Capítulo 2: Heridas que nunca dejarán de doler (Parte 1)

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LUKAS:

Dejo las llaves de la motocicleta encima de la mesa de cristal, dirigiéndome silenciosamente a mi habitación. Paso de puntitas por la sala cuando noto a papá dormido con una pila de papeles delante, camino en su dirección y apago la tele para taparlo con las mantas y subir a la segunda planta. La puerta de la habitación de Davin se encuentra habierta y asomo la mitad de mi cuerpo para observarlo dormido, sonrío entrando a besar su frente.

-Descansa enano -susurro abandonando la habitación cerrando la puerta a mis espaldas.

Las luces de mi cuarto están apagadas, sin embargo no necesito encenderlas para comenzar a desvestirme. Algunos rayos de la luz de las farolas del patio se cuelan por mi ventana provocando que impacten en el colchón. Muevo mi cuello de un lado a otro intentando relajar los músculos de mis hombros. Extiendo mi mano hasta mi mesa de noche tomando entre mis dedos la cajetilla de cigarros para pararme en la ventana a fumar, casi puedo escuchar la voz de Clío en mi subconciente: fumar es dañino para tú salud Lukas, sí, pero de algo debo morirme en este mundo de mierda, no?.

Todas las noches me replanteo lo mismo e intento buscar alguna solución lógica con respecto a las acciones de mi madre, aún después de once largos años no encuentro respuesta a su desición de abandonarnos.

Crecí viendo la vida con ojos totalmente diferentes a como la veo hoy, creía que todo era fácil, que algunos hechos sucedían por arte de magia, que todo se obtenía fácilmente, no entendía el porque de muchas cosas pero estaba bien, mis padres se encontraban ahí como un escudo protector dispuesta alejarme de toda la maldad que habita en el mundo. Entonces una noche sales con tú padre corriendo al hospital porque tu hermanito pequeño se ha intoxicado, la lluvia era demasiado fuerte para conducir pero velar por la salud de Davin siempre había sido primordial.

Recuerdo el momento exacto en que sentí el impacto del coche. Cuando desperté seis horas después mi abuela sostenía mis manos mientras secaba sus lágrimas con manos temblorosas, entonces creí lo peor, creí que papá o Davin habían muerto y comencé a preguntar por ellos, mi sorpresa fue peor cuando el médico entro y me explico que mi hermano, de apenas dos años estaba en un coma inducido.

Los primeros meses fueron tan jodidamente difíciles, cada día sentía que lo perdía completamente, mis padres comenzaron a tener discuciones, mamá culpaba a papá por todo lo que estaba sucediendo y yo, solo pude refugiarme en lo que más me apasiona: las motos.

Al final Patricia terminó abandonando a su familia, supongo que la carga de un niño paraplejico no estaba en sus planes.

Arrojo la colilla del cigarro al cenicero y camino a mi cama con la intención de descansar, sin embargo un sonido llama mi atención haciendo que abra mi ojo derecho, suspiro y decido que sea lo que haya sonado no es mi problema, así que volteo mi cuerpo para intentar descansar, cuando el mismo sonido vuelve a molestarme. Gruño por lo bajo levantandome para caminar a la ventana que da a la calle de la urbanización y arrugo las cejas al no ver nada fuera de lo común, giro para acostarme cuando encuentro a papá en la puerta observándome.

-¿Hace cuánto llegaste a casa? -pregunta con voz ronca y los ojos a medio cerrar reprimiendo el sueño.

-Treinta minutos más o meno -contesto encogiendo mis hombros -¿Sucede algo papá? -pregunto al notarlo un poco más perturbado de lo normal.

La mueca que hacen sus labios me hace saber que tenemos una conversación que no será agradable en lo absoluto.

Admiro a mi padre de una forma tan especial, que a veces temo que cometa algún error como ser humano al fin y termine decepcionandome por completo. Para Davin y para mí siempre ha sido un héroe porque sé lo difícil que es educar a dos niños varones, y puedo admitir con total sinceridad que nunca lo ví rendirse o quejarte ante el esfuerzo que realizaba a diario, jamás nos reprochó o se alejó de nosotros tratando de evitar sus demonios, al contrario, su amor por nosotros aumento a escalas enormes.

Deseo Irresistible (#PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora