Hanbin acostó a Hao en el colchón, que literalmente estaba en el suelo. Estando debajo de él le empezó a quitar la ropa, empezando con su camiseta, la cual alzó para lamer su abdomen hasta sus pezones, los cuales mordía suavemente.
—Ah... ahh...
—Apenas te toqué y ya se pusieron duros —mencionó al apretar sus pezones rosados
—Mgh... —arqueaba su espalda ante el tacto
El pelinegro no quitó sus manos de ellos, los seguía pellizcando a pesar se estar entretenido con su cuello. Después, se dirigió al lóbulo de su oreja, el cual también lamió.
—Ahh... Hanbin... me siento tan tuyo...
—Lo eres —susurró —te ves tan lindo de esa manera, con tus mejillas rojas y tu boquita abierta con ganas de pedirme más —se acercó a esta y escupió dentro
Siguió pellizcando sus pezones mientras el contrario se retorcía en las sábanas sosteniendo estas con fuerza. De pronto, el pelinegro se detuvo y se quitó toda la ropa. Se acostó en el colchón y le pidió a Hao que se coloque encima para darse placer mutuamente.
Este le hizo caso a todas sus órdenes, estaban en la conocida pose del 69, algo excitante y cosa que los amantes normalmente no suelen hacer.
Se colocó el miembro de Hanbin en su boca mientras este latía su entrada introduciendo su húmeda lengua. Hao trataba de masturbar al pelinegro, pero este se lo impedía con su maravillosa lengua. Lo hacía ver las estrellas con sólo sentirlo ahí abajo. Pero aún así siguió.
El placer le hacía querer dar mucho más placer, como si fuera una competencia por ver quien excita más al otro. Cosa que terminó perdiendo el castaño porque se vino antes.
—Manchaste todo mi pecho, ¿no piensas disculparte? —mencionó el contrario al cambiar de posición
—Lo siento
—¿Qué dijiste? —le dio una cachetada repentinamente haciendo que Hao sonría con ojos de deseo
—Lo siento, Hanbin
—No te pienso perdonar, mereces un castigo por ser un chico malo —se sentó en el filo de la cama y lo tomó de la cintura haciendo que se acostara en su regazo boca abajo, es esa posición le comenzó a dar nalgadas seguidas, una más fuerte que la otra logrando que este soltara gritos de placer
—¡AHH!... ¡AHH!... Han... ¡BIN!... Mierda... más, más, más fuerte... ngh...
El pelinegro no era alguien que atendía órdenes, pero las súplicas del contrario le excitaban tanto que lo golpeaba sin respeto dejando su culo enrojecido y adolorido.
Minutos más tarde, lo tiró sobre el colchón como su fuera una pluma y lo nalgueó una última vez antes de introducir su pene dentro de él sin aviso previo.
—¡AHH! —gritó cerrando los ojos con fuerza sintiendo la mano de Hanbin sobre su cabello jalándolo hacia atrás para que se mantenga erguido y evitando que se acueste sobre la cama
En esa posición lo folló cómodamente y le tapó la boca para impedir que saliera algún ruido de él.
—¿Te encanta que sea duro contigo? —el contrario asintió rápidamente, al mismo tiempo sentía las fuertes embestidas sacudiendo su interior
El pelinegro tomó uno de sus pezones y lo pellizcos observando como el castaño se retorcía, pensaba quedarse en aquel lugar provocándole placer, pero pensó que sería mucho más divertido si lo masturbaba.
Al sentir la mano del contrario sobre su dura carne, Hao arqueó más su espalda casi sintiendo el torso de Hanbin detrás de él.
—Mgh... mgh... mgh... mgh—su cuerpo temblaba, las estocadas eran cada vez más rápidas, el sudor abundaba, y de sus ojos salían dulces lágrimas al sentir su viente revolotear y su pene botar el líquido pre-seminal
—Deja de apretarme de esa manera porque me voy a correr en ti —susurró el pelinegro al contrario soplando en su oreja
—Mgh, mgh, mgh... —inhaló aire de forma profundamente antes de venirse totalmente, pudo haberle dicho a Hanbin con anticipación, pero este le mantuvo la boca cerrada todo el rato
—Manchaste tus sábanas... —rió —de todas maneras no las necesitas, porque ya tienes nuevo departamento —salió de él para girarlo boca arriba y al observar su boca entreabierta, tuvo ganas de venirse en ella
Así que jaló la cabeza de Hao hasta su miembro para que lo succione hasta venirse dentro de esta. Sin embargo, en vez de dar por finalizada su gran muestra de amor. Hanbin introdujo su pene dentro del castaño para correrse dentro de él también.
—Mierda... Hanbin... mgh... —arañaba su espalda al no soportar el nivel de placer al que se enfrentaba —me voy a venir de nuevo...
—Esa es la idea —sostuvo su mandíbula para mantener su boca abierta y volver a escupir dentro de ella —es tan sexy ver tu cara de esta manera que no puedo imaginar como se sentirán los próximos chicos con los que vas a follar cuando me vaya
—¿Te excita pensar eso? —sonrió —porque van a ser muchos... ngh... mgh...
—Espero que sean tantos que te dejen sin caminar por meses —sostuvo su cuello —y también deseo que pienses en mí cada vez que folles con ellos
—Lo haré... mgh... ¿tu también pensarás en mí cuando folles con tus chicos americanos?
—Claro que sí —aumentó la velocidad por última vez logrando venirse al mismo tiempo que Hao, soltando todo su semen dentro de él
Ambos soltaron un gran suspiro. Hanbin cambió la posición quedando debajo de Hao, pero sin sacar su pene de su entrada. Quería quedarse así el resto de la noche.
—Qué rico... mgh... —sintió el pecho del pelinegro y frotó su rostro en este
—¿Estás temblando? —preguntó al percibir algunos espasmos del cuerpo del castaño
—Mis piernas siguen temblando solas... nunca había experimentado eso
—¿En serio? —sonrió —eso significa que lo hice muy bien —susurró —para que no te olvides de mí
—Jamás me voy a olvidar de ti, Hanbin —lo miró a los ojos con sinceridad —tú ya tienes una parte de mi vida
—Y de tu cuerpo también —bromeó observando la ligera sonrisa del contrario —Hao...
—Dime
—Vas a ir al aeropuerto, ¿verdad?, ¿irás a despedirte de mí?
El castaño tragó en seco ante esa pregunta, realmente tenía pensando no ir, y de esa manera, no le dolería despedirse. Pero ahora que Hanbin se lo estaba pidiendo era mucho más difícil.
De todas formas, para no entristecerlo, respondió lo que él quería escuchar.
—Claro que sí...

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Tough Love | Haobin
Fiksi PenggemarHao miente para encajar en una escuela de élite, donde se termina enamorando de Hanbin, el chico más codiciado del lugar y a pesar que los demás se acerquen a él por interés, lo único que el castaño quiere de él es sexo. ~> No apto para personas sus...