Regresé a la realidad al escuchar a mi hermano llamándome junto a mis padres, quienes habían estado a mi lado todo el día. Agradecí profundamente tener a esta familia.
Me acerqué a ellos con una sonrisa de satisfacción. Ya había terminado mis compromisos del día: el discurso, la presencia en la prensa y las fotos con la equipación del Real Madrid.
Nos tomamos algunas fotos para recordar este día tan importante para mí. Después de que se marcharon, me despedí de ellos y me dirigí a cambiarme. Una vez listo, salí para reunirme con mi familia, pero justo en ese momento escuché una voz familiar.
Disimuladamente me giré para ver quién era y me di cuenta de que era Nora, quien me había entrevistado unos minutos antes. Estaba teniendo una animada conversación con un hombre y su compañera. Los observé por unos segundos antes de sentir un ligero golpe en la espalda: era mi hermano.
─¿Nos vamos? ─preguntó Jobe─. ¿Quién es ella? ─se inclinó para ver a la chica.
─Oh, nadie. Vámonos ─respondí nervioso.
─Es guapa, ¿no? ─me miró mientras subía y bajaba las cejas.
Lo empujé levemente mientras rodaba los ojos, bromeando. Luego salimos y entramos en el coche de mamá para dirigirnos al hotel que habíamos reservado.
𝟐𝟎 𝒅𝒆 𝒋𝒖𝒏𝒊𝒐.
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