ꨄ︎|Camino del recuerdo
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KatherinaEl sábado amanece con un cielo oscuro y gris que refleja mi estado de ánimo. El sonido insistente de mi alarma a las 6 am penetra en mi sueño, sacándome de la cálida oscuridad de mi cama con una pereza que me envuelve como una manta. Me siento abrumada por el aburrimiento y el cansancio que se acumula en mi cuerpo, recordándome la larga noche que he pasado preparándome para el caso de Alessandro Ferrer, el egocéntrico multimillonario italiano.
Después de revisar las pruebas que él mismo me entregó sobre otro caso que estoy llevando, me sumergí en una maraña de documentos y testimonios, desentrañando los detalles más oscuros y complicados para preparar la demanda que tengo que presentar en su nombre. La complejidad del caso me mantuvo despierta hasta altas horas de la madrugada, luchando contra el agotamiento y el tiempo que parecía escaparse entre mis dedos.
Parpadeo con pesadez mientras lucho contra las sábanas que me envuelven, anclándome en un estado de letargo que parece imposible de superar. ¿Por qué, demonios, decidí poner una alarma en un sábado?
Cuando finalmente decido rendirme y cerrar los ojos mientras me cubro la cabeza con las cobijas, me remuevo de un lado a otro, el sueño se mantiene alejado de mí, como si se burlara de mi fatiga. Sé que no podré recobrar el sueño, así que me resigno a levantarme y enfrentar el día que se avecina.
Me incorporo con esfuerzo, luchando contra el deseo de volver a sumergirme en el dulce abrazo del sueño. Mi mente está nublada por la falta de descanso, pero la determinación arde en mi pecho. No puedo permitirme rendirme ahora, no cuando tanto está en juego.
Me arrastro hasta el baño y me enfrento al reflejo desaliñado que me devuelve el espejo. La factura de mi mala noche se refleja en mi rostro: ojeras oscuras bajo mis ojos, cabello alborotado y piel pálida. No estoy acostumbrada a verme así, y la visión me disgusta. Siempre he sido meticulosa con mi apariencia, me fastidia no lucir impecable, pero esta noche ha dejado su marca en mí.
Decido dirigirme al gimnasio de mi penthouse, estoy agotada para ir con mi entrenador al centro de la ciudad.
Me pongo mi ropa deportiva y me encamino hacia el gimnasio, determinada a despejar mi mente y prepararme para los desafíos que enfrentaré más adelante en el día.
Bajo las escaleras para dirigirme a la cocina para llenar mi Water bottle y dirigirme a la habitación contigua donde están las máquinas para buscar un poco de alivio en la rutina de ejercicio que me espera. En el trayecto me encuentro con mi perro descansando plácidamente sobre uno de los sofás.
Quisiera esa calma interna.
La música llena mis oídos mientras me sumerjo en mi rutina de cardio, enfocando mi energía en cada movimiento y cada respiración. Siento el sudor empapando mi cuerpo mientras trabajo en fortalecer mi abdomen, cintura y muslos, encontrando una sensación de liberación en cada movimiento.
A medida que el sudor cae y mi respiración se vuelve más profunda, siento que el peso de la noche anterior se desvanece lentamente, reemplazado por una sensación de fortaleza.
Mientras continuo con mi rutina de ejercicio, mis pensamientos vagan hacia el caso de Alessandro Ferrer, ese hombre egocéntrico y seductor que ha logrado insinuarse en mi mente de manera perturbadora. Cada movimiento que realizo en el gimnasio parece estar conectado de alguna manera con las complejidades y los desafíos que enfrento en su caso.
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PECADO ORIGINAL
RomanceEn un mundo donde la ley y la oscuridad se entrelazan, la abogada Katherina Maxwell se encuentra enredada en un peligroso juego con Alessandro Ferrer, un multimillonario con secretos oscuros. Entre intrigas legales y amor prohibido, su relación des...