA!

—¡NO AGATHA ELLA TIENE QUE RECORDAR QUIÉN ES! —dijo al acercarse con determinación—, ERES LA PRIMERA BISNIETA DE ABRAHÁM Y BRISERKA VOLKOV. LA PRIMERA NIETA DE STEPHAN Y ZLATA, PRIMOGÉNITA DE ALEK; ENTRENADA POR RA'S AL GHUL... LA PRIMERA MUJER EN SER LA CABEZA DEL DEMONIO. Y SI PIENSAS LLORAR EL RESTO DE TU VIDA POR UN HOMBRE, HAZLO, PERO NO COMO LA LÍDER DE LA LIGA DE ASESINOS.

Las palabras de Nyssa son crudas, llenas de desesperación e impotencia.

—¡Y AHORA QUE TIENES DOS HIJOS PIENSA EN ELLOS! —exige—, A MENOS QUE QUIERAS QUE TENGAN LA MISMA VIDA QUE TÚ. POR QUE SI ES ASÍ —desenvaino su espada y la ofreció a Pamela—, ¡ACABA CON TU VIDA!... ¡ACOMPAÑA A OLIVER POR EL VALLE DE LA MUERTE SIN NECESIDAD DE PENSAR EN MIA Y WILLIAM.

Mi cuerpo tiembla al ver cómo Pamela observa con devoción aquella espada.

»Tal vez lo está considerando.

—Entiendo que te enamoraste de Oliver como jamás lo habías hecho en tu vida —continuo Nyssa en un tono más bajo—, pero por favor, ya reacciona. ¡No puedes seguir llorando, por qué... hacerlo no te lo devolverá!

 hacerlo no te lo devolverá!

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