✨Capítulo 13✨

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El despertador cae al suelo cuando mi mano se estampa contra él

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El despertador cae al suelo cuando mi mano se estampa contra él. Son las siete de la mañana de un jodido sábado y estoy obligada a madrugar por culpa de Evan. Sigue con su castigo y sí, tiene pinta de que va seguir así durante mucho tiempo.

Me arrastro por la casa hasta llegar a la cocina para tomarme un café, y parpadeo rápido cuando la puerta del jardín se abre dejándome ciega con los rayos del sol que me dan directamente en los ojos cuando Noah y Mason entran.

No debería preocuparme, pero es que su felicidad se ha esfumado cuando me han visto.

Observo la pose de mi hermano. Seria, como la de mi padre cuando tiene que tratar un tema demasiado importante. Apoya sus antebrazos sobre la isla de la cocina con las manos entrelazadas, y mantiene la mirada sobre mí casi sin parpadear.

—Has madrugado —asiento bebiendo de mi taza de café —, ¿vas a salir tan temprano? —vuelvo a asentir —. ¿Con Evan?

Aparto la taza de mi boca y relamo mis labios para saborear el delicioso café que comienza a activar todo mi cuerpo. Como la droga que es.

Miro por encima de Noah y veo a Mason negando con la cabeza. Le conozco. Él también está preocupado por lo que paso ayer en el Archer, pero también sé que no le parece bien la conversación que mi hermano está dispuesto a mantener conmigo.

—Voy a ayudarle con química. Y de paso con cálculo. —La mentira se desliza por mi lengua como si fuera dulce miel.

—No me mientas Lennon, estábamos en la puerta del vestuario ayer cuando discutisteis y sabemos que su amigo te trae todos los días a casa, —sus cejas se elevan y apoya las yemas de los dedos en la encimera de la isla —, eso no se hace con alguien que no es...

—No es mi pareja Noah.

Y era verdad. Ty podría haber dicho lo que hubiera querido el día anterior, podría pensar lo que quisiera, pero no éramos nada. Simplemente dos personas que parecían condenadas a tener que soportarse por motivos que ni si quiera conozco.

—Lennon, solo quiero que entiendas que Evan es amigo nuestro y compañero de equipo. Si sois pareja y se estropea —resopla pasando su mano por su pelo tan rubio como el mío —, a lo que me refiero es que me gustaría que siguiera siendo amigo nuestro.

Si mis pensamientos no se equivocaban, y dudo bastante que se equivoquen. Mi hermano acaba de decirme que le molestaría que yo tuviera algo con Evan porque si se acabara, la amistad que han forjado en un lapso de tiempo ridículamente corto y pequeño, se podría estropear. Maravilloso pensamiento de alguien que no lo tuvo en cuenta cuando se dio cuenta de la existencia de Blake y se pasó esa misma idea por el mismo centro de su andar.

Acaricio mis cejas con los dedos de una mano mientras intento respirar profundamente para no enfadarme. Si algo me ha enseñado el entrenamiento, es que pagar mi frustración con el saco de boxeo o con el propio Ty es mucho más satisfactorio que liarme a gritos en la cocina de mi casa haciendo que mis padres se despierten tan temprano, y provocando que mi hermano me conteste en un tono mucho más alto.

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