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Hao llegó y se volvió a sentar con Hanbin, este ya ni siquiera se molestó en querer botarlo, simplemente se durmió.

La manera en la que Hao perseguía al pelinegro era diaria, incluso una vez lo acompañó hasta el estacionamiento esperando que le dijera algo más que sus simples palabras tan secas.

—¿Qué mierda quieres? —preguntó antes de subirse a su auto

—Nada... sólo quiero que llegues seguro a tu casa

—¿Y a ti que te importa? —se subió al vehículo y se fue dejando solo al castaño

...

—Voy al baño

—¿Y porqué me lo dices?, ¿acaso me importa? —respondió el pelinegro volviéndose a dormir

Hao se levantó y caminó hacia el baño, después de orinar se sintió frustrado, ¿a lo mejor tenía que ignorar a Hanbin para que le haga caso?, pero eso no tenía sentido, sería mucho peor ya que a él ni siquiera le importaría que se aleje.

—¿Tu eres Hao? —preguntó una voz familiar, al girarse reconoció al chico

—Oh, tu eres el que estaba el otro día con Ricky... te llamas Gyuvin... ah... ¿q-qué haces? —se quedó paralizado al sentir que este empezó a frotar sus nalgas

—Eres tan lindo que cuando te vi me dejaste con ganas —comenzó a besarle el cuello y lo subió encima del lavado y frotó su miembro con el suyo sacándole gemidos al contrario —incluso gimes tan lindo, vas a hacerme venir

Mierda... ¡¿porqué todos se me acercan menos Hanbin?!

—Espera... detente... yo no te conozco

—Eso no es necesario para disfrutar —se bajó un poco el pantalón tomando la mano de Hao para que tocara su pene —ah... incluso tus dedos son tan lindos

Le desabrochó el pantalón al castaño ingresando un dedo en su entrada escuchándolo expulsar sus jadeos.

—Mgh... mgh... pensé que... tu y Ricky tenían algo...

—¿Algo? —rió ingresando otro dedo

—¡AHH!

—Aquí nadie tiene nada con nadie, todos cogen entre todos porque se siente bien

—Mgh... mgh...

—Y veo que a ti te gusta eso —sonrió sacando un condón de su bolsillo para abrirlo y colocárselo —espero que gimas tan fuerte para que los directores escuchen

—Espera, no lo hagas... ¡AHH!, MIERDA... MGH.... AH... PARA... NO... NO... MGH...

—Sí, sí, así, sigue —se acercó a sus pezones empezando a succionarlos

—Espera... ahí no... mgh... mierda... ah...

Hao cerró los ojos dejándose llevar, se sentía tan bien que no podía decir que no le gustaba, pero aún así este chico no era con quien quería tener sexo, y le molestaba el hecho de que se sigan acercando cuando él quiere reservarse para alguien más.

De pronto mientras sentía que se iba a venir, observó una silueta parada en la puerta. La excitación no le hacía abrir los ojos bien, y cuando lo hizo notó que se trataba de Hanbin.

Tough Love | HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora