Capítulo 16: Olvido.
Nora.
Me encontraba sentada con Bárbara, Fer y Gabriel desayunando. Jude se fue con sus compañeros y dentro de poco nos íbamos a ir en bus para volver a Madrid.
Cuando me senté con ellos, Bárbara me sonrió y preguntó si estaba bien:
─Hola Nora, ¿qué tal? ─dijo antes de que me sentara.
─Bien, ¿y vosotros cómo estáis?
─Pues muy bien, la verdad ─respondió Fer esta vez.
─¿Cómo has dormido? ─me preguntó Gabriel.
─Como un tronco, pero me he levantado temprano ─respondí mientras tomaba un sorbo de mi capuchino.
─Nosotros tuvimos que dormir juntos, fue una pesadilla dormir con él ─Bárbara señaló a Fer, riendo.
─¿Ustedes también compartieron habitación? ─los miré sorprendida.
─Sí, ¿acaso la compartes con alguien? ─Fer me miró confundido, y Gabriel también se interesó.
─Sí, con Jude ─dije, y se quedaron callados.
Miré a Gabriel, quien me observaba con las cejas fruncidas. En ese momento me acordé de lo que me dijo sobre lo del contrato; lo había olvidado completamente.
─Yo ya me voy ─Gabriel se levantó, con una expresión seria en su rostro.
─Espera, Gabriel ─dije, intentando alcanzarlo.
Él se detuvo por un momento, pero no se giró para mirarme.
─No es el momento, Nora ─dijo con un tono frío─. Nos vemos en el bus.
Lo vi alejarse, sintiendo un nudo en el estómago. Me giré hacia Bárbara y Fer, que me observaban con curiosidad.
─¿Qué fue eso? ─preguntó Bárbara, rompiendo el silencio.
─Nada, solo... asuntos de trabajo ─dije, tratando de restarle importancia.
Fer y Bárbara intercambiaron miradas, pero no preguntaron más. Terminé mi desayuno en silencio, intentando no pensar demasiado en la tensión con Gabriel y lo que eso podría significar para mi trabajo.
Pronto, todos estábamos en el bus, listos para el viaje de regreso a Madrid. Me senté junto a la ventana, mirando el paisaje pasar mientras intentaba ordenar mis pensamientos.
Saqué mi móvil de mi mochila y vi bastantes mensajes de Andrea. La llamé en videollamada para poder olvidarme de mis problemas y hablar con mi mejor amiga. Andrea respondió rápidamente.
─¡Nora! ¿Qué tal estás? ─preguntó alegre.
─Bien, ¿y tú? ─respondí.
─Genial, ¿me cuentas qué pasó ayer? ─dijo mientras sonreía como niña pequeña.
─No pasó nada en especial, tampoco quiero hablar sobre el tema.
─¿Qué? ¿Nada especial? Si me lo prometiste ayer ─hizo un puchero.
─No pasó nada, ¿qué quieres que te diga?
─Si no quieres decírmelo ahora, cuando llegues ya me lo contarás entonces ─dijo cruzándose de brazos─. ¡Pero no puedo esperar!
─Qué pesada eres, tía ─rodé los ojos sonriendo.
Andrea hizo una mueca de frustración antes de reírse.
─Solo quiero saber si ha habido algún progreso con Jude ─dijo, arqueando las cejas de manera sugerente.
─No hay ningún progreso. Compartimos habitación y ya está. Nada más ─le aseguré, aunque noté que mi voz sonaba menos convincente de lo que quería.
─¿Os habéis besado? ─dijo riéndose.
─Estás mal de la cabeza, Andrea ─me puse la mano en la cara.
─¡Vamos, Nora! No me digas que no ha habido ni un poco de tensión romántica ─insistió, con una sonrisa traviesa.
─No ha pasado nada de eso, te lo juro ─dije, tratando de sonar firme.
─Vale, vale, te creo... por ahora ─respondió Andrea, levantando las manos en señal de rendición─. Pero sigo pensando que hay algo entre vosotros.
─Solo porque hemos compartido habitación no significa que haya pasado algo ─repliqué, suspirando.
─Está bien, no te voy a presionar más... hoy. Pero recuerda que soy tu mejor amiga, y siempre puedes contarme lo que sea ─dijo, suavizando su tono.
─Lo sé, Andrea. Gracias ─respondí, sintiéndome un poco más relajada.
Seguimos charlando un rato más, hablando de todo y de nada, hasta que el bus finalmente llegó a Madrid. Despedí a Andrea con la promesa de contarle todo más tarde y guardé mi móvil.
Mientras bajaba del bus y recogía mis cosas, vi a Gabriel de reojo, todavía con la expresión seria en su rostro.
Ulala