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Capítulo 34

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Capítulo 34. Entrenando con vampiros


Hazael se reunió con los lobos de inmediato después de la reunión en casa de los Cullen. Paul casi enloqueció cuando su impronta explico que era probable que el ejército de neófitos también la buscase a ella, pero Hazael lo tranquilizó antes de que entrara en fase en casa de Emily.

Con Sam acordaron participar en la batalla contra los chupasangres para proteger a los humanos desprotegidos y también para protegerla a ella por ser parte importante de la manada, sin mencionar que es la impronta de Paul, aunque esto último ella no lo sabe.

En casa de los Swan, Hazael tuvo que aguantar las reprimendas por parte de su hermana mayor destacando que estaba cometiendo una imprudencia al involucrarse en el baño de sangre que habría, Hazael solo optó por ignorarla y botarla de su habitación.

Al día siguiente Hazael se levantó temprano, se alisto vistiendo la ropa más deportiva que encontró junto a unos tenis cómodos y ató su corto cabello en una media coleta desordenada. Al estar lista salió de su habitación rumbo a la cocina donde su padre se encontraba desayunando.

Charlie al ver bajar a su hija con ropa deportiva alzó su ceja incrédulo mientras le daba un gran sorbo a su café. Hazael lo saludo con una amplia sonrisa para prepararse un par de panes tostados con jalea de fresa.

—¿Planeas hacer ejercicio?— preguntó Charlie dándole una mordida al pan que sostenía en su mano derecha.

—Sí, iré con los chicos— el Jefe Swan masticaba en silencio escaneando con la mirada el extraño comportamiento de su hija más joven.

—Últimamente pasas mucho tiempo con esos chicos, ¿No?— preguntó mirando el ceño de Hazael fruncirse levemente.

—Son agradables y buenas personas— dijo Hazael —Además tú ya los conocías— dijo refiriéndose a Embry, Quil y Jacob.

—Es cierto— dijo Charlie —¿Y qué me dices de Lahote?— preguntó su padre con curiosidad. Hazael se sentó junto a él mordiendo su pan ladeando su rostro.

—Es un gran chico— aseguró ella —Y creo que no te desagrada, me contó que lo invitaste a comer junto a Jacob el día que Bella se lastimó la mano— Charlie carraspeó nervioso, recordando el gran golpe que su hija le dio a Jacob Black.

—Si es agradable— respondió frunciendo un poco su ceño —Aun así, ten mucho cuidado, los chicos pueden llegar a ser impertinentes o lastimarte— dijo mostrando preocupación.

—No tienes de que preocuparte jefe— dijo Hazael dando un sorbo a su café —Creo que ya deberías de saber que ellos son los que tienen que tener cuidado conmigo— Charlie sonrió divertido.

—Eso es verdad— el Jefe Swan observó con orgullo a su hija —Ese fue un buen golpe— ambos rieron en armonía hasta que un par de golpes en la puerta interrumpieron su momento. Hazael termino de comer apresuradamente y bebió el contenido de su tasa.

SOUL | Paul LahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora