GHALIA

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Cuando me recuperé del ahogo por la comida, miré a Fernando directo a los ojos, no estoy seguro de haber oído bien, él me da un beso en la mejilla y soba mi espalda, yo intento asimilar lo que acaba de decirme, pues para mí no tiene ningún sentido sus palabras.

-Fernando...que es lo que me estás diciendo? Como es eso de que quieres que me case con Ghalia?-. Él guarda silencio un minuto, luego suspira levantándose y caminando hasta la ventana, Fernando se queda contemplando el paisaje en silencio mientras yo permanezco sentado esperando que me responda todavía conmocionado por su petición.

-Tareck...yo he pensado mucho en la situación de Ghalia, necesita ayuda, créeme si yo pudiera me casaría con ella, pero al no ser de Haidar sólo la metería en más dificultades; pero en cambio tú...tú si puedes ayudarla, yo creo que si los tres nos ponemos de acuerdo podemos protegernos entre nosotros y de paso también podríamos garantizar un futuro a su bebé, es hijo de un extranjero con el que ni siquiera estaba casada y eso en Haidar es muy mal visto, creo que eso tú lo sabes mejor que yo amor-. Después de oírlo entiendo su punto de vista, Ghalia está muriendo, necesita asegurar el futuro de su hijo si es que nace, pues obviamente es un embarazo de alto riesgo y yo podría ayudarla; sin embargo, en realidad no es tan sencillo, pues tendría que explicarle las razones de mi propuesta. Yo me levanto y lo abrazo por la espalda, le doy un beso en cabello y él suspira; yo no soy capaz de decir nada, pues todos mis pensamientos están revueltos.

-Amor yo sólo pienso en el hecho de que sin importar cuanto nos esforcemos nunca vamos a tener un verdadera tranquilidad mas allá de la protección de tu familia; pero aquí en Haidar las costumbres son muy arraigadas y si alguien llega siquiera a sospechar sobre nosotros podría ser un enorme problema, no sólo para ti sino para toda tu familia, creo que casarte con alguien de confianza cómo Ghalia es una buena idea, al menos hablemos con ella talvez podríamos llegar a un acuerdo para resguardarnos todos...que opinas?-. Yo quiero darle esperanzas, pero no sé si una propuesta de matrimonio a Ghalia realmente sería una opción para solucionar nuestra situación, parece ser una oportunidad de ayudarla de verdad y salir beneficiados nosotros; pero aún así tengo muchas dudas.

-Habibe...entiendo que nuestra situación sigue siendo delicada y en efecto también la de Ghalia, pero un matrimonio es una decisión extrema, yo tengo que pensarlo, además está el hecho de que si hablo con ella tendría que revelar las razones del porque le estoy pidiendo matrimonio y no estoy seguro si eso es buena idea-. Él se voltea y coloca sus brazos en mi cuello dándome un beso, no puedo evitar perderme en sus ojos verdes, esos ojos hipnotizantes que hacen que no sea capaz de decirle que no; Fernando bajo la mirada y empezó a jugar con los botones de mi camisa, yo lo abrazo por la cintura y le doy un beso en la mejilla, conozco ese gesto, sé que quiere decirme otra cosa.

-Amor...tengo que confesarte algo...yo le conté a Ghalia sobre nosotros dos-. Yo me quedé atónito con esto, pues Fernando sabe tambien como yo que nuestro secreto es sagrado y las veces en que nos han descubierto la hemos pasado mal, pero debo escucharlo y así quizas entendería su punto de vista.

-Pero Fer...Porque hiciste eso?-. Le pregunto tratando de no sonar angustiado, él acarició mi rostro y cuando hace eso siento que no puedo enojarme con él, creo que nadie podría, porque mi amado es un ángel.

-Ella me confió su secreto y yo decidí decirle el nuestro, Ghalia es una buena persona y se que está una situación tan complicada como la nuestra, quien mejor que ella para entender lo que nos pasa? Creo que un matrimonio con ella sería una solución perfecta para todos, pero al final es tu decisión mi amor, sino quieres está bien, de todas formas encontraremos la manera de ayudarla-. Ahora que escucho sus palabras estoy empezando a pensar en que esta idea podría no ser tan descabellada, pero aun así me genera dudas, las cuales sólo Ghalia puede aclarar.

EL DESEO PROHIBIDO DEL PRÍNCIPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora