ꨄ︎| Tentación de ojos verdes
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AlessandroEl rugido del motor de mi Ferrari apenas logra ahogar el torrente de pensamientos que azota mi mente. Las calles asfaltadas de Dallas pasan a toda velocidad mientras me dirijo hacia mi empresa sintiendo cada bache y cada sacudida como un recordatorio de la agitación que me consume.
La amargura se apodera de mí mientras recuerdo que mi imperio, se tambalea en una maraña de problemas financieros y disputas internas. Como un titán caído, luchando contra las fuerzas que intentan derribarme.
¿Cómo es posible que un hombre como yo, con tanto poder y riqueza, se encuentre en esta situación? La ira bulle en mi interior, alimentada por la sensación de impotencia que me envuelve.
Me detengo en la entrada del gran edificio mientras el Valet Parking recibe las llaves que arrojo para que estacione mi auto. Le echo una mirada de advertencia para que tenga cuidado y no lo raye.
Mi asistente, Roxan, me recibe con su habitual calma en la entrada de la empresa. Su rostro sereno y profesional es un contraste marcado con mi propio estado de ánimo.
Luce tan impecable como de costumbre, su cabello oscuro cae sobre sus hombros, y no puedo evitar notar lo elegante que luce con su ajustado traje de chaqueta. La manera en la prenda entalla y resalta sus curvas de forma sutil pero provocativa, hace que cualquiera se concentre en su presencia. Pero no soy de ese club, no existe mujer que me hagas despegar los pies de la Tierra.
—Buenos días, señor Ferrer. — me saluda con una sonrisa forzada —Tiene una agenda bastante ocupada hoy. Reuniones con los D'Angelo, los inversionistas, con el arquitecto para el nuevo proyecto y un encuentro en la Universidad para discutir nuevos proyectos.
Su mirada concentrada y sus labios entreabiertos mientras espera una respuesta solo realzan su atractivo. Puedo notar que están pintados con un sutil tono rosado, parecen susurrar promesas tentadoras con cada sonrisa que dedica.
Me concentro en lo que tengo de frente: varios empleados saludando o evitando cruzar camino conmigo, es un medio para desviar la punzada en la polla que envía mi asistente. Hace que surja mi instinto por cumplir la fantasía sexual de la asistente y su jefe.
<<Es una mujer prohibida>> me repito.
Roxan, me informa con calma sobre los compromisos del día como si las preocupaciones del mundo pudieran ser aliviadas con una simple palabra.
—Cancela todas las reuniones. —ordeno bruscamente, mi voz resonando con un tono que no admite réplica —No tengo tiempo para charlas inútiles con inversores o clientes. Mi enfoque está en resolver los problemas internos de esta empresa.
Levanta una ceja con cautela, pero no retrocede, no parece sorprendida por mi respuesta, pero se mantiene firme.
—Lo siento, señor, pero la reunión con los inversionistas es crucial para mantener la estabilidad financiera de la empresa, están inseguros por la situación. —responde con determinación— Y su compromiso con la universidad es una oportunidad única para fortalecer nuestras relaciones con futuros socios comerciales.
Su audacia me irrita, pero también despierta una chispa de admiración en mi interior. Es la primera y única asistente que no teme oponerse a mis ordenes, eso me agrada.
Sin embargo, mi ego no puede permitir que su argumento prevalezca.
—Me da igual, no tengo tiempo para perder en asuntos triviales. — respondo con desdén —Haz lo que digo y no discutas más.
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PECADO ORIGINAL
RomanceEn un mundo donde la ley y la oscuridad se entrelazan, la abogada Katherina Maxwell se encuentra enredada en un peligroso juego con Alessandro Ferrer, un multimillonario con secretos oscuros. Entre intrigas legales y amor prohibido, su relación des...