Un chico estaba peleando consigo mismo para levantarse de su cama para poder arreglarse e ir a la escuela, solo que aún no se acostumbraba a levantarse a esas horas y menos a diario.
Y era raro porque ya tenía dos semanas asistiendo a aquella escuela, y ni en esas semanas aún no conseguía adaptarse a su nueva rutina, pero lo intentaba de lunes a viernes casi sin mejora, lo bueno que tenía una mamá linda y comprensiva.
-Oscar, por favor ya levántate o llegarás tarde a la escuela mi niño.-Su madre le dió un beso en la frente a su hijo para poder despertarlo pero sin éxito alguno.
-Es muy temprano mami, no quiero ir.-Él chico se cubrió todo su cuerpo con las cobijas de su cama para seguir durmiendo.
-Oye, yo tengo entendido que tienes amigos ¿No los quieres ver?-Su madre trato de alentarlo a ir, aunque lo único que consigo es que su hijo se quitará las cobijas y la viera.-A ellos les gustaría verte.
-Sí, pero es que me despierto muy temprano y no me gusta.-Mateo se sentó en su cama mientras se tallaba sus ojos.-Pero quiero ir, quiero ver también a mis amigos.
-Muy bien mi niño.-Le acaricio el pelo y eso hizo que su hijo le sonriera pero cerrando sus ojos aún por el sueño.-Ve a prepararte mientras te preparo tu desayuno.
-Esta bien mami.-Y con eso, Mateo camino hasta el baño de su cuarto para lavar su cara y dientes con agua caliente, aunque claro, lo hacía lento.
Cuando llegó al baño abrió la llave de agua caliente no sin antes poner un pequeño valde para no desperdiciar agua mientras se lavaba los dientes y cara.
-Bien, ahora me toca peinarme.-Estaba apunto de peinarse hasta que escucho su teléfono sonar y sabía que era una llamada aunque no sabía quién podía ser.-¿A esta hora de la madrugada?
Dejó a un lado del lavabo su peine y fue hasta su cuarto para contestar la llamada que lo había interrumpido, y se llevó una sorpresa un poco inesperado para él.
-¿Ev...van?-Mateo se quedó medio confundido, pues no sabía porque su amigo lo llamaba.
-Sí, tu amigo guapo y rico.-Evan se empezó a reír por su propio comentario y su amigo también.-Queria ver si gustas venir hoy a mi cumpleaños.
-Yo...yo, ay, Evan, no sé...mi mamá tal vez no me deje ir, yo nunca he estado en una fiesta de cumpleaños aparte de las mías.-Escucho como Evan suspiraba por la incertidumbre de si su amigo vendría.-Lo... intentaré, lo hablaré con mi mamá.-Tal vez su amigo no podía verlo, pero Mateo le sonreía por el otro lado del teléfono.-Y feliz cumpleaños Evan.
-¡Muchas gracias, Mateo, es más si te veo en la entrada yo mismo hablo con tu mamá!-Sus festejos se escucharon muy fuerte así que mejor se calmo un poco para poder hablar-Te dejó, Mati, nos vemos en la escuela, chao jejejeje.-Él ya no pudo despedirse de su amigo porque le colgó muy rápido, tal vez se debía a qué iba a llegar tarde.
Mateo volvió a dejar su teléfono en su mesa de noche y fue al baño para poder terminar de peinarse, cuando terminó de pensarse bajo las escaleras para ir al comedor para desayunar y que su mamá lo llevará a su escuela, pero antes tenia planeado decirle sobre el cumpleaños de su amigo.
-Aquí tienes hijo.-En un plato su madre le puso un pan tostado con huevo y aguacate, por otro le sirvió un licuado de moras.-Si necesitas algo dime, todavía hay algo de tiempo antes de irte a la escuela.
-Muchas gracias mami.-Mateo estaba comiendo, le gustaba la comida pero sus manos sudaban y sus piernas temblaban, ¿Y sí al pedir el permiso decía que no?-Oye, mami.
-¿Qué pasó hijo? ¿No te gustó? ¿Te falto algo?-Ella se acercó a su hijo para escuchar lo que le pasaba pero noto que su hijo estaba nervioso.-¿Qué tines hijo?
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Mi Corazón Llevá Tu Nombre
Novela JuvenilUn chico tan dulce, lindo y cariñoso que tiene mucho para dar y el mundo no lo ha dejado hacerlo. Un chico destrozado, lleno de tristeza que necesita un poco de amor y el mundo no se lo dió.