Capítulo 9

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Mark Harrington.

Me estiro en la silla escuchando mi cuello crujir al mover la cabeza de un lado al otro. Resoplo.

Vuelvo la vista al computador haciendo un informe de ayer.

Han pasado dos meses desde que encontraron el cuerpo de Eric y no tenemos nada. El teléfono no tenía más que algunas llamadas las cuales se hicieron de telefonos reutilizados. Vimos las camaras unas diez veces y tampoco encontramos nada, nada que nos pudíera ayudar para encontrarlo.

Gruño enojado porque la persona que está detrás de esto, sabe muy bien lo que hace, oculta sus pasos.

Las armas encontradas en el colchón efectivamente eran de los Leones Negros, las cuales no habían sido utilizadas.

Y la verdad quedé sorprendido después de hablar con Jimmy y cuando yo le pregunté si estaba bien de la cabeza por tener a alguien como Vega a cargo. El tipo se rió y dijo que me calmara que no íbamos a tener ningún problema con Will.

No sé quien está peor, Jimmy o Vega.

Volteo a verla observando como hace un avión de papel, unos mechones de cabello le caen por la frente haciendo que ostruya su vista y resople para quitarlos, está ves tiene su cabello en una cola de caballo mostrando sus esponjosos rizos, sonríe haciendo que sus ojos se achiquen un poco, levanta la mirada encontrandose con la mía y me muestra el avión.

Ruedo los ojos y vuelvo la mirada a la pantalla.

En estos dos meses me he dado cuenta que apesar de lo loca que está la mujer, todos le hacen caso en el trabajo. Y nunca lo diría en voz alta, pero sabe lo que hace.

Mi paciencia con ella a subido y bajado sintiendo que es algo que ella ya provoca.

Igualmente es irritante.

A tratado de acercarse más a mi pero le he dicho que no, le he gritado, ignorado y hasta tratato de no estar en la misma habitación, pero creo que le entró por un oido y le saliío por el otro todo lo que le dije.

— Ey Mark.— Frunzo el ceño mientras levanto el rostro topandome con la pelirroja. Ella también a tratado de acercarse a mi, pero la ignoro olímpicamente.

No me interesa hablar con nadie. Pero al parecer nadie lo entiende.

— ¿Qué vas hacer mañana?— Parpadeó al escucharla, y mi ceño se frunce más por su pregunta. ¿Qué le importa?.

— Nada.— Digo al mismo tiempo que vuelvo la mirada al computador sin interes de seguir hablando. Carraspea llamando otra vez mi atención, suelto un suspiro cansado por tener que soportar a esta gente, siento mi cuerpo tensarce al verla más cerca de lo normal.

— ¿Te gustaría almorzar conmigo?— Sus mejillas se colorean pero su mirada no se aparta de la mía, es una chica simpatica pero estupida si no entiende que no quiero hablar con ella.

— No, gracias.— Ella levanta las cejas con sorpresa y su cara si es posible se vuelve más roja, ella mira hacía los lados y a la final tartamudeando se despide.

Paso mis manos por mi rostro volviendo a ver la pantalla.

— Ella se pudo haber bañado en mierda y hubiera sido menos vergonzoso.— Volteo la cabeza hacia Vega la cual sus impresionantes ojos grices brillan de diversión. Se recuesta en la silla, haciendo que su camisa se apriete en torno a sus pechos, aprieto la mandibula levantando la mirada rapidamente.

Levanto una ceja sin entender de lo que está hablando.

— Grandote. ¿No te das cuenta que quería un cita contigo?— Arrugo el rostro al escucharla, volteo hacia el escritorio de la pelirroja encontrandola con la manos en la cara. Me encojo de hombros.

Bebida, Lagrimas y Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora