ʀᴇʟʟᴇɴᴏ

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Sanji se encontraba despierto desde hace un rato, se había levantado temprano para prepararle el almuerzo a Zoro quien entre semana trabajaba como mecánico en la compañía de Mihawk; a pesar de tener el turno matutino, a Sanji le gustaba tener todo preparado para cuando su marido llegase

Con el reloj marcando las 11 de la mañana se dispuso hacer la limpieza de su pequeño departamento; Durante estas semanas su aumento de peso se había vuelto evidente, ya entraba en la categoría de alguien gordo, con una camiseta pegada a su prominente barriga,  y unos diminutos shorts que se adherían a su trasero, podías notar cada kilo de grasa que sobresalía de su ropa; incluso no iba a negar el hecho que se había vuelto alguien perezoso, cada que podía dejaba que Zoro se hiciera cargo de los quehaceres del hogar, logrando que su condición física se deteriorara;

Con escoba en mano, comenzó por barrer el suelo de su habitación ; luego de un rato de haber acabado podía sentir el sudor recorrer su frente, a pesar de que su departamento contará con un número limitado de cuartos, el cual constaba de una habitación, una sala, un baño, una cocina y un cuarto de lavado, parecía que había estado corriendo por 30 minutos y su respiración empezaba a volverse irregular, pero tenía que acabar por lo menos de limpiar si quería sentarse a descansar, así que cogió aire y tomando una cubeta optó por trapear.

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Mientras movía el trapeador de lado a lado no pudo evitar sonrojarse ante la sacudida de sus ya notorios rollos, con cada paso que daba sentía como toda su grasa se agitaba bruscamente, y el hecho de que ahora su barriga estuviera a punto de tapar la vista que tenía de sus pies, solo le hacía recordar cuan gordo se había vuelto, pero esta sensación era tan arrolladora, que incluso podía jurar que se sentía sexy, con estas diminutas prendas, el sudor recorriendo su frente, el cómo se había vuelto tan perezoso que el simple hecho de limpiar su hogar hacía que se quedara sin aire, no podía esperar a que Zoro llegara del trabajo para pasar tiempo con él.

Volteando su vista hacia el reloj el cual marcaba las 2 de la tarde sonrió con éxito, había podido acabar con todos los quehaceres y solo faltaban 2 horas más para que Zoro volviera a casa, solo le había tomado 3 horas para poder acabar de limpiar todo el departamento y estaba más que exhausto, se dejó caer en la silla del comedor el cual ante el peso no pudo evitar crujir, sería cuestión de tiempo para que esta terminara cediendo, aunque trataba de recuperar el aliento, se sentía avergonzado por su falta de condición que lo hacía parecer que había corrido todo un maratón, y el sonido de su barriga no tardó en llegar, podia jurar que hizo todo el ejercicio que en semanas no había hecho, y fue inevitable que no le abriera el apetito, pero estaba demasiado agotado como para cocinar algo apropiado, solo tenía antojo de algo dulce.

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Impulsándose al frente se dispuso a preparar un batido de chocolate, conectando la licuadora, comenzó a vaciar cada ingrediente que a sus ojos se viera apetecible, vaciando unas cuantas fresas, plátano, azúcar, leche, hielos y mucho, mucho chocolate, al molerlo se hizo como un frappé, y su licuadora al ser profesional, acabo haciendo 2 litros de batido de chocolate , vaciando este a una jarra para mayor comodidad.

Cansado de estar de pie volvió a sentarse en la silla, hacer el quehacer nunca se había vuelto tan agotador como hasta ahora, pero eso no importaba al tener en sus manos la jarra con su batido favorito, era su recompensa después de trabajar tan duró, pensó; así que gustoso comenzó por beber el contenido de este, el sabor era algo tan gratificante, y al estar tan frío se volvía su debilidad, no podía evitar soltar leves gemidos, su barriga empezaba a sentirse pesada, pero eso no lo detuvo de seguir vaciando el contenido de este.

Se detuvo un momento para recuperar el aliento, bajando la vista a su barriga, esta se veía hinchada pero aún estaba lejos de sentirse lleno, por lo que apoyando sus manos en sus rodillas se levantó para ver con qué más podía acompañar lo que restaba del batido; después de haberse vuelto adicto a la comida rápida, y a las cosas empaquetadas, tenía un surtido oculto en una repisa de la cocina, donde la tenía surtida de toda clase de golosinas, Zoro no sabía de esto porque nunca se acercaba a la cocina más que solo para tomar algo de sake, así que tenía gran variedad de dulces para el solo.

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Tomo de la repisa todos los dulces que sus dos brazos regordetes podían sostener, colocando cada paquete sobre la mesa, volvió a su silla y comenzó por abrirlos, había toda clase de cosas, donas, galletas, panecillos, gomitas, chocolates; se le hacía agua la boca con tan solo ver lo que tenía en frente, así que se dispuso a comer frenéticamente, comenzando por las donas, llevo una por una a su boca, el sabor de estas hacían que su paladar se derritiera ante semejantes delicias , sus mejillas se tiñeron de un color rojizo, estaban tan ricas, tomando varias galletas en sus manos dio grandes mordidas, amaba el sabor a chocolate con toda su alma, y la mayoría de sus golosinas eran de este sabor; para bajarse todo lo que estaba devorando, tomo grandes tragos de su batido, podía sentir que con cada sorbo su barriga se expandía frenéticamente, un estruendoso eructo salió de su boca, se había vuelto todo un glotón.

Conforme pasó el tiempo las cosas en la mesa se habían terminado, su camiseta
se había alzado aferrándose a sus pechos, su short se clavaba frenéticamente en su piel, comenzaba a dolerle por lo que bajo el elástico dejando expuesta su hinchada barriga, como deseaba en estos momentos tener a Zoro en casa, que le sobará su barriga y calmará su dolor, pero aún no sabía cuándo tiempo faltaría para que este regresara, al levantarse un leve quejido salió de su boca, aún no se acostumbraba al peso de su barriga hinchada por lo que al pararse el dolor que se posaba en esta era incómodo; posando una mano en su barriga se dirigió al refrigerador para sacar una botella de sake, aún era muy temprano para beber, pero quería llenarse con algo más.

Con su pesado cuerpo se dirigió al sillón de la sala y dejando caer todo su peso sobre este, ya no sabía si su camiseta estaba adherida a él por el sudor que emitía o por qué está ya no era de su talla, abriéndose paso por la botella de sake, término por quedarse dormido en el sillón, emborrachado, con una barriga hinchada, y restos de chocolate por todo su rostro.

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La puerta fue cerrada detrás de él, la imagen que presenciaban sus ojos no dejaba de sorprenderle, había envoltorios regados por toda la mesa, utensilios sucios en la tarja, y al dirigirse a la sala no pudo evitar enternecerse ante la imagen de su marido, a su punto de vista parecía un bebé gigante, se veía tan suave ahí acostado, con sus mejillas rojas, su rostro y ropas manchados de restos de chocolate; acercándose lentamente posó sus manos en la barriga de este al verla tan hinchada, no quiso despertarlo pero ante el roce de sus dedos con la piel del rubio, fue inevitable que este no terminara por abrir los ojos.

- mmm~ marimo, ya llegaste?
- Buenos días cejitas - exclamo sarcásticamente ya que ya eran al rededor de las cinco de la tarde -
- ¿Cuánto tiempo dormí? - mencionó mientras se restregaba los ojos-
- No lo sé, pero cuando llegue ya estabas dormido, aunque me parece una desconsideración que no me hayas esperado para comer - apuntando la prominente barriga del contrario - Y yo que te había traído unas hamburguesas
- Hamburguesas! - exclamó con entusiasmo, de sólo pensarlo su apetito volvía abrirse -
- Y son del puesto donde te gustan ~
- Deja acomodo la mesa para que comamos juntos -

Emocionado se levantó de un salto dirigiéndose al comedor dispuesto a limpiar los restos que había dejado en la tarde; mientras que por el contrario Zoro veía divertida la escena, no podía dejar de mimar a su querido esposo, se había vuelto como un niño malcriado, pero el amaba consentir sus caprichos.

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💚 Disculpen la demora! 🙏 tuve problemas de internet y no podía actualizar, espero que les haya gustado el capítulo, más tarde subiré otro para compensarlos por la espera; Si encuentran algún error o si tienen alguna sugerencia no duden en decírmelo 🧡

𝐈𝐧𝐝𝐮𝐥𝐠𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora