Capitulo 7

15 1 0
                                    

De Lucent:

Ese maldito Zeven, irrumpio en mi bóveda causó un revuelo en mi fiesta y se marchó sin el más mínimo rasguño, no lo pude tocar, ni yo, ni mis guardias.

Lucent estaba enardecido de rabia por lo que había pasado en su fiesta de celebración por sus años de vida. Tenía la cara descompuesta y la rabia brillaba en sus ojos tomo su gran escudo y lo coloco en su espalda.

—Que inicie la reparación de mi techo de inmediato despachen a los invitados y levanten los cuerpos de los guardias envíen mis condolencias a las familias y... —Dudo de lo que decía por un instante pero, todo debía quedar registrado. —Pongan este suceso en los archivos. —Se dio media vuelta y se dirigió a su animal espiritual y guía una manta enorme de tres alas traslúcida qué puntos dorados, se subió en ella y Lafear preocupado iba caminando detrás de él aunque Lafear por lo pequeño que era más que caminar detrás de él corría.

—¿Que harás al respecto Lucent? —Le pregunto Lafear mientras subía con Lucent en el lomo de la manta.

—Zeven se excedente o esta vez, quiere iniciar una guerra pues le demostraremos qué no estamos indefensos combatiremos haremos que retroceda y lo contendremos en su castillo.

—¿Piensas usar más violencia? Este ciclo que Zeven comenzó solo se puede detener con diplamcia, somos hermanos.

—Toma. —Lucent le dio un trozo de cuerno afilado de aquella manta bebé qué Zeven había convertido en una criatura de oscuridad. —Esa es la diplomacia que Zeven tuvo la cortesía de mostrarnos. Él no vino a dar una advertencia Lafear, ni vino a amenazar lo conoces tan bien como yo, el vino a darnos aviso de que lo que viene no se detendrá ni tampoco escuchara razones escuchara nuestro grito de guerra y nuestras voces al derrotarlo así que entre más rápido comencemos más rápido detendremos la campaña de Zeven.

Lucent bajo de la manta con Lafear detras con una enorme puerta en frente con dos piedras oscuras de cerrojo Lucent extendió la mano hacia la piedra y una bolita de luz creo en su mano la piedra oscura absorbió la luz y con la otra mano hizo lo mismo con la otra piedra oscura qué se cargaron de energía de resplandor de la luz de Lucent la piedra cargo la energía que se dirigió al verdadero cerrojo y este se abrió de forma automática ambos entraron y Lucent de un chasquido encendió las luces de aquel recinto lleno de maquinas de guerra.

—¿Que es esto Lucent?

—Esto es el poder de la bóveda, el poder que el conocimiento me otorgó para protejer y defender el conocimiento de este recinto de justicia, paz e igualdad, este es el escudo que defenderá mi reino del hombre consumido por la venganza y la oscuridad, la luz que iluminara a los 7 reinos bajo resguardo y seguridad.

Lucent activo mecanismos que comenzaron a flotar aquel recinto se iluminó el techo era como ver mil estrellas en el firmamento donde cada una de esas luces era una batería de Quarzo una piedra oscura tan grande que podía abarcar años de luz en su interior eso usaba Lucent para encender y darle energía a las maquinas, comenzó bajando mil quinientas baterías y fue colconadolas una por una en las maquinas qué se activaron de inmediato cada una armada con espada y escudo, otras con ballestas y otras más con escudos unas grandes otras más pequeñas brillan de un tenue azul al ser activadas hasta que todas habían sido encendidas.

—Ahora marchamos Lafear a proteger tu reino.

—Zeven primero conquistara el reino de Isla

—Viendo como tomo la Isla del amanecer no le tomará mucho tiempo conquistar un reino mediocre y pobre como el de la Pradera además, Aurax es una tonta seguramente ya habrá ido a tomar té con Zeven y Zeven la habrá matado con un veneno enviaré un mensaje a los ancianos si no es muy tarde aún enviaré guerreros en los barcos de guerra para que estén ahí rápido y ver cuanto tiempo podemos defenderlos hasta que lleguen los Mecas.

—Aun no puedo creer que tengas este ejército aquí oculto y que estés tan preparado para esta guerra yo no puedo salir de la consternacion de lo que esta pasando ni contemplo una salida a esto.

—Cuándo tome el puesto de Guardián del Conocimiento no sólo contemple defender dicho saber que había en la bóveda ni tampoco pensé en adquirir más conocimiento, pensé en como el conocimiento debía prevelcer ante cualquier eventualidad que se avecinara entre ellas la traición tuya o de Zeven.

—Osea ¿Estas medidas que me indicas estaban preparadas en mi contra también?

—Si, tuya de Zeven incluso de ambos contra mi. Estas y muchas más medidas están cargadas en la bóveda y la misma bóveda sabe como actuar en caso de que yo muera, lo que protejo con estas medidas no solo es la bóveda si no lo que esta detrás también esta bóveda es un gran escudo que ptoteje muchos secretos.

Lucent hacia que las maquinas marcharab una simple orden la complican al pie de la letra como la de ir a la frontera del reino del Valle, el Valle o Valle del Triunfo era un reino al pie de una gran montaña por lo que se mantenía nevado todo el año, las temperaturas bajas hacían del reino un reto total de super vivencia era uno si no el reino más grande de todos los reinos del continente conteniendo 3 montañas y su castillo era uno de los más grandes que podía existir.
La gente de este reino competía mucho en carreras de trineos y de nieve siendo las apuestas un enorme punto de ingreso monetario para el reino además de que las competencias no faltaban por eso se conoce como el Valle del Triunfo donde muchos van a triunfar y a ganar los premios de las competencias.

Lucent había convocado una reunión en su sala de reuniones con todos los representantes de todos los reinos excepto el de la Isla del amanecer que se había marchado para su tierra natal después de su conquista por Zeven.

—Los he citado aquí a todos señores, Lafear mi hermano dirigente de Valle del Triunfo, Chell Alrich dirigente de las dunas de Paramos, y yo Lucent diriegente de la Bóveda del Conocimiento, para explicarles que ya mil Mecas se dirigen a Valle del triunfo y tengo quinientos más en espera para enviarlos como refuerzo tengo a mi displsicion un ejército con más de treinta y tres millones de máquinas y más de cien millones de baterías de quarzo para su funcionamiento pero, antes de que estas maquinas empiecen a matar quiero pedirles su permiso para llevarlas a la luz son máquinas no discriminaran entre hombre mujer o niño armado que esté en el ejército de Zeven solo respetarán a las personas que no lleven consigo un arma pero la destrucción del ejército de Zeven debe ser inmediata.

—Yo Chell doy mi aval para que estas maquinas partan siempre y cuando al menos 3mil de las mismas sean llevadas a mi reino para defensa si llegan a fallar.

—Yo Lafear doy permiso para que las maquinas marchen.

—De acuerdo  las maquinas marcharan con el aviso de que no les hagan nada o serán hostiles.

Lucent había movido su ficha contra Zeven y su campaña ahora era más un duelo de mentes qué de conquista.
Lucent tomo su gran escudo y en el centro trabajo para poner una piedra negra como como la piedra de la espada de Zeven.

—No puedo esperar para volver a verte hermanito.

Sky: ResilienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora