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Capítulo 37. Los sentimientos de una batalla
Por la mañana Hazael y Bella fueron llevadas por el Cullen a la montaña donde armaron un campamento para la mayor Swan. Hazael aun meditaba las palabras de Edward sin saber qué hacer.
Ella quería pelear al lado de la manada para asegurarse de proteger a los chicos y a Paul, pero también su instinto le pedía permanecer al lado de la vulnerable Isabella Swan.
La menor Swan observó a su hermana mayor dejar restos de su sangre en los árboles y hojas por todo el campo de batalla para atraer a los neófitos.
—Exageras un poco— dijo Edward al llegar al lado de la Swan menor. Hazael pudo notar como el vampiro evitaba respirar al ver el dedo sangrante de Bella.
—Si es en lo único que puedo contribuir, lo haré bien— dijo mirando a Edward.
—Volverás locos a los neófitos— sonrió el vampiro.
—Está bien, no quiero incomodarte— Edward negó sujetando su mano.
—A mí ya no me molesta— aseguró el Cullen.
—¿Desde cuándo?— pregunto Bella interesada.
—Desde que pasé 24 horas creyéndote muerta— Hazael tragó saliva al recordar dicho suceso —No llevas tu anillo.
—¿Cuál anillo?— pregunto la menor con curiosidad. Bella apretó los labios ansiosa.
—Yo...
—Le pedí a Bella que sea mi esposa— dijo Edward mirando a Hazael. La menor abrió sus ojos sorprendida y miro a su hermana quien sonrió débilmente.
—Eso es...— un malestar repentino la embargo y solo atinó a sentir falsa alegría por ellos —Felicidades— dijo con una sonrisa ladina —Entonces si van a casarse, ¿Por qué no llevas el anillo?— cuestionó elevando una de sus cejas.
—No quería perderlo— se excusó rápidamente la mayor de las hermanas.
—O que Jacob lo viera— dijo acertando con sus palabras. Hazael no pudo evitar sentirse mal por el chico.
—Creo deberíamos decirle después de la pelea— sugirió Bella.
—Si haz reconsiderado...
—No lo pienses— negó la Swan mayor —Solo quiero que tenga la mente clara— dijo tratando de convencerse a sí misma. Hazael bufó por lo bajo ante la notoria negación de su hermana por decirle al moreno.
—¿Qué mente no está clara?— preguntó Jacob llegando junto a ellos acompañado por Paul. Hazael sonrió ampliamente al ver llegar a este último.
