🕷🕸️ • 𝑁𝑒𝑤 𝑠𝑖𝑑𝑒 𝑜𝑓 𝑚𝑒 • 🎰🂡 - (𝐻𝑢𝑠𝑘𝑒𝑟𝑑𝑢𝑠𝑡)

𝐏𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚𝐫𝐞𝐬 - 𝑃𝐴𝑅𝑇𝐸 𝐼

Angel Dust estaba recostado en una de las cómodas sillas del nuevo Hazbin Hotel, mirando al techo con una mezcla de desinterés y reflexión. El techo, adornado con intrincados detalles y luces parpadeantes, era una muestra de la opulencia que Lucifer había aportado con sus poderes tras el último exterminio. El hotel ahora era mucho más grande y atractivo, con una iluminación que casi hacía olvidar que seguían en el infierno. Pero, a pesar de todas las mejoras, los mismos rostros familiares seguían habitando el lugar.

El salón principal estaba lleno, como siempre, con los residentes reunidos en una de las actividades diarias organizadas por Charlie. La hija de Lucifer nunca perdía la esperanza de que sus esfuerzos eventualmente darían frutos, que algún día, uno de ellos encontraría la redención.

Angel exhaló lentamente, el humo de su cigarro elevándose y mezclándose con las luces del techo. Observaba a Charlie con una mezcla de admiración y escepticismo. La redención era un concepto complicado, casi absurdo en un lugar como el infierno. Aquí, el pecado no era la excepción, sino la norma. Sin embargo, Charlie seguía adelante, inquebrantable en su misión.

Husk, con su usual expresión de aburrimiento, lanzaba miradas de soslayo a Angel de vez en cuando. Alastor estaba en una esquina, disfrutando del espectáculo con su sonrisa permanente y un brillo malicioso en los ojos. Vaggie, siempre al lado de Charlie, participaba con más escepticismo que convicción, apoyándola porque creía en ella, no necesariamente en la causa. Niffty limpiaba con su habitual eficiencia y entusiasmo, y no parecía tomar mucha atención a nada más que el polvo y la suciedad acumulada.

Angel sabía que, en el fondo, ninguno de los otros realmente buscaba la redención. Husk estaba allí por mera obligación, Alastor por el entretenimiento, y Vaggie por su lealtad a Charlie. Pero Angel... Angel tenía sus propias razones. Razones que no compartía con nadie.

Mientras Charlie hablaba sobre la importancia del arrepentimiento y el cambio, Angel cerró los ojos lentamente, permitiendo que sus pensamientos se desviaran hacia los recuerdos que preferiría enterrar en lo más profundo de su ser. La redención, para él, no era solo una meta distante, sino una fantasía casi inalcanzable que parecía desvanecerse entre las sombras del pasado. A pesar de todo, una pequeña chispa dentro de él se aferraba a la esperanza de que algún día podría encontrar un camino hacia el perdón.

Había renunciado a las drogas y a las fiestas desenfrenadas por esa búsqueda incansable de redención. Aquel estilo de vida extremo, que una vez le había dado la ilusión de sentirse vivo, ahora le pesaba como una losa sobre el alma, consumiéndolo lentamente en el abismo del arrepentimiento. En cambio, había encontrado consuelo y apoyo en sus amigos, aquellos que había llegado a considerar más que compañeros: una familia en un lugar tan asqueroso como el infierno, donde la camaradería era una rareza y la traición una moneda corriente. Cada vez que las circunstancias de su vida parecían abrumarlo, era hacia ellos que volvía en busca de alivio y entendimiento.

Por desgracia, decir que confiaba plenamente en todos ellos sería una exageración; apenas compartía sus preocupaciones con alguien más que con Husk cuando las cosas iban mal. No era cuestión de desconfianza hacia los demás, sino más bien de la dificultad que encontraba al abrirse sobre sus propios demonios internos. Con Husk, sin embargo, había encontrado un refugio seguro donde podía hacerlo. Aunque todavía no revelaba demasiado, sabía que podía discutir cualquier tema y que el gato siempre estaría ahí para escucharlo y animarlo en su ambición de redimirse, incluso cuando esa idea parecía más una fantasía que una realidad alcanzable.

Husk, con su conocida franqueza, siempre le recordaba que, en sus vidas infernales, soñar era lo único que les quedaba, sin tener mucho control sobre sus destinos o incluso sobre el destino de sus propias almas.