Capítulo 1

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Mark Harrington

Cierro la puerta del carro cuando salgo, observo a mi alrededor notando las miradas en mi.

Suspiro sintiendo el calor pegando en mi rostro, inhalo.

Otra vez en esta ciudad.

Empiezo a caminar ignorando a la gente que se me queda viendo.

Me adentro a la comisaría encontrándome un caos dentro de ella. Un tipo flaco con lentes se me acerca, lo veo temblar al posar mi mirada en él.

Frunzo el ceño.

— ¿En qué lo puedo ayudar?— Me sorprende que a pesar de parecer un chihuahua, su voz sale firme.

— Busco al Coronel Medina.— Mi voz sale carrasposa por el tiempo sin hablar, su ceño se frunce mientras se acomoda los lentes.

— El Coronel está ocupado ahora mismo, le puede dejar un mensaje o venir después.— Traga saliva al ver que mi ceño se frunce más.

—Dígale que lo busca Harrington.— Duda pero termina asintiendo, da la vuelta y desaparece por el tumulto de gente.

Miro al rededor, un tipo le grita a un policía que tiene la mirada fija en la pantalla de la computadora, hay unos borrachos sentados al frente de dos policías más los cuales niegan cuando los tipos se carcajean.

Me hago a un lado cuando una señora camina echando humos hacia la salida.

Para ser jueves en la mañana, no hay tanto movimiento.

Pienso cuando veo el resto de la comisaría, escritorios con policías y muchos papeles. Unos hablan, otros atienden llamadas y algunos los veo tomar un café.

— ¡Mark!— Vuelvo la vista al frente cuando escucho mi nombre. El hombre que me llama mide uno setenta, piel oscura y una exagerada barba para el poco cabello que tiene. Se acerca a mi mostrandome una gran sonrisa.

Jimmy Medina, un tipo que cree que todo tiene su lado positivo y su tranquilidad ante las cosas aveces me desesperaba. Mi labio se inclina un poco hacia arriba.

— Hombre, tanto tiempo sin verte.— Alza la mano y yo se la estrecho.— Como has cambiado chico.

— Tu te ves igual que la ultima vez que te vi.— Se ríe al escucharme.

La ultima vez que vi a Jimmy fue como hace cinco años. Es el padre de un conocido de la universidad el cual pasabamos mucho tiempo juntos y cuando Jimmy supo mi interes por el area policial nos hizo cercanos. Un día me ofrecieron una oferta de trabajo la cual me ayudaba a salir de esta ciudad la cual no pude rechazar.

— Sígueme.— Lo sigo notando que el chico chihuahua desapareció en algun momento. — No creí que aceptaras la oferta, me dijeron que te iba bien por allá.— Empezamos a caminar hacia una puerta.

Coronel Mayor Jimmy Medina

Abre la puerta haciendome pasar primero, observo el interior lleno de estanterias, cuadros y en el medio un escritorio lleno de retratos y papeles.

— Quería cambiar de aires, tenía mucho tiempo sin pisar la ciudad y que mejor que tu oferta.— Le comento sentandome en una de la silla que tiene al frente de su escritorio. Va a una mesita que tiene en la esquina llenando dos vasos con agua dandome una para después dirigirse hacia su asiento.

— Aquí no hay tanta acción como allá, pero nos divertimos.— Tomo un sorbo de agua mientras lo escucho y veo sus diplomas en la pared.— ¿Ya tienes donde quedarte?— Asiento volviendo mi vista a él.

— Sí, encontré un pequeño departamento cerca.— Me sonríe asintiendo.

— Sabes que te puedes quedar conmigo.— Niego dejando el vaso en el escritorio, se pasa una mano por su barba.

Bebida, Lagrimas y Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora