CUARENTA Y UNO

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Supongo que...sí te extraño.

No es siempre pero sí de vez en cuando. A veces extraño tus labios y la forma en la que buscabas los míos, extraño nuestros besos y aquellos momentos que compartimos.

A veces un olor hace que llegues fugazmente a mi cabeza y eso me altera. Busco volverlo a sentir para recordar una parte de ti.

Hoy no nos vimos para nada en la escuela y supongo que es mejor así: simplemente estar, simplemente ser y simplemente vivir.

Quiero dejar de buscarte entre la gente y pasando por lugares que podría toparte pero admito que una parte de mí lo hace inconsciente.

Todavía duele y a veces siento que no puedo respirar, a veces nuestros momentos acaparan mi mente mientras camino por los pasillos de la universidad y eso hace que pierda el temple pero en algún momento lo lograré sin ti.

Conocía la universidad tomada de tu mano pero ahora que nos hemos soltado me toca recorrerla por mi cuenta. Sola y simplemente observando todos los lugares en los que no me había fijado.

Hay cierta paz en este momento pero eso no quita el hecho de que a veces siento que estoy y otras veces siento que no.

Me siento entumecida y no sé si eso es bueno o malo, quizás sí estoy decaída pero a como puedo lo voy sobre llevando.

Sé que no estoy tan mal como días pasados pero también sé que no estoy tan bien como podría estarlo.

Realmente no me veo abrazando o besando a alguien más por el momento. Realmente quisiera volver a intentarlo aunque quizá es mi miedo y el apego que te tengo.

Espero impaciente a que lleguen los seis meses pues supongo que de aquí a ese tiempo ya habré avanzado.

Me pregunto si mi futura yo te sigue extrañando o si ha comprendido que vivir en soledad no es tan malo. Me pregunto si la futura yo ha comenzado a salir sola y si se ha aceptado tal cuál es.

Me pregunto si por fin me llego a conocer.

Cuando nos decimos adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora