Luna de brujas

Capítulo 7 🌸

Robert (padre de Amara)

Al entrar a la casa me di cuenta de que algo extraño habia sucedido, estaba oscuro y todo hecho un desastre, pude sentir este aire familiar de... magia, algo que en años no habia sentido, al instante me preocupe por Amara, hoy cumplía sus 18 años y eso significaba que estaba al borde de descubrir su verdadera naturaleza, y que estaba apunto de alejarse de mi.

Mi corazón latía con fuerza mientras caminaba por los pasillos oscuros, tomando nota del desorden que había quedado a su paso. Los restos de la fiesta yacían esparcidos por el suelo, una triste reminiscencia de la alegría que una vez había llenado el hogar.

Al llegar al jardín trasero, encontré a Amara sentada en silencio, con la mirada perdida en la luna que brillaba en lo alto. Su rostro estaba bañado en sombras, pero pude ver el rastro de lágrimas que brillaban en sus ojos, reflejando la tristeza y la confusión que la consumían.

—Amara, cariño, ¿estás bien? —pregunté con voz suave, acercándome a ella con cuidado.

Ella levantó la vista hacia mí, sus ojos llenos de dolor y preocupación. No dijo nada, pero su mirada hablaba por sí sola, revelando el torbellino de emociones que la consumían por dentro.

Me senté a su lado, envolviéndola en un abrazo reconfortante mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas para consolarla. Sabía que algo más que una simple fiesta había causado su angustia, y mi corazón se retorcía de dolor al verla sufrir de esta manera.

Sin embargo, a pesar de mi preocupación, decidí mantener en secreto mis sospechas sobre la verdadera causa del caos que había estallado durante la fiesta. No quería asustar a Amara con mis temores infundados, ni tampoco quería revelarle la verdad sobre su verdadera naturaleza antes de que estuviera lista para enfrentarla.

En su lugar, la abracé con fuerza, prometiéndole silenciosamente que estaría allí para ella en cada paso del camino. Aunque no podía protegerla de todo lo que el mundo tenía reservado, haría todo lo posible para mantenerla a salvo y protegerla de cualquier peligro que se presentara.

La noche pasó en un silencio compartido, roto solo por el susurro del viento y el latido de nuestros corazones. En ese momento, mientras abrazaba a mi hija en la quietud de la noche, supe que haría cualquier cosa por mantenerla a salvo, incluso si eso significaba enfrentarme a los secretos oscuros que amenazaban con separarnos.

Amara

Mientras estaba sentada en el jardín, abrazada por el reconfortante silencio de la noche, sentí la presencia familiar de mi padre a mi lado. Su abrazo cálido y protector me brindaba un consuelo que tanto necesitaba en ese momento de confusión y dolor.

Me aferré a él con fuerza, dejando que sus brazos me rodearan y me protegieran del mundo exterior. Aunque sabía que había algo más estaba pasando, pero no tenía las palabras para expresar la tormenta de emociones que rugía en mi interior, no sabia como explicar lo que habia ocurrido, eso lo habia causado yo? era imposible, pero como explicar los sucesos irreales que habían ocurrido en las ultimas horas, como explicar estos presentimientos.

Mi padre no dijo nada, pero su presencia hablaba por sí sola, transmitiéndome un sentido de calma y seguridad en medio del caos que amenazaba con engullirme. A pesar de mi dolor y confusión, me sentí reconfortada por su cercanía, sabiendo que siempre estaría allí para mí, pase lo que pase.

Mientras miraba la luna brillando en el cielo nocturno, una sensación de paz se apoderó de mí, envolviéndome en su suave resplandor. A pesar de todo lo que había sucedido esa noche, sabía que no estaba sola. Tenía a mi padre a mi lado, y juntos enfrentaríamos cualquier desafío que se interpusiera en nuestro camino.

El silencio de la noche nos envolvió, uniendo nuestros corazones en un vínculo irrompible de amor y protección. Y en ese momento, mientras contemplaba la luna en el cielo estrellado, supe que, pase lo que pase, siempre tendría a mi padre a mi lado, guiándome con su luz en la oscuridad.