9_ Emilio Escobilla

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Emilio

Desde que supe que el pinche mocoso rubio estaba vivo quise hablar con él, había sido un gran amigo y aliado en el pasado.

Anduve averiguando por las calles sobre él. Policía? Otra vez? Eso era imposible!

Varias veces fui a comisaría para tratar de cruzarlo sin éxito.
Maldito Gustabo escurridizo, parecía que se escondía de mi, pero eso no era posible, seguro no sabía que ya había salido de prisión.

El maldito Conway, había ido al taller con su perrita, el comisario y me habían amenazando por buscar al pinche mocoso.
- Deja de buscar el pasado o vas a arrepentirte - me dijo el puto viejo.

Sabía que hablaba de Gustabo.
No quería que hablará ni me acercara a él. Pero por que? Tal vez tenía al niño amenazado para que siga en la policía.

Tarde o temprano lo iba a encontrar. La ciudad no era tan grande como para poder esconderlo, más si era un policía que anda por la calle patrullando.

Cuando lo vi bajando del coche en el taller, no podía creerlo.

Era él, no había duda.
Sus ojos azules, cabello rubio, sus piercing en las orejas, los tatuajes, los lentes, se veia exactamente igual que hace años. Parecía que los años no hubieran pasado para él.

Me hablo como si fuera un desconocido. Que mierda pasaba? Estaría actuando?

Empecé a reparar su coche, así como había pedido. Lo observaba disimuladamente por si intentaba hacerme alguna señal.

Estaba con el maldito putero del corazon en el cabello, tal vez por eso no me hablaba directamente. Era muy extraño.

Hablando con Armando le dijo que no lo recordaba?
Será que habia perdido la memoria? Era muy posible después de la explosión que causó en la iglesia tratando de eliminar al maldito viejo asqueroso.

Ese maldito mocoso odiaba al Conway y ahora estaba trabajando para él. Eso no tenía ningún sentido y aumentaba más mi teoría de la amenaza.
No quiere que me acerque al rubito poder tenerlo con él.  Pinche viejo de mierda!

Le pedí su número, ahora podia contactar con él y tratar de hacerlo  recordar.

Lo habia encomtrado e iba a hacer lo que sea por recuperar a mi amigo y sobre todo alejarlo del puto viejo.

Este sería el gran día!

Luego de un par de horas de trabajo en el taller decidí que era el momento de hablar con Gustabo.

Le escribí a su móvil.

Podría pasar por comisaría para hacer la denuncia por más amenazas? Soy el mecánico, Emilio.

Solo tenía que esperar su respuesta.

Seguí trabajando en un coche que habían dejado para cambiarle el color y revisarle el motor.

Pasaron unos cuantos minutos y su mensaje al fin llegó.

Voy ahora para comisaría y lo atiendo. Usted está ahí?

No, pero puedo salir para ahí en este momento.

Perfecto! Hasta ahora.

Había llegado el momento que espere por tantos días desde que me enteré de que él estaba de nuevo en la ciudad.

Salí de servicio, me saqué el overol gris y subí a mi coche que estaba estacionado fuera del taller.

Los Santos del infierno.  Pólvora Y Fuego.   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora