ᴄʜᴏᴄᴏʟᴀᴛᴇs (𝟏/𝟐)

612 28 5
                                    


Con las luces apagadas, la televisión encendida, y las cortinas cerradas, solo podía significar una sola cosa, hoy iba a ser noche de películas, o eso era lo que suponía Sanji, hace tiempo que no tenían un tiempo a solas con su pareja por lo que frente al espejo del baño trataba de hacer su mejor esfuerzo por lucir bien, quería evitar el tema de su peso pero cada que recorría su cuerpo con su vista no podía evitar ponerse nervioso, los recuerdos de Zoro acariciando su barriga lo habían dejado con ganas de más, ¿acaso era esto un nuevo fetiche?, pregunto a sus adentros mientras seguía viéndose al espejo.

Maldición, modelaba frente al espejo dando vueltas y haciendo poses, la realidad le había vuelto a golpear como un valde de agua fría, mirando como su pijama que antes le quedaba suelta ahora se ajustaba a cada centímetro de su piel, sus pantalones a pesar de tener elástico apretaban sus caderas, sus muslos se veían tan ajustados y no hablaba de su trasero, Dios, podría decirse que se había vuelto jugoso, pero la parte superior de su cuerpo no se quedaba atrás, ya que los botones de su camisa se veía que en cualquier momento saldrían disparados, incluso podía ver como su piel se asomaba entre el espacio de los botones, ¿cuantas tallas habré aumentado?, pensó.

• ———————————————— (🍙)

Avergonzado salió del baño dispuesto a encontrarse con su marido el cual ya lo estaba esperando acostado en su cama con el control remoto en su mano, se dispuso a sentarse al lado de esté tratando de disimular lo incómodo que se sentía por culpa de sus apretadas prendas.

Al escuchar la música proveniente del televisor dio señal a que la película había comenzado, sinceramente no sabía cuál había elegido su esposo así que posó su vista al frente tratando de entender la trama cuando escuchó el ruido de una bolsa, curioso volteó a su lado viendo que en efecto era una bolsa y una muy grande:

- Oye cejas rizadas te traje algo para que disfrutes la película - mencionó posando la bolsa en sus piernas -
- ¿Qué es esto? - un brillo se instalo en sus ojos al darse cuenta que el contenido de esta estaba repleta de bolsas de sus chocolates favoritos -
- Chocolates! - emocionado no tardo en abrir un paquete de estos dulces y empezar a comérselos, el chocolate era una de sus debilidades y más si eran sus favoritos -
- Te lo agradezco cabeza de musgo, están muy buenos -

- No hay porque agradecer mejor veamos la película - sonrío ya que por su mente no tenía planeado ver la película, hace mucho que no tenía un momento de intimidad con su marido y este era el momento perfecto, así que astutamente agarro uno de los chocolates dispuesto a llevar a cabo su plan -

- mm?
- Anda comételo cocinero - ofreciéndole un chocolate ya abierto, el contrario sonrojado ante el detalle aprovechó para comérselo directo de la mano del contrario, ambos no podían evitar sentir un calor recorrer sus cuerpos, así fue como Zoro se mantuvo alimentado a Sanji hasta que sintió como este lamia deliberadamente sus dedos sin dejar ningún rastro de chocolate; ya no quería ocultar su deseo de tomar a su marido esta noche, así que con un movimiento brusco unió sus labios, aumentando la intensidad de sus besos cada minuto que pasaba.

• ———————————————— (🚬)

Gemidos bajos era lo que resonaba en la habitación, no podía contenerse más había estado esperando esto desde que Sanji comenzó a engordar, con su mano empezó a recorrer el pecho del contrario, amasaba cada uno de sus pechos para después bajar a su barriga, mierda su miembro se puso duro con tan solo tocarlo, ahora que no estaba lleno podía sentir cómo está era tan suave, tan blanda y pesada a su vez, una carcajada se escapó de sus labios:

Ambos aún agitados, separaron sus labios siendo unidos únicamente por un rastro de saliva:
- ¿Qué es tan gracioso idiota?! - alzando la voz, acaso se estaba riendo de él?
- ¿Quieres saber que me dio gracia? - su voz se tornó seductora a la vez que se acercaba a su oído susurrándole - pareces un malvavisco gigante -
- I-I-Idiota! - con una mano empujó al contrario mientras con la otra trataba de cubrirse su rostro, ese comentario lo había tomado por sorpresa -
- Jajaja, hubieras visto tu cara - mencionó soltando carcajadas mientras que el contrario no podía con la vergüenza -

Aunque si lo pensaba bien era momento crucial para abordar este tema que ambos habían estado evitando, así que con un nerviosismo notable en su voz soltó su mayor intriga:

- ¿a-acaso no te gusta? - evitando mirar al contrario sólo escuchó que este había parado de reír, mierda, estaba muy nervioso, todo habría quedado en un silencio incómodo si no fuera por el ruido del televisor, así que armándose de valor, volvió a formular su pregunta - ¿Te disgusta que haya engordado ? -

- Pero que mierdas dices - abrió sus ojos par en par, acaso había escuchado mal? -
- B-bueno es que yo - mierda sentía cómo las lágrimas picaban sus ojos, no quería que su marido le disgustase, no a la persona que más amaba - ya no soy atractivo -
- No vuelvas a repetir eso jamás! -
- eh... p-pero yo - asombrado sintió como unos brazos lo sujetaban a sus costados alzó la mirada y vio cómo Zoro estaba extrañamente furioso -
- ¿Qué tiene de malo que hayas engordado?! - alzando la voz, se miraron fijamente, todo lo que tenían guardado desde hace mucho por fin lo estaban expresando -
- Nunca vuelvas a decir que ya no eres atractivo solo porque tu cuerpo ha cambiado! - regulando el tono de su voz, procedió a darle un abrazo a su marido -
- No te lo había dicho antes porque, creí que ya lo habías notado, pero me vuelve loco verte con todo este peso, amo ver tus curvas agrandarse, ver cómo estás se agitan a cada movimiento, disfruto verte comer, tanto que intencionalmente e aumentado tus porciones de comida -
- maldita cabeza de musgo, estoy gordo por tu culpa - mencionó fingiendo enojo -
- cocinero estupido, eres realmente lento para ver mis verdaderas intenciones -río -pero si te soy honesto, me gustaría verte engordar más -
- eh?, acaso quieres que me vuelva una vaca?!-
- Pero serias una vaca linda, además que, tu trasero sería más suave - sonriendo maliciosamente -
- musgo pervertido, quien te dio permiso de ver mi trasero!? -mencionó alzando la voz con un sonrojo notable, no podía creer lo que estaba escuchando, acaso los dos les había caído el mismo gusto por su nuevo peso?-
- Soy tu marido, solo yo puedo contemplar tu hermoso trasero -  los dos soltaron carcajadas, ante la situación - incluso si me lo permites puedo ayudarte a ser más grande -

• ———————————————— (🍙)

Sus miradas indicaban lujuria, ambos habían caído ante la tentación y al haber aclarado las cosas sólo quedaba una cosa más por hacer, eso pensaban cuando unos gruñidos los sacó de su transe

- Al parecer alguien tiene hambre - sonrío maliciosamente - que te parece si acabamos con estos chocolates y veo que más hay en la nevera?
- maldito - hablando con timidez, esta situación lo había alterado - pero si llegó a pesar 200 kilos tendrás que aguantar todo mi peso, no me importa si te partes las piernas -

- una sonrisa se formó en el rostro de ambos -
- Lo que ordenes mi amor

• ———————————————— (🚬)
.
.
.
.
.
.
.
.

🌈• Espero que les haya gustado!, fue algo largo pero aún tengo planeado hacer otra parte, así que espérenlo por favor, si ven algún error no duden en decírmelo o si tienen alguna sugerencia con gusto los leo •💛

𝐈𝐧𝐝𝐮𝐥𝐠𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora