TE IMPREGNASTE EN MÍ ®

Capitulo #22

Tierra 3

Ubicación actual
D.E.S.U
Año 2046

MIA

Recuerdo de Mia

—Es tu vida o la tuya —dijo mamá durante un entrenamiento, tenía a ocho hombres a mi alrededor, todos y cada uno de ellos tenían espadas y dagas, en mi igual—, puedes responder al ataque en cualquier momento —me aconseja. Y justo en ese instante uno de los hombres suelta un grito y se lanza contra mí, sin pensarlo dos veces, una de mis dagas da justo en dónde quería, la espada que él cargaba cae al piso junto con el sujeto, mi daga favorita se clavó en su corazón. El resto de los hombres se deja ir al ver a su líder caído, con la espada que tengo evitó que algunos de ellos me lastimen, lanzó patadas a diestra y siniestra, pues estos hombres en verdad tienen como objetivo acabar conmigo. No obstante, no les daré el gusto, no ha pasado mamá todos estos años entrenandome cómo para que ellos dejen ver que no he apretado nada.
Aunque en el fondo sé que mamá no permitirá que me hagan daño ¿O si?
Lastimo a tres de ellos lo suficiente como para que no puedan levantarse, pero sin así quedan cuatro, uno de ellos se va directo a mi cuello pero logró esquivarlo  desenvainando al instante mi daga y le hago un corte en las costillas tal cual siempre me aconsejo la tía Nyssa, la herida es lo suficientemente profunda para que el hombre se retire de la pelea. Hora quedan tres, otro se acerca y me suelta un golpe con su espada directo en mi espalda, el dolor es insoportable, se me nubla la vista pero me mantengo de pie, sin saber cómo exactamente gire con fuerza y está vez la daga se hunde en el cuerpo del sujeto justo en la yugular y cae rendido —literalmente—, a mis pies. Otro de los hombres, me hace un corte en la pierna derecha haciendo que la sangre brote de inmediato. ¡Carajo!

—No pierdas tiempo —me ordena mamá.

Me muevo con rapidez a pesar de que la sangre corre directo al piso, el pulso se me acelera porque me concentro en el líquido que corre.

—Muévete —gruñe mamá.

Giro sobre mi tobillo hacia la izquierda logrando que el hombre caiga cuando mi espada le atraviesa el abdomen. El último me mira sin atacarme (aún) es el uno que lleva el rotro cubierto con una tela negra y eso me hace dudar, ¿si es alguien que conozco?

—¡No dudes! Ellos nunca lo harán por tí.

Entre cierto los ojos para ver mejor a mi oponente y es donde me doy cuenta de quién es.

—¡Pero es Will! —digo pero no hay oportunidad de hacer algo más cuando él se avanza hacia mí para atacarme con su espada—, ¡¿Pero qué?! —digo al girar y evitar que el filo de su arma me atraviese el cuerpo.

—NO CONFÍES NI EN TU SOMBRA.

Aquel comentario me distrae un segundo y es más que suficiente para que él me golpee en la cabeza haciendo que caiga inconsciente.

Fin del recuerdo.

—¿Eres tan buena contra cuatro? —cuestiona Jasen al instante que se deja ir contra mí, es rápido el idiota y con él agua que está en el piso pierdo el equipo para evitar que me golpe y me suelta un par de golpes en la cara que van directo a mis pómulos. Me tiró al piso y cuánto tengo la oportunidad meto una me mis manos entre sus piernas para hacerlo caer pues arrojó todo mi peso contra él. Ambos azotamos contra el piso y mi frente recibe el golpe principal.
¡Mierda!
Jason se queda tirado en el piso inconsciente pues el golpe que recibe en la cabeza me ayuda a que sea uno menos. Lena me maldice al instante en que me toma del cabello y suelta un par de golpes que va directo a mi ojo derecho.

—¡Maldita presumida! —masculla cuando quiere ponerme de pies. Pero en cambio le doy un par de golpes en el estómago lo suficiente para que se doblegue.

»¡Si! —Dice mi otro yo al ver que del cuerpo de Jason se encuentra una navaja, no tengo idea de dónde puso obtenerla pero me ayudará. Me safo del agarre de Lena y de nuevo caigo al piso y mis rodillas maldicen por mi acción. Tendré moretones. A la altura en la que me encuentro, me sirve para matarla en el ángulo que mamá siempre me aconsejo, no obstante, no quiero matarla, no aún. Así que optó por clavar la navaja en uno de sus muslos lo más profundo que pudo y le luego la muevo hacia la izquierda para que sus tendones se rompan y le sea imposible recuperar la movilidad. ¡Mamá estaría orgullosa!

—¡Hija de perra! —chilla al verse.

—Y si supieras cuánto lo es.

Maríah se me sube en la espalda antes de que siquiera pueda ponerme de pie y aprovecho su peso para hacerle una voltereta la cual la hace caer de espaldas y haciendo un sonido de impacto que, estoy segura resultará en alguna fractura de costillas. En el momento en que me pongo de pie. Mike Brown se arroja hacia mi y me tomó del cuello, su altura es una desventaja para mí pero puedo quitarmelo si quiero, tanto Nyssa como mamá me enseñaron a hacerlo, pero el agarre de sus manos sobre mis cuerdas vocales me hace cerrar los ojos. Por más que intento quitarmelo no puedo, la presión es cada vez mayor y casi estoy segura que chico podría ser pariente de HULK. Le clavo las uñas en sus hombros para ver si puedo provocar un daño pero él sigue con los ojos cerrados y haciendo más y más presión. ¡No me puedo morir!
El grito de alguien que no logro descifrar hace que Mike me suelte, caído de bruces al piso y es donde me percato que me había levantado. Mi cerebro está como loco, escucho jadeos de voces graves pero mi vista esta empañada, no logro ver nada.

—¡Liv! —creo que es Aza—, tranquila, intenta respirar.

Siento como mi garganta aun no alcanzará a tomar aire y una roz horrible sale del fondo de mi pecho.
Intento levantarme pero no puedo, mi cuerpo no tiene la fuerza suficiente para hacerlo.

—¡Estás sangrando! —dice ella y su tono me angustia más, mi cerebro aún no coordina a que debe darle prioridad, mis pulmones requieren aire y mi vista se esfuerza por ver quienes están a mi alrededor—, ¡James!

Por más que quiero tomar aire me cuesta. No puedo. Y eso me desespera, me llevo mis manos directas al cuello pensando que algo me dejó ahí. Pero no hay nada.

—¡Olivia escúchame! —la voz de él me hace dar cuenta que está a mi izquierda pero lo veo como si fuera un borrón—, ¿Puedes respirar?

Niego con la cabeza.

Me toma entre sus brazos y me carga para sacarme lo más rápido de ahí. No logro descifrar que hizo con mis ataques pero me mantengo concentrada en que necesito respirar. No puedo morirme, no puedo dejar a mamá y a William solos. No puedo morir a manos de unos idiotas. No cuando soy hija de Pamela y Oliver.

Segundos después James azota la puerta de lo que es la enfermería al instante en que grita pidiendo la ayuda del doctor Banner. Mis pulmones toman un poco de aire y pierdo la conciencia.

😬 Pobre Mia