TE IMPREGNASTE EN MÍ ®

Capítulo #2

Tierra 3

Ubicación actual;
Londres
Año 2046

William

El avión en que Mia llegaría estaba a 10 minutos de aterrizar, no sabía si estaba sola o venía con alguien de la liga, pero conociendo a madre, estoy seguro que la mitad de ese avión son hombres y mujeres que pertenecen a la liga.

Solo espero y que no se haya dado cuenta tan rápido.

Tengo tantos años fuera de casa que me resulta sumamente imposible no pensar en mi último día ahí.

Recuerdo

—Aquí es a dónde vengo cada vez que quiero hablar con él —me decía mamá frente a la tumba de papá.

En ella se encontraba grabando su nombre y estaba rodeado de flores blancas.

—Tu padre siempre fue un héroe —sigue diciendo—. Él me salvó muchas veces.

Mamá siempre se negaba en decirme exactamente que fue lo que pasó con él, así que esperando nuevamente su «Luego se los diré» suspiré al verla llorar.

»En sus ojos existe aún aquel sentimiento de dolor y soledad —Agatha me lo dijo en una ocasión.

Y era verdad, mamá se sentía sola, porque a pesar de haber estado en cada momento a nuestro lado, se y que ella habría querido que papá también lo estuviera y para ser sincero a mi también.

Luego de aquella visita mamá me permitió venir a su tumba cada vez que quisiera, dijo que podía escribirle cartas, que era una manera de hablar con él pues ella lo hacía desde el momento en que se fue de este mundo.

—Hola Pá —dije estando nuevamente frente a su tumba aquella tarde.

Se que estoy hablando solo pero no me importa, mamá les tiene prohibido que vengan a este lado de Nanda Parbat.
Tan solo nosotros tres somos los únicos que llegamos hasta acá. Pero se que Mia no vendrá por ahora.

—Me angustia hasta cierto punto no estar con mamá —le digo—. Me gustaría quedarme aquí con ella. Pero es necesario ir a esa misión. Así que no se cuando venga a verte. Aunque no dejaré de escribir —aclaro—. Te prometo que seguiré cuidando de Mia.

Me recosté sobre el césped y dejó salir un suspiro al mirar el cielo.

—Sabes, tengo miedo de que las cosas no salgan como están planeadas. Tengo miedo de que la misión se salga de control. Porque lo último que quiero es dispararle a alguien. También quiero evitar que mamá haga arder el mundo —confieso—. Se que la han culpado en el pasado por los ataques en varias ciudades.

La voz de mi madre viene a mi mente haciéndome recordar.

—Mamá siempre nos ha dicho que eres un héroe, aunque jamás nos ha dicho exactamente como fue tu muerte. La tía Sara dice que debemos entenderla porque no fue fácil aceptar que te ibas frente a sus ojos. Solo sé que ella te vio morir. Después, Sara me lo confesó; dijo que habías muerto en los brazos de mamá y que por favor dejara de preguntar cómo fue. Porque aún duele recordarlo —sigo hablando solo—. Te confieso que busqué información de ti en internet pero no encontré nada. Es como si no existieras. ¿Porque?