La fiesta de beneficencia.

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Pete salió del baño de habitación con el cabello mojado y una bata de baño, fue a ponerse la ropa que usaría para la fiesta, al menos los pantalones y un centro, se pondría lo demás después, iba a secarse el cabello, pero reflexionó mejor y salió a la sala a ver a los dos hombres de su vida.

Vegas estaba sentado en el suelo con las piernas cruzadas, su chaqueta negra estaba pulcramente doblada en el brazo del sofá y solo lleva una camiseta, del otro lado de la mesita central de la sala estaba su hijo Phayu, se habían enfrascado en un juego de monopoly y al parecer Phayu iba ganando. - ¿Quieres que ayude a secar tu cabello? - Preguntó Vegas cuando lo vio salir y conectar la secadora.

- ¿Estás pensando rendirte? - Pete bromeó con el adulto.

- Si, bueno si continúo me dejará en quiebra. - Vegas sonrió y sacudió el cabello de Phayu.

- Estoy bien, dame algo de tiempo y estaré listo, además dentro de media hora vendrá Porsche a ayudarme a cuidar a Phayu. - Está semana era el turno de Pete con Phayu, extrañaba a su bebé todos los días que no estaba con él y al parecer su niño ya se había acostumbrado a esta rutina. Ésta noche era la fiesta anual de beneficencia de una ONG de la cual Vegas es filántropo, Pete estaba invitado como su acompañante y Vegas se veía impresionante como siempre. Adoraba verlo vestido de negro de los pies a la cabeza y en esta ocasión había dejado su chaqueta de cuero y lleva una de algodón que lo hace ver tan elegante.

Decidió vestir de negro también para combinar y no dejar la menor duda de quien es su pareja está noche, el cuello alto le hace ver más estilizado y su cabello y maquillaje sabía que le encantaría a este hombre que no perdía un segundo sin elogiarle.

Dirigió su mirada al sofá donde estaban ahora Phayu y Vegas y nuevamente pudo notar el parecido de padre e hijo, Vegas bebía una caja de Lactasoi y Phayu otra, ambos tenían una pierna sobre la otra y el cabello negro del niño crecía cada vez para parecerse al de su padre. Pete creía que en algún momento Phayu crecería idéntico a Vegas y no se podría negar la paternidad. Debía hablar con Vegas, Pero nunca tenía la oportunidad.

Su cabello ya estaba seco y peinado cuando el timbre de la puerta anunció que Porsche ya estaba aquí. Fue a abrir y su amigo lucía decaído por unos segundos antes de lucir su típica sonrisa, Pete sabía que algo andaba mal con su amigo y no queria decirlo. - ¿Dónde está ese niño travieso? Mira lo que trajo P'Po. - Porsche entró sin esperar invitación y le entregó a un Phayu muy emocionado que corría hacia él, una consola pequeña de videojuegos.

- Porsche te juro que este niño está más mimado por ustedes que por sus padres. - En el segundos en qué lo dijo se arrepintió, ese niño no era solo suyo y su verdadero padre estaba aquí, Vegas no vió crecer a Phayu, se perdió los mejores años de su vida y Pete estaba seguro habría sido un excelente padre que no pudo mimar a su hijo.

- Te prometo que no se quedará despierto si eso te preocupa, solo jugará una hora y luego me llevaré la consola a casa. - Porsche le prometió a Pete levantando dos dedos, había una regla acerca de las pantallas con su hijo, Pete quería mantenerlo alejado de ellas el mayor tiempo posible, es por eso que tenía libros para colorear y juegos de mesa para su hijo. No quería que fuera adicto a las pantallas.

- Bien, pero si lo malcrías te vas a arrepentir. - Porsche asintió con la cabeza y saludo a Vegas antes de sentarse con su hijo.

Vegas y Pete entraron a la habitación juntos, su novio, que bien se echaba eso 'novio', Vegas se sentó en la cama mientras lo veía maquillarse. - Sabes que amo tus labios rojos. - No era una pregunta, era un elogio de los que nunca faltaban desde que empezó a salir con este alfa. Se acercó y besó su cabello.

