El delirio de la madurez [Lapidot]

49: Juicio

Pov Lapis

Entender que me encuentro en una situación donde definirá el resto de mi vida es bastante aterrador. Hace mucho que no he recurrido a la oración para buscar cierto consuelo y suerte con lo que me ocurrirá en el juicio.

No puedo culpar a Margaret, de hecho tengo una pequeña pizca de esperanza al no ser nombrada en ningún momento.

Pero aún así Vidalia me lo advirtió y quizá por eso no me siento tan mal, pero eso no quiere decir que no lo esté del todo.

•••

Topaz me contó que la policía lo interrogó al igual que a todos los profesores de la escuela. Yo ya fui interrogada en cuanto me vinieron a buscar hace unos días y hasta ahora estoy esperando la resolución de eso, o sea que cuando termine la investigación se sabrá mi destino.

No es conveniente que renuncie, de hecho Topaz me dijo que esperara. De haberlo hecho sería solamente levantar más sospechas en mi contra y pues no quiero darle más problemas a mi madre.

...

A pesar de mi condición quise asistir al velorio de Margaret. Supe por Vidalia en qué lugar la estaban velando por lo que fui acompañada de mi madre... Tenía bastante nervio al pensar de que podía encontrarme con Peridot, sin embargo cuando llegué no la vi salvo a la madre quien estaba junto con otras personas.

—Lo siento mucho.—Me acerqué a la madre para abrazarla.

—Usted era la maestra de Margaret?—Dijo con su voz algo quebradiza.

—Así es. No podía faltar porque era una chica increíblemente buena en sus estudios, de hecho era la mejor a mi juicio.—Sonreí levemente mientras tomaba sus manos.

—Me alegra escuchar eso.—Se secó sus lágrimas con un pañuelo.—Mi hija siempre fue muy aplicada en todo, pero yo... Yo nunca supe todo lo que estaba sufriendo por culpa de ese...!!

No alcanzó a terminar la frase puesto que empezó a llorar fuertemente. Tratamos de calmarla y sacarla un poco, hasta mi mamá intentó hablar con ella en lo que yo regresaba para echar un vistazo al féretro.

Qué fuerte.

Se me hizo un nudo en la garganta cuando la vi ahí.

Su rostro lleno de paz, perfectamente arreglada y vestida... Como si hubiese esperado el momento para descansar de este mundo.

Es imposible no ponerse a llorar en esta situación y sentir impotencia por lo que pasó.

—Porqué nunca lo dijiste?—Puse la mano en el vidrio.— Si tan solo yo nunca me hubiese metido con Peridot tal vez tú y yo habríamos tenido más confianza. Me lo habrías contado?

Maldición!

No puedo negar que esto también me provoca cierta culpa. Debí haber sido una mejor profesora para ti porque probablemente tú buscabas a la persona indicada para que te sacara de ese infierno.

Te fallé Margaret... Ojalá me perdones desde allá.

•••

Así como asistimos al velorio teníamos que estar presentes en el entierro de Margaret. Prepararse para una despedida y sentir ese ambiente tan lúgubre no es lo mejor para mi, sobre todo el hecho de que sigo esperando una resolución en el caso del diario.

—Hija ya puedes bañarte.

—Gracias...

Tengo que ser muy fuerte y enfrentar esta tormenta porque de alguna forma saldré adelante, y si es que termino en la peor condición será por mi culpa.