¿Quién ganó?

16 3 1
                                    

Si algo me molesta de mis padres es que intenten controlarme. Sin embargo, se los permito en su mayoría. Con quien me junto, que tipo de trabajo hago dentro de la compañía, como me peino, incluso como me visto, pero esta noche en específico estoy tan molesta que no les doy ese placer.

Tuvimos una pequeña discusión sobre mi papel dentro de la compañía, pero quedaron en que me tendrían de asistente. Solo eso. Paso todas mis malditas horas estudiando y trabajando para ellos, pero ahora quieren que solo sea la asistente de mi padre o la de Angelo. Con la misma paga, las mismas responsabilidades, la única diferencia es que no puedo salir a reuniones, y eso es exactamente lo que quieren. Debe ser obra de Angelo, que no se cree nada del acto con Brad, o tal vez obra de mi madre, que no para de amenazar con enviarme a estudiar lejos.

Independientemente, ellos controlan cada aspecto de mi vida. Ni siquiera puedo paracticar la guitarra cuando ellos están por no correr el riesgo a que me la quiten. Hoy sin embargo se puede denominar como el comienzo del fin. Me visto como se me pega la gana a la pequeña fiesta que los padres de Brad celebran en su hogar. Un vestido corto color negro, completamente opuesto al vestido rosa pastel largo que mi madre tenía deparado para mí. No es mucho para ustedes, pero en mi familia, el simple hecho de ir contra ellos es una falta grave.

Brad me recoge en mi casa, (mi familia salió a comer antes, pero yo preferí quedarme un poco para luego darles la sorpresa) se queda descolocado al verme asi, pues normalmente me visto con colores claros y diseños florales, muy distinto a algo que podría usar para un funeral.

-Te ves bien... ¿El que Luca vaya a ir tiene algo que ver?

-No tenía ni idea de que Luca vendría. Por cierto, espero que tu casa sea lo suficientemente grande como para escaparme un rato a mitad de fiesta.

-No tienes que preocuparte por eso, es perfectamente grande.

Llegamos unos minutos más tarde, mi esperanzas completas se encuentran en poder ver a Luca y alegrarme la noche con eso, pero para mi desgracia, el acto con Brad debe continuar, lo que significa más conversaciones insignificantes y sonrisas falsas, ahora añadele una relación falsa y tenemos un combo perfecto para vivir una vida miserable.

Cuando llego, a quien primero busco es a Luca entre el pequeño y selecto grupo de personas dentro de aquel salón, pero en lugar de encontrarme con su mirada cariñosa hacia mí, se la dedica a una chica. Se puede ver a distancia que no estan hablando simplemente por hablar. La chica peliroja y bonita lo observa sonrojada con una mirada maliciosa, y Luca la observa a ella de igual forma. Por primera vez me arrepiento del trato, por primera vez siento celos por alguien.

Tomo la mano de Brad, apegándome lo más posible a el acto.

-Sabes, si vas a estar mirando a Luca así, mejor ni fingimos, nadie nos va a creer.

Desvío la mirada de inmediato.

-¿Vamos con nuestras familias?

-Pues yo pensaba en dejar que el público nos viera bailar y disfrutar un poco, luego volver con nuestras familias.

-Bien.

-¿Te invito unas copas de vino?

-Todas las que quieras -finjo una gran y radiante sonrisa, él se ve satisfecho, demostrando que las personas claramente no distinguen mi sonrisa ensayada. Cuando llegamos a la pequeña barra de su casa, Angelo se encuentra allí, como si estuviera esperándonos.

-Vaya, pero si es la pareja del momento -su voz sonaba rara, como si se hubiese pasado toda la tarde bebiendo.

-También nos alegra verte -responde Brad, creo que igual de confuso.

Otra historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora