Los Santos del infierno. Pólvora Y Fuego.

22_ La nueva comisaria

Freddy

Los días en comisarías se hacían cada vez mas difíciles.

No pude volver a hablar con Gustabo desde aquella noche, en la reunión que hicieron en su casa.

Conway estaba constantemente conmigo, más de lo habitual.

Si fuese mal pensado diría que intenta controlar lo que hago.

Después de un día arduo de trabajo, al fin estaba en mi casa.
Me di una ducha caliente y me prepare para acostarme.

Por la madrugada me despertaron unos golpes en la puerta.

Salí de la cama y baje las escaleras.

Abrí la puerta.
Se encontraba Gustabo totalmente borracho sentado en el suelo.

Levantó su cabeza y sonrió

- Pensé que iba a tener que quedarme a dormir aquí afuera
- Y tus llaves?
- No lo se. Creo que las dejé en casa de Isidoro o las perdí o las tango aquí

Lo levanté y lo llevé adentro.

- Que haces aquí Gustabiño?
-No lo se. Subí a mi moto y cuando me di cuenta estaba aqui
- Y por que saliste a manejar así?
- No lo se Freddy! Si te molesta que haya venido me voy - dijo y empezó a caminar hacia la puerta con mucha dificultad.

Lo sujete del brazo para que no se fuera.

- No te enojes. Nunca podría molestame por que estes aquí, no quiero que te vayas.

Me miró y sonrió dejándose caer en mi pecho.
Pase mis brazos a su alrededor y lo abracé fuertemente.

Tantos días esperando poder estar con él así.

Sentí tanta felicidad.

Todavía no entendía como ese joven de ojos azules como el mar tranquilo podía causar estas emociones.
Emociones que pensé que habían muerto con Andreiña el día que la mataron.

Lo sujete fuerte y lo levanté.
Él enredó sus piernas en mis cintura.

Subi las escaleras con mucho cuidado y entre en la habitación para acostarlo.

- Tienes que descansar - le dije dejándolo sobre la cama
- Te quedarás conmigo?
- Tu quieres que me quede?
- Si

Sonreí y me acosté a su lado.

- Que te anda pasando? Por qué bebes todas las noches?
- Como sabes que bebo todas las noches?
- Porque te veo todas las mañanas con resaca y dolor de cabeza.

Se mantuvo en silencio unos segundos

- En 3 días me voy Freddy
- A donde te vas? - recordaba la conversación entre la doctora Castro y él pero no sabía con exactitud de qué se trataba.
- A vender mi alma Freddy - dijo y cerró los ojos

No entendí de que hablaba pero tampoco quería incomodarlo con preguntas.

Lo abracé y me dormí a su lado.

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Gustabo

La luz en mis ojos indicaban que un nuevo día había empezado.

Maldición! No quería levantarme.

Abrí mis ojos y observé a mi alrededor

Donde estoy?

Me senté y volví a mirar con atención.
Esta es la casa de Freddy! Pensé

Me levante y abrí la puerta, baje las escaleras y camine hasta la cocina.