...—Qué haces aquí tan tarde?
Peridot permanecía quieta en el primer escalón, sintiendo esa incomodidad por estar cerca de ella.
—Lo mismo pregunto. Acaso estás yendo donde la maestra?
La rubia no pudo contener su vergüenza, a lo que la otra chica simplemente le dio la espalda y se limitó a decir algo.
—Adelante.—Estiró su brazo indicando que tenía el permiso para bajar.
Peridot comenzó a bajar los escalones, pero se detuvo en donde estaba ella sentada para luego estar a su lado.
—Creo que ni siquiera merezco tu perdón, Margaret.—Suspiró Peridot y abrazó sus rodillas.
—La verdad me da igual, de hecho no sé porqué estás sentada aquí si tu objetivo es ir a tener sexo con la maestra.
—Lo dices como si fuera algo tan fácil. —Rió Peridot a la vez que sentía los nervios alterarse en su cuerpo.
—Pues para ti lo es. Tienes el privilegio que toda la escuela desearía. Entonces se me hace bien tonto que sigas aquí, a menos que estés sintiendo lástima por mi.
—No es lástima. Solo quiero quedarme aquí, es todo.
—Oh genial.—Se levantó.—Buscaré otro lugar para dejarte tranquila y pienses en ir a la habitación de la profesora. Y no te preocupes, jamás diré nada... Me llevaré a la tumba el secreto.—Sonrió.
—Margaret!—Peridot agarró su brazo y la detuvo.
—Suéltame quieres!?—Se zafó de su agarre para posteriormente darle una cachetada.—Qué pretendes eh!? Consolarme acaso!? Porque si es así no necesito nada de ti!!
Margaret bajo rápidamente las escaleras tomándose el vientre. Peridot quería seguirla pero sabía que ya era tarde acercarse a ella.
...
Pov Peridot
Esta situación me hizo no poder avanzar hacia la habitación de mi maestra. Toda la emoción que sentía se esfumó y que bien...
Porqué me siento tan miserable?
Ya no se que pensar.
No se nada de nada.
...
Empecé a sentir ruido desde el piso de arriba. Las luces que reflejaban la ventana de afuera me hizo notar que había amanecido. Prendí el teléfono y eran las diez de la mañana.
Me levanté con un enorme dolor en el trasero debido a la posición en la que me encontraba, y en realidad no pude dormir pensando en todo lo que me ha pasado en este viaje.
Regresé a la habitación de las chicas y cuando abrí la puerta Nancy estaba saliendo ya vestida y todo.
—Peridot! En donde estabas!?
—En la escalera.—Contesté y al segundo solté un estornudo.
—Y con el pijama puesto!?—Me agarró los brazos para zamarrearlos.—Quieres pescar una gripe!? Sabes que ya casi llega el invierno!?
—Lo siento.—Contesté cabizbaja.—No podía dormir, pero ahora que veo las camas me bajaron las ganas.
—Y no piensas desayunar?—Arrugó sus cejas.
—Si puedes me traes algo, de lo contrario después iré por mi cuenta.
—UHHH Peri!! Tienes resaca mujer!—Amatista me dio un palmazo en la espalda.—Te traeré un buen café para que te actives!
ESTÁS LEYENDO
El delirio de la madurez [Lapidot]
Romance"Aunque hayamos nacido en diferentes tiempos pareciera que solo tú entiendes mejor mis sentimientos que cualquiera." Lapis al graduarse de pedagogía decide ejercer su profesión en una escuela normal, haciendose cargo temporalmente de una clase en es...