MALÚ:
Ahora sí puedo decir que me estoy volviendo loca. El frío metal de las esposas se presiona contra mis muñecas de manera dolorosa causando que quiera acercarme a cualquier objeto para abrirlas y lograr quitarlas. El oficial que se encarga de llevarme al auta me aprieta el brazo y muerdo mi lengüa para no soltarle un insulto ante tan malos modales.
Mi mente me reprocha una y otra vez la estúpides que acabo de cometer al seguir a Lukas, ¿Es que acaso no tengo un escarmiento lo suficientemente fuerte para frenarme?, dios mío, de solo pensar en la cara que pondría mi madre al saber que voy camino a una estación de policía me dan ganas de reír.
-Pérez -el oficial al mando llama al chico que se mantiene a mi lado provocando que este me suelte. Gracias oficial por permitir a mi brazo descansar unos minutos -¿Has pedido la identificación a la señorita? -pregunta cruzando sus brazos.
-Esta señorita tiene un maldito nombre y es María Lucía McClein Harrys -murmuro llamando la atención de los dos hombres que se giran completamente a mi dirección.
Lo primero es que el oficial al mandl se me hace vagamente familiar y lo demuestro entreccerando los ojos en su dirección, lo segundo es que Lukas me observa entre perpelejo e irritado ante mi actitud lo que por supuesto me hace rodar los ojos cansada y lo tercero pero no menos importante...
-No puedo creer que este conociéndo al dolor en el trasero del tío Gil -arqueo una ceja ante las palabras del oficial que sonríe amargamente al observame de pies a cabeza.
-Y yo no puedo creer que tu familia me persiga hasta en Chicago -bufo reconociendo su gran parecido con el jefe de la policía en Miami -Es bastante agotador sabes -murmuro rodando los ojos. Lukas bufa rodando sus ojos con cansancio mientras es arrastrado dentro de la estación junto conmigo.
-Espero que te des cuenta de una vez por todas que estás loca de remate -habla después de varios minutos en silencio y giro mi cuello para observarlo incrédula ante sus palabras.
-Mira que eres un cretino asqueroso -murmuro causando que el oficial que nos está vigilando se ría brevemente -Tuve que dejar que vinieras solo, después de todo eres un ser malditamente detestable, malagradecido -cruzo mis brazos molesta.
-Podrás decirme todo lo que te dé la gana Malú, pero en ningún momento te pedí que vinieras conmigo.
Trago en seco sin contestarle porque tiene razón, él nunca me pidió ayuda, yo la asumí porque no creí justo que fuese arrestado por una pelea que nisiquiera comenzó por su culpa, pero supongo que las personas como Lukas Hedleston no aceptan la ayuda de los demás.
Apoyo mi cabeza en la pared y cierro los ojos imaginando la reacción de mi madre si me viera en esta situación. Río para mis adentros porque estoy segura que estaría a punto de arrancarse los pelos de la cabeza en un ataque de histeria, mientras su esposo me apoyaría diciendo que hice lo correcto en apoyar a mi supuesto "amigo".
Dejó de divagar en las reacciones de mi madre cuando recuerdo el beso, un beso que me llenó de adrenalina y me hizo flaquear durante unos breves segundos, segundos que fueron más que suficientes para hacerme entender que Lukas y yo debíamos estar lejos, muy lejos.
-No creí estar vivo para presenciar esto -escucho la voz de mi padre y abrp mis ojos alarmada -Eres tan malditamente genial mi niña -comenta y río al verlo aplaudirme por estar en esta situación.
-¿No se supone que deberías estar molesto y dando un sermón serio sobre la responsabilidad en una joven adulta de diecinueve años? -pregunto conteniendo una carcajada.
-Muy mal María Lucía, este comportamiento no es el adecuado para... -se queda en silencio observando detrás de mí observando a Lukas que se encuentra en la misma posición en la que me encontraba yo minutos antes -Lukas Hedleston -susurra y el susodicho abre los ojos para responder cuando un hombre que aparenta la misma edad de papá irrumpe a pasa a apresurado en la sala. Sus ojos iguales a los de Lukas recorren todo el sitio hasta ubicarse en el castaño que se levanta rápidamente de su silla.
-Vas a Matarme ¡Lukas David!, tú vas a matarme, déjame llegar a los ochenta años aunque sea, ¿Que se supone que tengas en la cabeza hijo? -pregunta dejandonos a todos en un silencio sepulcral.
Papá me toma por los hombros incitandome a caminar un poco lejos para darles un poco de espacio, cuando nuevamente la puerta es abierta estrepitosamente y África con sudadera holgada chándal y pantuflas de tigre entre echa un volcán en erupción. Lo primero que hace es situarse frente a mí, examinarme minuciosamente, besar una de mis mejillas y abrazarme, luego se gira en dirección a mi padre respira intentando invocar paciencia y comienza a recitar el discurso de regaño más serio que me han dado en toda mi vida.
-¡Que tienen ustedes dos en la cabeza!, no saben los sustos que nos han causado a ambas familias, es muy desconciderado de su parte hacernos pasar por un momento así, ¡María Lucía!, mi cielo en que momento dejaste de comportarte como un pequeño ángel para darme semejante dolor de cabeza...
-En el momento en el que decidí de estúpida quedarme acompañar al soquete este -señalo a Lukas que me observa furibundo ante mis palabras -pero resulta que es un malagradeci...
-No me digas más que soy un malagradecido, loca desquecidiada vuelvo y te repito nunca te pedí venir conmigo, lo hiciste porque quisiste, por dártelas de heroína, así que ahora asume las consecuencias y no protestes -sentencia y cruzo los brazos molesta alejandome lo más posible de él.
Logro encontrar un puesto vacío lo suficiente lejos de mi padre, de Lukas y su padre, y por supuesto de una muy estresada África que ae acobija bajo los brazos de mi padre agotada. Una vez más el peso de mis acciones me golpea y me reprendo mentalmente por ser tan impulsiva.
-Papá, África, yo lamen...
-Ahora vas a explicarme María Lucía McClein que haces en una estación de policía.
....
Bueno ya estoy casi en el ruedo nuevamente, con esto de las actualizaciones, poco a poco, y paso a paso. Gracias por toda la espera y por la infinita paciencia, muchísimas muchísimas gracias por las 729 lecturas ustedes hacen mis días más bonitos. No olviden votar y comentar para que la historia siga llegando a más personas.
¡Los quiero mucho!
Leo sus comentarioe y nos vemos en el próximo capítulo.
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Deseo Irresistible (#PGP2024)
Teen FictionMalú, una chica que se describe así misma como un caos de emociones. Impulsiva, alegre, valiente, decidida, quizás un tanto rebelde, alocada y vulgar, pero dispuesta a dar lo mejor por las personas que quiere, regresa a vivir con su padre a Chicago...