✨Capítulo 11✨

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Paseo por la habitación intentando no parecer nerviosa mientras Dakota se cambia rápidamente de ropa, pasando de un estilo informal, a un vestido negro que deja su espalda al aire

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Paseo por la habitación intentando no parecer nerviosa mientras Dakota se cambia rápidamente de ropa, pasando de un estilo informal, a un vestido negro que deja su espalda al aire.

Termina de recoger justo cuando el timbre suena, y yo cojo el abrigo negro de paño que lleva demasiado tiempo muerto del asco en el armario, porque sí, mi padre me lo regaló para cuando su empresa organizaba eventos importantes y creo que solo ha visto la luz tres veces, y eso siendo demasiado optimista.

Bajo las escaleras seguida de Dakota que lleva su abrigo en la mano junto a la mochila y respiro hondo antes de abrir la puerta.

Sonrío a Ty que silba en un gesto de aprobación a mi ropa, y me aparta suavemente para envolver en sus brazos a Dakota, dándola un beso tierno y quitándola el abrigo y la mochila de la mano para llevarlos a donde tenga la camioneta.

Miro con las cejas juntas y no veo a Evan, ni la camioneta. Solo un todoterreno totalmente negro mate justo frente a mi puerta.

—Ty, donde tienes la camioneta, porque en tacones no creo que llegue andando muy lejos.

—¿Ni si quiera al otro lado de la calle?

—No veo la camioneta.

—Porque está en casa.

En ese momento aprieta las llaves de un coche y las luces del todoterreno negro de mi puerta se encienden. Bueno al menos no voy a tener que andar demasiado, todo un consuelo, pero no voy a negar que me molesta que Evan no se haya dignado a bajarse del coche.

Cierro la puerta y camino seguida de Dakota y Ty hasta llegar al coche. Intento abrir la puerta, pero está cerrada. Maravilloso.

—Te equivocas de carruaje princesa.

Me giro rápidamente para mirar a Ty que me mira demasiado divertido. ¿Qué me equivoco?, aquí fuera no hay nada ni nadie más y empiezo a notar el frío en el cuerpo sin ser capaz de entender que Dakota no esté temblando porque sigue sin abrigo y en tirantes con la maldita espalda abierta.

—Si me disculpas pequeña Lennon —sus manos me apartan suavemente de los hombros. Pierdo de vista a Dakota que me guiña un ojo antes de irse hasta la puerta del acompañante y perderse dentro del coche —, no dependes de mí hoy.

—Pero no hay nadie más Ty.

Ni si quiera me escucha, o más bien, finge no escucharme cuando se monta en el coche y arranca haciéndome una señal con los dedos para dejarme allí plantada de pie en la acera de mi casa mirando con la boca abierta viendo como se aleja sin ningún tipo de remordimiento.

Genial, este pasa a ser el peor cumpleaños de mi vida, abandonada en la puerta de casa vestida para... no sé ni para que estoy vestida, aunque agradezco que con el abrigo solo se vea parte de mis piernas.

—¿Piensas quedarte ahí sola toda la noche? —mi cabeza se levanta como si tuviera un resorte y miro a la acera de enfrente.

La boca se me seca al segundo cuando le veo. El pelo despeinado en su estilo, ese que parece desenfadado. Un abrigo como el mío con el cuello levantado y abierto dejando ver un jersey de cuello vuelto negro que lo más probable es que marque todos los músculos de sus brazos y unos pantalones negros rotos en la rodilla, para acabar con unas deportivas blancas.

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