Daenys Arryn vuelve del Valle luego de enterarse de la muerte de su hermana para intentar mantener una buena relación con su sobrina. Grande es su sorpresa cuando encuentra algo más en el Rey.
Portada: @Spider_Kath ❤️
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Viserys caminaba de un lado a otro sin parar, la idea de ver a Daenys partir era agobiante, aún así, no podia detenerla.
¿Que haría ahora?
Ella no tenía un heredero para colocar en su ausencia y que una bandera de los Royce ahora flameaba al acecho era inadmisible.
Ella sería la Reina de Poniente, ¿Cómo se atrevían ellos a ir en contra de su mujer?
—Haras un hoyo en el suelo.
—Daemon, debes partir de inmediato a hablar con tu esposa.
—Si lo hago solo generare que sus tropas avancen con más premura, ¡Esa mujer me odia!
Viserys suspiró cruzando sus brazos sobre su pecho.
—No sé que hacer.
—Ve con ella.
—¿Un viaje de dos semanas hasta el Valle? Cuando llegue ella habrá incinerado todo el Valle por ir contra suyo.
Daemon sonrió.
—Tal vez sea hora de levantar el duelo por Balerion.
El Rey lo miró con los ojos muy abiertos.
—No querrás decir...
—Vermithor sigue disponible.
—Está en Roca Dragón.
—En realidad ha estado siguiendo a Ala plateada desde que tomo como jinete a Daenys.
Una sonrisa cómplice se formó en el rostro de los hermanos.
—¿Dónde está el Rey? El consejo está a punto de empezar.
—¿El Rey?—Preguntó Daenys.—Deberia estar aquí, por supuesto.
Daenys hizo una señal a su guardia para que fuera a averiguar.
—Ya es tarde, el Rey nunca llega tarde.
—Claro que no, nosotros hemos llegado antes hoy.—Lo miró duramente al Lord, quien se encogió, Lady Daenys continuaba con su armadura, lista para su huida al Valle.
—Mi Lady, el Rey se encuentra con el principe Daemon en la montaña de Rhaenys.—Dijo el quebrantador de huesos.
—¿Con Daemon, Ser Harwin?
Rhaenyra entró con paso solemne siendo seguida de cerca por Ser Criston, llegó hasta al frente de la mesa y se posicionó en el lugar de su padre.
—Hoy mi padre no estará presente, seré yo quien lleve está reunión a cargo.
Y tomó asiento con una mirada calculadora, analizando las reacciones de cada uno de los Lores de la mesa.
Daenys la miró con orgullo mientras se sentaba en la silla a su lado.
