Tough Love | Haobin

XVII

Hao se encontraba en el nuevo trabajo que había conseguido tratando de concentrarse, aun seguía pensando en el viaje de Hanbin a Estados Unidos, ni siquiera había terminado el semestre y ya tenía la vida decidida.

Aún recuerda su conversación después de aquella noticia, y es que le dijo que si eso era lo mejor para él que lo tome. Dando a entender que no importaba lo que ellos tenían, que lo más importante era su futuro. Pero justo ahora no estaba tan seguro de haberle dicho lo que en verdad pensaba.

Los días pasaban y ellos se veían menos, el castaño se sentía que él se estaba alejando lentamente de Hanbin para que no le doliera cuando se vaya. Después de todo no eran novios ni tenían algo formal, no le podía doler algo que ni siquiera fue serio.

En cambio, Hanbin sentía la distancia de Hao y se preguntaba el porqué de eso si antes siempre estaba pendiente de sus llamadas y mensajes, ahora se demoraba en contestar o directamente no lo hacía. Empezó a creer que se había aburrido de él.

...

El pelinegro llegó al salón viéndolo casi vacío. Después del anuncio de agresión asexual, no sólo a Hao sino a varios alumnos y alumnas de la escuela, la reputación de esta cayó en picada.

En todas las noticias salió todo lo que hicieron, las cosas que grababan y como también cometían bullying a los que tenían menor nivel económico.

Algunos de los denunciados fueron al reformatorio mientras que otros fueron cambiados de escuela gracias a que sus padres tenían el dinero suficiente como para pagar a todos los medios que no difundan nada de sus hijos.

Pero la noticia que más afectó a Hanbin fue enterarse que Sunoo había sido una víctima más, cosa que Yeonjun le confesó a la policía, en se momento lo quiso matar, pero lo detuvieron. Le deseó todo el mal posible y regresó a su casa a llorar toda la tarde. Necesitaba un abrazo para afrontar su dolor y pensó en Hao, pero este no le contestó.

Hao llegó a clases y se sentó en un asiento alejado al de Hanbin, en ningún momento se dignó a verlo, cosa que el pelinegro no entendía en absoluto, simplemente cortó lazos con él sin decirle nada.

Empezó a creer que era un repelente de personas, que no importaba que tipo de personas se acerquen, eventualmente se terminarían alejando de él. Quizás nació para estar sólo y tenía que afrontar aquel cruel destino.

...

—¿Estás bien, hijo? —preguntó el hombre con cierta preocupación al ver a su hijo comer con el semblante decaído

—Ah... no lo sé —se encogió de hombros, no sé como sentirme...

—¿Temes dejar atrás a tus amigos cuando te vayas a Estados Unidos?

—No tengo amigos, papá... nunca tuve amigos de verdad

—¿Alguna novia? —el contrario se quedó callado ante esa pregunta —entonces si hay alguien...

—Pensé que había alguien pero...

—¿Pero?

—No fue nada serio... —suspiró —yo... quería que fuera serio pero no sucedió y creo que es mejor dejarlo así...

—Mhmm...

—Teníamos algo pero... —trató de evitar mencionar un "él" ya que su papá no sabía que era gay y no sabía como se lo iba a tomar si se enteraba —al principio empezamos como algo fugaz pero me empezó a gustar su presencia así que le pedí que nos viéramos más seguido... al mismo tiempo pensé que también sentía algo por mí, pero en las últimas semanas me empezó a ignorar, intenté saber porqué, le llamé, le escribí pero nunca me responde...

—¿Aún la extrañas?

—Sí... mucho —suspiró —quería decirle si... quería venir conmigo a Estados Unidos, pero me interrumpió diciendo que debo ir porque estaré mucho mejor allá que acá y se me abrirán las oportunidades

—¿Sus padres estarían de acuerdo con que viaje?

—No tiene padres... vive solo... ¡sola! —corrigió de inmediato —recibió un beca para la escuela y este año recién llegó, nos hicimos muy cercanos desde entonces, así que pensé que no le molestaría venir conmigo, después de todo no tiene nada aquí, se la pasa en diferentes trabajos y no gana lo suficiente

—Ya veo... —el hombre bebió su taza de café a punto de responderle a su hijo, pero en ese momento recibió una llamada y la conversación se dio por terminada

No le molestaba que a Hanbin le gustase alguien de otra clase social, era lo que menos le importaba, sólo quería que su hijo fuera feliz. Nada más.

...

Los boletos ya estaban comprados. Hanbin viajaría en dos días y aún no había vuelto a establecer contacto con el castaño. Aunque le molestaba el hecho de que este lo esté ignorando, al menos quería despedirse.

Esa tarde, después de clases, lo siguió hacia su casa sabiendo que de ahí no se podía escapar. Le pareció triste incluso el hecho que tenía que pasarse dos horas yendo en bus para llegar a la escuela. Y después llegar para ir a trabajar en su turno nocturno.

Se estacionó en una esquina y logró verlo entrando a su casa, rápidamente salió del auto y corrió hasta su casa antes de que cerrara la puerta.

—¿Hanbin? —se sorprendió al verlo parado ahí

—Tenemos que hablar

—No deberías estar aquí —trató de cerrar la puerta pero este se la impidió

—Me iré en dos días —dijo dejando congelado al castaño —no entiendo porqué dejaste de hablarme, pero no quiero irme de Corea sin antes despedirme de ti... ¿puedo pasar?

Hao simplemente asintió y lo dejó entrar, no tuvo otra opción, no logró evitarlo hasta el día en el que se vaya, cosa que era su plan desde el inicio.

—Está... todo desordenado...

—Eso no me importa —sonrió levemente —¿tienes comida?, no he comido nada en todo el día

—¿Cómo que no? —se alarmó por aquello y empezó a buscar algo en el refrigerador para cocinar

Hanbin se sentó en el empolvado sofá sonriendo por la manera desesperada en la que Hao empezó a sacar ollas. Era adorable. Al menos supo que todavía se seguía preocupando por él.