Capítulo 17 🌸

23 8 24
                                    

Después del extraño encuentro con Estefany, me reuní con mis amigos en nuestro lugar habitual. Al llegar, ya estaban disfrutando de sus comidas, pero por más que traté de disimularlo, aún estaba en shock por las preguntas de Estefany. Opté por guardar mis preocupaciones para mí misma y enfocarme en pasar un buen día. Nos sumergimos en una conversación variada, que pronto giró hacia el tema del equipo de fútbol, algo que se había vuelto habitual entre nosotros.

—¿Ya vieron a la nueva maestra de antropología? —mencionó Lucas, tomando por sorpresa mi falta de conocimiento sobre el tema—. Es muy extraña.

—Aún no la he visto, pero prácticamente toda la escuela está hablando de ella. Dicen que es hermosa, pero que se viste de manera extraña —añadió Emma, sumándose a la conversación.

—Además de eso, tiene esos tatuajes. No es muy común ver profesores así. Me pregunto por qué la habrán contratado —comentó Lucas, reflexionando sobre la situación.

Mientras mis amigos continuaban hablando, mis pensamientos seguían atormentados por lo sucedido con Estefany. Traté de mantenerme presente en la conversación, pero mi mente divagaba en busca de respuestas a las preguntas que me habían dejado inquieta. La aparición de la nueva maestra de antropología solo era un detalle más en medio de mis preocupaciones. Mis amigos, preocupados por mi silencio, me sacaron de mis cavilaciones.

—Estás muy callada, Amara. ¿Pasa algo? —preguntó Lucas, notando mi ausencia en la conversación.

—No pasa nada, solo estoy un poco distraída —respondí, tratando de restar importancia a mi estado emocional.

—¿Tiene que ver con lo que me contaste, Amara? Porque si es así, te dije que no tienes que preocuparte por eso. Solo hay que seguir la lógica. Estás muy estresada últimamente y por eso te confundiste con lo sucedido —intervino Emma, tratando de reconfortarme.

La mención de lo que había compartido con Emma me hizo sentir un poco incómoda, especialmente porque Lucas se unió a la conversación con una risa burlona. No quería que mis amigos se preocuparan por algo que podía ser simplemente producto de mi imaginación, así que decidí cambiar el tema.

—¿Por qué no hablamos de algo más ligero? —sugerí, tratando de desviar la atención de mis problemas personales.

Mis amigos asintieron, y la conversación giró hacia otros temas más triviales. Sin embargo, por más que intentaba distraerme, no podía sacar de mi mente las incesantes preguntas que me atormentaban. ¿Qué había pasado realmente aquella noche en mi cumpleaños? Y, más importante aún, ¿qué tenía que ver Estefany en todo esto? A medida que la conversación continuaba, decidí que necesitaba respuestas, y estaba dispuesta a encontrarlas, cueste lo que cueste.

Al finalizar de almorzar, mis amigos se dispersaron para sus lados, dejándome sola con mis pensamientos inquietantes. Decidí dar un paseo por el campus, necesitaba despejar mi mente y encontrar un poco de claridad. Mientras caminaba, recordé las palabras de Estefany y su misteriosa advertencia sobre una posible carta. ¿Qué significaba todo eso? ¿Había más personas involucradas en esta confusión de lo que yo pensaba?

Mi mente estaba llena de preguntas, y sentía que no podía confiar en nadie para encontrar respuestas. ¿Debería confrontar a Estefany y exigirle una explicación? . No estaba segura de cuál era el mejor curso de acción, pero sabía que tenía que hacer algo para desentrañar este enigma que había invadido mi vida.

Mientras me sumía en mis pensamientos, una figura familiar apareció ante mí. Era Arthur, el mismo chico que había estado junto a Estefany en mi cumpleaños. Su presencia repentina me sorprendió, y no pude evitar sentir un ligero escalofrío recorriendo mi espalda.

—Hola, Amara —saludó Arthur, con una sonrisa que no llegaba a alcanzar sus ojos.

—Hola, Arthur —respondí, tratando de ocultar mi sorpresa por su aparición—. ¿Qué haces por aquí?

Arthur se encogió de hombros, y noté un deje de nerviosismo en su voz cuando respondió: —Solo dando un paseo. ¿Y tú?

Decidí no mencionar el extraño encuentro que había tenido con Estefany, al menos por ahora. No sabía si podía confiar en Arthur, y prefería mantener mis cartas cerca del pecho.

—Lo mismo —contesté, con una sonrisa forzada—. ¿Te gustaría dar una vuelta juntos?

Arthur asintió con entusiasmo, y mientras caminábamos juntos por el campus, mi mente seguía dando vueltas intentando desentrañar el misterio que se cernía sobre mí.

Mientras caminábamos, una figura desconocida para mí se cruzó en nuestro camino. Era una joven de no más de 30 años, pero su apariencia era singular. Vestía una falda larga y holgada, combinada con una blusa que llevaba una chaqueta encima. Lo más llamativo de su atuendo eran las medias de rayas de muchos colores que llevaba puestas, creando un contraste llamativo con el resto de su vestimenta. Sin embargo, lo que más captó mi atención fueron sus tatuajes. Tenía varios adornando su piel, pero el que más destacaba era el que tenía en la frente. Era una media luna rodeada de hermosas decoraciones, que parecían cobrar vida con cada movimiento de su cabeza. La delicadeza y el detalle con el que estaba hecho el tatuaje eran impresionantes, y no pude evitar preguntarme sobre su significado y la historia detrás de él.

Luna de brujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora