Cuando nos decimos adiós

CINCUENTA Y DOS

Hoy nos vimos...y de hecho salimos.

Mis amigos me cancelaron el gimnasio y tú no tenías nada que hacer así que pasaste a mi casa a buscarme. Fuimos a la plaza, tomamos frappes y hablamos un rato más.

No lo sé...se sintió raro. 

Te quiero, te amo.

Me gusta pasar tiempo contigo, también me gusta abrazarte y seguir apapachándote, me gusta que hablemos ¿la verdad? me sentí bastante en paz.

No te voy a decir que no sentí que estaba mal porque sí, sí sentí que no debíamos estar ahí, que no debíamos tomarnos de la mano y mucho menos besarnos las mejillas de vez en cuando pero es tan...automático que no puedo evitarlo.

Cris...me gustó esta salida. No fue como las últimas que habíamos tenido hay algo diferente ¿no lo sentiste diferente? ¿o fui yo quien así lo sintió?

Realmente no quiero describir cada momento ya que solo existieron y ya.

Ojalá así hubiesen sido nuestras salidas cuando estábamos juntos.

Una parte de mí se sintió libre ¿eso es normal? 

Una parte de mí se sintió yo...¿por qué antes no me sentía así?

Admito que cuando nos separamos (ya que no me acompañaste a mi casa porque tu mamá te estaba esperando) dolió un poco porque fue como ponchar ligeramente la burbuja que teníamos pero está bien.

Sí, mi corazón se apretó y por eso caminé pero durante el camino me di cuenta de que a pesar de todo estoy bien. Cada que estoy sola no paro de repetirme "ahora solo soy yo" y eso está bien, eso me calma. Eso alivia mi alma...

Porque aunque aún me falta mucho para acostumbrarme a estar conmigo siento que voy por un buen camino.

Cris...cuando leíste esto había una parte que hablaba sobre la muerte (aquello que le dije al psicólogo) pero no es a morir exactamente. A lo que le tengo miedo son a las ideas de suicidio. 

No me quiero morir, uh, nunca lo he pensado ¿o sí? quizás...pero hay una historia detrás.

Hoy leí varios poemas que escribí desde el 2020 a la actualidad ¿cómo no recordaba lo quebrada que estaba? Supongo que viene desde ahí todas aquellas heridas (de hecho, vienen desde antes pero en ese año las comencé a expresar).

Leyendo los poemas...dios.

No te imaginas lo que me dolió. 

Había una vez una niña sin ganas de despertar una vez más, había una vez una niña que tuvo que aprender a controlar su personalidad y aprendió a callada estar. 

Había una vez...una niña que se estaba ahogando, que lloraba todos los días antes de dormir (si es que podía hacerlo) ella se estaba consumiendo intentando encajar en un molde creado por los demás con miedo a decepcionar.

Había una vez una niña que se quebró y se ahogó pero que con el tiempo abrazó al dolor.

Había una vez una niña que le tenía miedo a la soledad y que mientras se derrumbaba sola se quedó porque solo quería alejar a los demás.

Había una vez...una parte de mí que no recordaba ¿por qué lo olvidé? ¿qué pasó con ella? realmente no lo sé, solo sé cómo estoy hoy pero no recuerdo cómo sanó (si es que sanó). Ahora la recuerdo...soy fuerte. Demasiado fuerte.

Y está bien. Estoy bien o lo estaré.

Antier me dormí llorando y ayer desperté llorando, este es un proceso al que si bien me voy acostumbrando a veces no logro entender por completo.

Algunos días la nostalgia me mata...otros días doy conciertos a las tres de la mañana de lo animada que me encuentro ¿no es chistoso? pero supongo que es parte de esto.

Te quiero, pero es un te quiero lento. Es un te quiero susurrado y con mucho agradecimiento.

Te quiero, simplemente de quiero.