En la oficina de los Vees, las luces frías iluminaban los elegantes muebles y las paredes decoradas con tecnología de vanguardia que reflejaba el poder y la influencia de los demonios que ocupaban la sala. Vox, siempre impecablemente vestido, se encontraba de pie junto a su acuario, observando con fascinación a sus nuevos tiburones mientras se movían con gracia depredadora.
En la esquina de la oficina, Striker se mantenía en silencio, con su calculadora mirada en el grupo. Valentino, con su actitud relajada y confiada, se encontraba recostado en una silla de cuero. Su cigarro emitía finos hilos de humo que se entrelazaban en el aire. Velvette, en el otro extremo de la sala, jugaba con un mechón de su cabello, con una expresión que mostraba claramente que preferiría estar en cualquier otro lugar que en esa reunión.
Vox, finalmente desviando su atención del acuario, se dirigió a Striker con una mirada inquisitiva. Había escuchado todo el relato del imp y ahora analizaba la situación con calma. El nombre de Husk le resultaba vagamente familiar, como un eco en su memoria.
—Husk...— su tono era pensativo, como si estuviera revolviendo entre sus recuerdos—. Sí, creo haber escuchado ese nombre antes.
De repente, sus ojos se iluminaron con una chispa de reconocimiento.
—¡Claro! Alastor lo mencionó, años atrás. Dijo que era un viejo amigo suyo— una sonrisa orgullosa cruzó sus labios, una mezcla de interés y obsesión apenas contenida―. No entró en detalles, claro. Él nunca entraba en detalles cuando se trataba de otras personas.
Velvette, que hasta entonces había permanecido en silencio, rodó los ojos con evidente molestia ante la mención de Alastor. La obsesión que tenía Vox con el demonio de la radio era desagradable. Striker, viendo la oportunidad de agregar más leña al fuego, intervino con un tono que insinuaba que estaba al tanto de algo importante.
—Vi al demonio de la radio. Estaba en el hotel, vagando de un lado a otro, observando todo, como siempre. Se ve que es un tipo listo. Esconderse de él no es fácil.
La sonrisa de Vox fue peligrosa, llena de malicia y satisfacción.
—Interesante...— el líder de los Vees dejó que la información se asentara antes de continuar, con una oscura satisfacción de por medio—. Supongo que después de su batalla con Adán, el bastardo no está en su mejor forma. No es tan invencible como le gusta aparentar.
El imp, con una sonrisa maliciosa, se cruzó los brazos y se inclinó un poco hacia adelante, disfrutando el momento antes de soltar la bomba.
—De hecho, no está tan mal como crees, jefe. Está vivito y coleando, ayudando a la princesa con un show de talentos que planean hacer.
—Pf, tonterías— Vox, que hasta ese momento había mantenido una fachada calmada, sintió un tic nervioso en el ojo—. Es imposible que esté intacto.
—De hecho— continuó Striker, con cierta malicia en la voz—, se veía bastante bien, sin ninguna repercusión aparente. Diría que está mejor que nunca.
La habitación se llenó de un leve zumbido de estática, un claro indicio de la creciente irritación del líder del grupo. Su rostro, habitualmente controlado, se torció en una mueca de rabia contenida.
—⦚⦚¡҉Ese maldito pedazo de mierda!҉ ⦚⦚— su voz distorsionada por la furia y la estática resonó en la oficina, haciendo eco en las paredes—. ¡Tiene que ser una broma!
Valentino miró a Vox con una ceja levantada, mientras exhalaba otra bocanada de humo, claramente divertido por la situación. Sin embargo, Velvette decidió intervenir antes de que la ira de Vox se descontrolara aún más.
ESTÁS LEYENDO
🕷🕸️ • 𝑁𝑒𝑤 𝑠𝑖𝑑𝑒 𝑜𝑓 𝑚𝑒 • 🎰🂡 - (𝐻𝑢𝑠𝑘𝑒𝑟𝑑𝑢𝑠𝑡)
FanfictionColección de historias entrelazadas que profundizan en la evolución de la relación entre Angel Dust y Husk, mientras ambos personajes enfrentan sus propios traumas y luchas internas. A lo largo de la historia, una serie de eventos les hace darse cue...