Deseo Irresistible (#PGP2024)

Capítulo 9: Después de todo sí eres un imbécil

MALÚ:

-¿No vas a presentarnos Lukas? -la pregunta de la chica hace que Lukas se tense y apriete mi mano. -No es necesario, yo misma lo haré, soy....

-Disculpa pero no me interesa saber quien eres o que tengas con Lukas, solo somos amigos y estábamos compartiendo -aclaro alejando mi mano de las del castaño -Así que si me disculpas tengo cosas que hacer -me levanto de la silla con la intención de abandonar el local.

-Claro que no te interesa, es entendible, después de todo estabas de manitos agarradas con un chico que tiene novia, eso habla mucho de la zorra que eres -bocifera y me es inevitable no girar mi rostro en dirección a la rubia con evidente desagrado.

-Karoline por favor -la voz del castaño desrrocha amenaza pero la rubia ninsiquiera se inmuta por su tono de voz.

-Dejáme darte un consejito, no te ilusiones mucho, Lukas siempre termina jugando con todas las chicas para luego regresar a mí -habla y ya colmó mi último grano de paciencia.

-Voy a dejarte claro una sola cosa para que no vuelvas a cometer los mismos errores en un futuro -camino en su dirección hasta estar lo suficiente cerca como para sentir su frente junto a la mía -No todas las chicas que se involucren con Lukas están detrás de un acostón, ni siquiera podemos soportarnos más de veinte segundos sin discutir y tú crees que voy a querer estar armando un total show, si tanto te molesta que otras mujeres compartan su tiempo con él, aprende a ser tú menos perra y échale la bronca -sentencio y esta vez si salgo diaparada en dirección a la salida con la respiración agitada.

¡Maldición!, hasta cuando seguiré buscandome problemas por estar cerca del maldito Lukas. Primero las motos, luego un video del que ni siquiera estaba enterada y ahora una confrontación con su supuesta "novia", verdaderamente la palabra problemas se le queda pequeña para describirlo.

La tarde comienza a darle paso a la noche por lo que apresuro mis pasos en dirección a casa. De vez en cuando acomodo mi cabello a modo de relajación, estoy por doblar una esquina cuando soy detenida por una mano que sujeta con firmeza mi codo.

-Detente un maldito segundo -la voz de Lukas sale entrecortada debido a lo acelerada que se encuentra su respiración.

-Sueltáme de una maldita vez, o te juro que terminaré por arrancarte tus malditos ojos -sentencio observándolo iracunda.

-¿Que cojones te sucede María Lucía? -espeta alejandose de mí como si mis brazos fuesen dos brasas ardientes.

-Me sucede que cada vez que pienso que no volveré a cagarla ahí estás tú empujandome hacer todo lo contrario -hablo provocando que arquee una ceja confundido.

-Ahora me culpas por tener un carácter impulsivo y rebelde, de no poder mantener tu boca cerrada, eres tan malditamente testaruda y desquiciante -pronuncia cada palabra tomándome por sopresa que me es inevitable no comenzar a reír.

-Tú de seguro no eres un maldito egocéntrico busca problemas que lo único aue hace es entorpercer mi maldita vida -grito histérica llamando la atención de algunas personas al pasar por nuestro lado.

-Y qué se supone que quieras que haga, ¿Desaparecer? -pregunta de manera irónica.

-Sería lo mejor que hicieras la verdad -contesto y hasta ahora es que me doy cuenta de lo cerca que estamos.

En ningún momento de la discusión dejamos de observarnos a los ojos y es increíble la manera en la que los ojos marrones de Lukas se incrustan en los míos de una manera intensa. Su mirada por error desciende a mis labios y esa señal fue suficiente para que sus labios y los míos se rozaran de manera tortuosa.