Deseo. 🔥

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El parque recreativo donde Vegas había llevado a Pete y Phayu era tranquilo y poco concurrido, solo habían padres e hijos jugando, niños en los juegos y unos que otros adultos charlando. No tenía idea que existía un lugar así, Phayu inmediatamente se soltó de su mano y fue a jugar al tobogán.

- Sabía que le gustaría este lugar. - Sonrió Vegas.

- ¿Cómo conocías este lugar? - Pete sentía curiosidad ya que ni él mismo conocía un sitio así.

- Mi oficina queda cerca de aquí y se puede ver desde la ventana a los niños jugar. -

- ¿Te gustan los niños? - La forma en que Vegas hablaba sobre los niños era contario a la imagen de Playboy que proyectaba, Pete cada minuto que pasaba con este hombre se sentía mas intrigado.

- Fui hijo único hasta que mi madre volvio a casarse, despues tuve un medio hermano, siempre quise tener una familia propia. - Sinceramente no entendía, este alfa dominante era un completo misterio para él, fijó sus ojos en su rostro afilado y su mente volvió a aquella noche cuando lo conoció.

- ¿Qué pasa? - Vegas notó su expresión y cuestionó.

- Nada. - Pete sacudió la cabeza volviendo en sí. - Es solo que nunca imaginé que fueras alguien tan... diferente a lo que me imaginaba. -

- Me atreveré a preguntar ¿Cuál fue tu primera impresión acerca de mi? -

- Sinceramente... pensé que eras de una sola noche. -

- Eso fue al principio, pensé que una noche contigo sería suficiente hasta que probé tus labios y todo de ti, no fue suficiente, luego escapaste y me obsesioné. -

- Esa fue mi primera vez en mucho tiempo. - Se preguntaba como reaccionaría Vegas si supiera cuanto tiempo.

- Entiendo que cuando estás separándote pueda pasar mucho tiempo y quieras algo de diversión, pero me sentí usado cuando volví a erte con tu hijo. Te malinterpreté. - Pete se sorprendió de la deducción de vegas, si tan solo supiera.

- Ambos no malinterpretamos. -

- ¿Me darás otra oportunidad Pete? - La gran pregunta era ¿Se daría una oportunidad a si mismo? No entendía las complejidades del amor, nunca había experimentado nada parecido como lo que sentía con vegas, su obsesión estaba llegando a niveles que no podía explicar o definir.

- Esa mirada en tus ojos me indica que estás dispuesto. - Vegas acercó su rostro al de Pete y sonrió, desde este punto de vista se podia distinguir cada detalle, el color de sus ojos y la forma en que lo miraba no le quedaba duda alguna que caer profundo por Vegas sería un delicioso error.

La cabeza de Pete daba vueltas por la complejidad de los sentimientos que su corazón sentía, no podía controlar sus pensamientos, cada mirada y cada coqueteo le recordaba de una forma diferente lo ocurrido la noche en que conoció a Vegas.

Llegando a su apartamento Vegas llebaba a su hijo en brazos, Phayu en algun momento se había quedado dormido, se habían divertido y en general fue un buen día.

- Puedes dejarlo en la cama. - Le dijo a Vegas, Phayu fue depositado en su pequeña cama en una habitacion decorada con autos de carrera.

- Es un buen chico, has hecho un gran trabajo con él. - Pete sabía que sería difícil para él sólo criar a Phayu, pero sabía que de alguna manera estaba haciendo su mejor esfuerzo, solo que escucharlo de alguien más lo hacía sentir bien.

- Gracias. - Fue todo lo que dijo mientras salían de la habitacion pequeña.

En la cocina todo era silencioso, la sala que conectaba con el comedor para cuatro personas estaba lleno de los juguetes de Phayu y cuadernos de dibujos de Pete, todo era una desastre, pero era un precio a pagar por tener un hijo pequeño en casa, Pete amaba este ambiente, tener cosas que le recordaban a su hijo mientras trabajaba en el comedor o mesita del té, nunca sabía cuando podría llegarle la inspiración para uno de sus diseños.

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