***
En la fiesta todos las miradas se dirigieron a ellos mientras hacían su entrada, Pete no era nada tímido y estaba acostumbrado a ser el centro de atención de vez en cuando, sus desfiles de moda eran famoso y hace poco se había celebrado uno que fue todo un éxito, junto con la campaña de publicidad de su agencia favorita, era más conocido ahora y todos querían saber cómo inició su romance con uno de los herederos de la familia Theerapanyakul, lo que aparentemente no se sabía es que su madre lo había repudiado, al parecer la familia queria mantener eso bajo la mesa para evitar el escándalo. Hipócritas.

Durante la antesala de la cena se llevaron a cabo varios actos artísticos, acróbatas colgaban del techo de telas gigantestas, bailes y cantos. Muchos artistas mostraron sus talentos y se subastaron artículos pequeños, los artículos grandes se subastarán durante la cena.

- ¿Quieres tomar algo de aire fresco? - Vegas nunca se alejaba de su lado, decía que este era un mundo de tiburones y que Pete podría ser abordado por algún alfa buscando emparejarse con algún Omega despistado. Si claro, porque Pete era un Omega que no sabía cómo defenderse. Decidió dejar que se sintiera como un caballero protector está noche y lo siguió a un balcón.

La vista desde esa casa era espectacular, dejó su copa de champagne en el borde del balcón y se dejó abrazar por Vegas desde atrás. El aire fresco le hacía sentir bien. - ¿Siempre vienes a estos eventos? -

- Como CEO de una agencia de publicidad tengo que presentarme en sociedad a menudo, pero personalmente no me gustan estos eventos. -

- No eres muy fan de las fiestas, pero aún así decidiste ir a una escandalosa fiesta post desfile de modas. - Pete sonrió.

- Bueno, había alguien ahí a quien pretendía recuperar. -

- ¿Y lo lograste? -

- Lo tengo en mis brazos en este momento. -

Pete se dió la vuelta, se perdió en la mirada del hombre que lo abrazaba con ternura y justo cuando iba a tocar sus labios con los suyos, alguien los interrumpió. - Vaya, vaya, si acaso el mundo es muy pequeño. -

Jay era una especie de fantasma que aparecía donde menos se lo esperaba. - Jay. - fue todo lo que Pete pudo decir, los brazos de Vegas no lo soltaron en absoluto.

- ¿Qué haces aquí? ¿Dónde dejaste a Phayu? - Jay preguntó en modo de reproche.

- Mientras no sea contigo, no veo porque tiene que importarte. - Pete le dijo a su ex mejor amigo. Hubo una época en la que él y Jay eran inseparables, Pero cuando se enteró de la aventura de Tem con el amigo en quien más confiaba, todo se hundió, su amistad y su respeto. Le dolió más la traición de Jay que la de Tem.

La mirada de odio en la cara de Jay no le hizo ni cosquillas, estaba acostumbrado a la actitud altiva y ponzoñosa de este Omega.

- Jay estás aquí... ¿Pete? - Ese era su ex esposo, Tem pertenece a una de las familias más ricas y famosas de Tailandia. No era raro que fuera invitado a esta fiesta.

- Hola Tem. - Pete, sintió los brazos de Vegas tensarse, no tenía ni idea de que hacer a continuación.

- ¿Quien...? - Vegas le soltó para pararse a su lado con las manos en los bolsillos del pantalón, amaba verlo ponerse celoso, era caliente.

Pete sonrió en su interior. - Vegas este es Tem, mi ex. Tem este es Vegas, mi novio. - La batalla de miradas que siguió a esa presentación fue de lo más tensa. Pete sabía que Vegas estaba celoso, pero también sabía que Tem evaluaba a Vegas, si sería capaz de cuidar de él y Phayu. Conocía a su amigo, su otra mitad de hace años para afirmar eso. Además que también sabía la historia de ambos y fue su salvación en más de una ocasión. Tem estuvo ahí para él.





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Holis nuevamente, he estado ocupada y sinceramente se me había olvidado de todo. 😅 Pero estén atentos a esta historia, los giros los dejarán mareados.

Por otro lado, tengo pocas lecturas 🥲, gracias por leer y comentar.

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