51_ Adios

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Freddy

Pasaban los meses y no había ningina noticia de Gustabo Garcia.
Lo último que supimos era que había ido junto con Horacio a una misión para terminar con una mafia italiana.
Ellos se separaron en Marbella y después no hubo más rastros del rubio.
Perez había regresado a su ciudad con un detenido hacia 3 meses sin saber nada del joven ojiazul.

Gustabo no se había comunicado con Castro o con Gonzalo como era su costumbre al ir a una misión, es más ellos no tenían constancia de dicha misión, los había tomado por sorpresa.
Conway había comenzado una búsqueda mundial utilizando todos los recursos que estaban a su disposición.
La CIA había perdido señal del microchip que el rubio llevaba en su cuerpo, como si lo hubieran desactivado.

La preocupación invadía cada fibra de  mi ser. Como podía haber desaparecido de esa manera? Parecía que se lo hubiera tragado la tierra.

Ese día llegué a comisaría como cada día, era una rutina que me ayudaba a tratar de no pensar tanto y poder estar cerca de Jack por si hubiera nuevas noticias.
Había un ambiente raro y un extraño presentimiento invadía todo mi cuerpo.

< Tenemos que hablar urgente. Ubicación 📍>
Mensaje de Gonzalo.

Salí de la comisaría caminado, la ubicación que el menor me había enviado era a la vuelta.

Isidoro se encontraba sentado en el suelo del garaje de al lado de comisaria mirándo la nada, su rostro decía que algo había pasado, y el hecho de que no entre a trabajar me decía que nadie debía saberlo.

- Aquí estoy neno. Que sucede? - le dije acercándome.
- Clara quiere vernos en su casa. Solo tu y yo. Fuera de servicio. - dijo Gonzalo sin mirarme.
- Que ocurre Isidoro? Por que estas así? Hay noticias? - su gesto me preocupaba. Parecía portador de malas noticias.
- No lo se. Pero siento algo en mi pecho que Clara tiene noticias. Tengo miedo Freddy. - dijo levantando la mirada y dejando ver sus ojos cristalizados por las lágrimas.

Yo tenia la misma sensación y eso solo empeoraba mis nervios.

Volví a comisaría a cambiarme y salir de servicio.
Luego tome mi coche y volví al garaje a buscar a Gonzalo que seguía sentado en el suelo.

- Vamos pavo! - le dije abriendo la puerta del copiloto.
Isidoro subió, cerró la puerta y se abrocho el cinturón de seguridad.
Marco la ubicación en el GPS y salimos rápidamente para ese lugar.
Tardamos aproximadamente media hora en llegar.
Estacionamos en la puerta de una gran casa en las afueras de la zona rica. Nos bajamos del vehículo y caminamos a la puerta.
Isidoro toco el timbre y esperamos.

Luego de varios segundos que para mi fueron eternos, la puerta fue abierta por la pelirroja.
Al vernos comenzó a llorar. Esa escena derrumbo la poca esperanza que me quedaba.
- Pasen por favor. - dijo limpiando sus mejillas y haciéndose a un lado para darnos paso.

Una vez adentro nos guió hasta una sala donde tenía una especie de consultorio médico improvisado.

- Debo sacarles los microchip de rastreo a cada uno y destruirlo. - dijo tomando unos papeles de un escritorio y mirándolos.
- No sabemos en qué parte de nuestro cuerpo están Clara, tu sabes eso. - dijo Isidoro.
- Aquí tengo la ubicación de cada microchip.- dijo levantando el papel que tenia en sus manos.
- De donde sacaste esa información Castro? - le pregunté sorprendido.
- Gustabo me la envió, junto con un niño que también tenia microchip que ya fue extraído y destruido.
- Que? Como que Gustabo? Donde esta él? Que niño? - necesitaba saber sobre mi rubio, la angustia me estaba matando poco a poco.
- Gonzalo, esta carta es para ti. - dijo sacando un sobre y entregándole al menor. - Ahí está la información de donde fue llevada tu familia, que tiene nueva identidad y también fueron extraídos sus microchip de rastreo.
Luego me miró fijamente por unos segundos.
- Freddy esta mañana llego un niño al hospital con toda la información y las cartas para ustedes y para mi de parte de Gustabo, ese niño se llama Nick.  Nick Santos - dijo la pelirroja haciendo que mi corazón se detuviera por unos segundos.
Era mi hijo, Gustabo había liberado a mi hijo y me lo había devuelto.
Comencé a marearme, con mis manos traté de tantear la pared para apoyarme.

Los Santos del infierno.  Pólvora Y Fuego.   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora