✨Capítulo 7✨

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Clavo mi mirada al frente, el silencio que nos rodea en la camioneta es tan denso, que casi podría llegar a tocarse o masticarse

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Clavo mi mirada al frente, el silencio que nos rodea en la camioneta es tan denso, que casi podría llegar a tocarse o masticarse. Me muero por hablar, por decir algo para que todo parezca más normal, pero no tengo ni idea de que decir; bueno, mentira, se todo lo que quiero preguntar.

El camino del lago a mi casa es corto. Si llega a diez minutos, es dando gracias. Bajo mi mirada hacia mis manos y comienzo a dar vueltas de nuevo a la alianza que decora mi mano izquierda.

El efecto calmante es inmediato. Sé que es ridículo, pero cada uno tiene sus pequeños trucos para relajarse, y prefiero dar vueltas a un anillo, que ponerme a llorar por todo lo que acaba de pasar. Realmente, si Evan no hubiera estado cerca o no lo hubiera visto, creo que la noche habría terminado mucho peor, al menos para mí.

Cierro los ojos respirando profundamente y cuando veo que giramos en mi calle para llegar a mi casa, decido que es el momento. No voy a quedarme con todas las preguntas que me rondan la cabeza.

—¿Por qué te ha llamado Orión? —ni si quiera miro a Evan para ver el aspecto de su cara. Evidentemente no responde y yo sigo preguntando —, ¿por qué cazador? —De nuevo silencio. Probaré con algo más normal —¿Hace cuanto que conoces a Tyler?

El coche se para frente a mi casa y es cuando veo su cara. Seria, no me muevo cuando veo como claramente, pasa su lengua por sus dientes y termina haciendo un sonido parecido a un chasquido.

—Desde críos. Éramos amigos casi antes de nacer —se mueve en el asiento dejando una mano en el volante y girándose para mirarme —, y él prefiere que le llamen Ty.

Asiento levemente. Bueno, parece que las preguntas simples si está dispuesto a contestarlas.

Quizá es tentar mucho mi suerte, pero estoy dispuesta a arriesgarme y ver qué más puedo conseguir.

—¿Desde cuando fumas? —Una risa ronca escala por su garganta a la vez que niega con su cabeza.

—Desde los quince. —Lo miro atónita y él se limita a levantar una ceja —. ¿Te sorprende? No ha afectado a mi crecimiento como puedes comprobar. —Hace una leve pausa antes de preguntar — ¿De dónde coño sacaste a la Dulce mariposa?

—Me la dio Blake, y ¿por qué sabes cómo se llama? —Pregunto de manera estúpida porque solo recibo más silencio y el sonido de sus dedos tamborileando en el salpicadero del coche.

Me rio levemente pasando una mano por mi cara al darme cuenta de que no va a contestar.

Dejo que la risa muera y vuelvo a bajar la mirada hasta mis manos. El ronroneo del motor del coche, es lo único que se oye entre nosotros. Sé que está simplemente siendo educado esperando a que me baje del coche sin presionarme, pero yo no quiero bajarme. Aún no.

—¿De que conoces a Timothy? —Silencio otra vez y yo bufo de manera realmente sonora —. ¿No piensas contestarme?

—Te he contestado.

OriónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora