✨Capítulo 12✨

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Conseguido

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Conseguido.

Mi vida ha vuelto a la normalidad. He vuelto a acoplar mis tutorías en los horarios que llevaba desde el principio, y vuelvo a estar al día con los trabajos y ejercicios sin necesidad de usar el sábado, así que me he permitido el lujo de volver a buscar trabajo para mantenerme ocupada ese tiempo y poder ahorrar algo para la universidad.

Me levanto demasiado rápido cuando suena el timbre de la última hora, y no me molesto ni en guardar los libros en la mochila, simplemente los aprieto contra mi pecho y me despido de Blake, Noah y Mason mientras ellos van a sus entrenamientos y yo corro hasta la parada del bus para irme a casa.

He dejado los entrenamientos con Ty. ¿Por qué?, porque solo pensar que tengo que hacerlo en casa de Evan cuando dejó bien claro que soy un trabajo impuesto, me revuelve el estómago y me llena de rabia y de ira.

Al principio, lo único que quería era saber a que se refería con toda la mierda que había soltado por su boca mientras discutía con su hermano, la misma noche que celebrábamos mi cumpleaños. Esperé a calmarme un par de días ignorando sus mensajes exigiendo que fuera a entrenar, porque obviamente era más fácil fingir que lo demás no había existido y no hablar de ello, y cuando entendí que realmente me daba igual lo que haya dicho o que se haya acercado a mi por cualquier tipo de interés, dejé de pensar en hablar con él para pedirle explicaciones.

Tampoco parece importarle mucho porque tardo dos días más en dejar de insistir, es decir, para Evan un total de cuatro días después de hacerme sentir la mota más pequeña de polvo existente en el mundo, eran suficientes para "rogar" mi atención.

Todos los días veía desde la ventanilla del bus a Ty llegar con su camioneta y bajarse para esperarme. Día tras día, durante dos semanas había conseguido irme sin que se enteraran de como lo hacía. Correr por los pasillos cargada con los libros no era fácil, pero el entrenamiento me había dado algo de agilidad y conseguía llegar al primer bus que salía hacia mi casa sin tener que esperar. Hasta hoy.

Veo como mis libros están por el suelo después de haber chocado con algo duro y caliente, como si fuera una piedra al sol.

—Joder, voy a perder el bus. —Murmuro recogiendo mis cosas a toda velocidad.

Ni si quiera me paro a ver con quien he chocado, simplemente he murmurado una disculpa y me he agachado como si nada. Cinco minutos. Tenía cinco minutos para llegar a la salida y cruzar todo el aparcamiento si quería coger el primer bus y evitar que Ty me viera y me arrastrara hasta la camioneta. Podía hacerlo, podía...mis pensamientos mueren en el mismo momento en el que ese perfume me llega fuerte, lo suficiente como para saber con quien he chocado. ¿Cómo ha llegado hasta aquí antes que yo?

—Pues deja de hacer el idiota y móntate en la jodida camioneta de Ty.

Su voz acaricia mis oídos mientras una de sus manos coloca metódicamente los libros que me faltan por coger en una pila para arrastrarlos hasta mí.

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